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viernes, 29 marzo, 2024
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‘Coupez!’, de Michel Hazanavicius

■ Una historia de zombis para inaugurar la 75 edición del Festival de Cannes

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Por: CARLOS BELMONTE GREY •

La Gualdra 528 / Cine / Festival de Cannes 2022

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Michel Hazanavicius es apreciado por algunos críticos y por otros no. Algunos lo pueden ver como un hacedor de pastiches y colaciones, a otros les gusta por su simpleza y “osadía” -entre comillas porque parece que solo podría impresionar al espectador no especializado-.

Coupez! Inauguró el 75 Festival de Cine de Cannes el 17 de mayo. Y aquí volvemos a poner la ambigüedad; a algunos críticos, sobre todo a los franceses les pareció normal que un francés inaugurara su festival, a otros, les pareció que podía haber algo mejor para un momento tan importante como la vuelta al festival en presencial.

Hazanavicius juntó a tres de los actores más populares del cine francés: Romain Duris, Bérénice Bejo y el más joven, Finnegan Oldfield. Y los llevó a hacer una película dividida en tres partes que ciertamente podrían desconcertar al espectador:

Una película de zombis dirigida por un cineasta que luego al romper un maleficio hace nacer a zombis verdaderos; ese cineasta es a la vez otro cineasta que va al filmar la historia. Así es, son tres capas de película en una sola: la primera, es la película de zombis; la segunda, el cineasta que filma la película de zombis y parece ser la vida real; la tercera, el cineasta que arma ese proyecto. Y entonces tendríamos cuatro capas, la última corresponde a la que hace Hazanavicius y nos puso en la pantalla; sobre todo si pensamos que Hazanavicius y Bejo son pareja en la vida real, y en la cinta esto aparece adaptado.

Entender una historia de zombis en una puesta en abismo con la filmación de su historia se vuelve algo complicado. En la primera parte, Hazanavicius parece burlarse del cine B, del cine japonés tan ingenuo, del cine popular “barato, rápido y mediano” para recuperar una de las réplicas de la cinta; dura poco más de 30 minutos, ahí vemos ese proyecto de doble filmación. Aquí nosotros, espectadores reales, nos sentimos desconcertados por la ruptura de ciertas convenciones fílmicas que ya tenemos bien integradas y nos parecen extrañas: largos trávelins sobre el personaje, que luego está fuera de campo por largo tiempo; réplicas redundantes y encuadres a ras de suelo sin aporte narrativo. Luego entenderemos el porqué.

Y la tercera capa, a los personajes sufriendo por filmar este proyecto para una nueva plataforma de cine japonesa llamada Z y cuya primera producción debe ser una película de 30 minutos filmada en un solo plano secuencia, pero en streaming en directo -para hacerlo aun más complicado-. Ya en esta etapa el espectador real –nosotros- nos sentimos más tranquilos porque le vamos dando lógicas a las escenas. Se acabo el desconcierto.

Cannes inició con una película alegre, cómica, cosa rara en un festival que ama sobre todo entrar en dramas. Ahora, ¿cómo tomar este guion y este filme? Parece pues una exageración del gusto kitsch del gran público, de ese público comercial.

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la-gualdra-528

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