Ante representantes del Congreso de Estados Unidos de América, la senadora Geovanna Bañuelos manifestó su preocupación por la posible aprobación de la propuesta para gravar con el 5% las remesas que envían los migrantes a sus países, por considerarla una medida injusta, discriminatoria y contraria al espíritu de cooperación que ha caracterizado las relaciones entre México y Estados Unidos.
Como parte de la delegación de senadoras y senadores que viajaron a Washington D. C. para reunirse con sus pares norteamericanos, la vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo destacó que las remesas son un factor fundamental para que miles de familias puedan vivir con dignidad.
Por lo que imponerles un gravamen es una decisión que golpea al fondo del alma de las comunidades pues se les estarían quitando más de 3 mil millones de dólares anuales a las familias más necesitadas.
“Significa tomar del plato de quien apenas come. Significa debilitar el lazo más fuerte que une a nuestra gente con su origen”, aseveró.
Durante el primer día de trabajo con integrantes Demócratas y Republicanos del Congreso estadounidense, Geovanna Bañuelos enfatizó que en 2024 México recibió más de 64 mil millones de dólares en remesas; y en el caso específico de Zacatecas, su estado, recibió casi 2 mil millones, equivalentes al 11.8% de su Producto Interno Bruto (PIB), un total de más de 38 mil millones de pesos anuales, monto similar al presupuesto estatal de este año.
La legisladora del PT señaló que los migrantes mexicanos no sólo pagan impuestos a tasas de entre 10 y 37%, sino que también aportan valor al generar más de 2 billones de dólares al PIB estadounidense.
“Las remesas enviadas por los migrantes mexicanos radicados en Estados Unidos sólo representan el 20% de lo que perciben, mientras que el 80% se queda en territorio estadounidense, pagando impuestos”, mencionó.
En este sentido, Geovanna Bañuelos advirtió que gravar las remesas sería un acto profundamente injusto y contraproducente. “Injusto, porque este impuesto sería en contra de quienes más han aportado al vínculo entre México y Estados Unidos y contraproducente, porque afectaría la estabilidad económica de regiones enteras, generaría pobreza y, en última instancia, aumentaría los flujos migratorios que ambos países buscan atender con responsabilidad y justicia”.
Y aseveró que esta medida no sólo afectaría a México, sino que perjudicaría a la economía de Estados Unidos, porque muchas de estas personas dejarían de enviar dinero por las vías regulares y formales para el envío de remesas y buscarían caminos irregulares para hacerlo o incluso serían empujadas a la informalidad.
“Se fracturaría la estabilidad de sectores donde ellas y ellos son mano de obra esencial. Sería, en todos los sentidos, una medida adversa”, apuntó.
En este sentido, Geovanna Bañuelos subrayó que se requiere del diseño de políticas binacionales que dignifiquen al migrante, que reconozcan su aportación económica y social, por lo que conminó a sus pares americanos para unir voces y crear mecanismos de cooperación financiera que faciliten el envío de remesas, que bajen las comisiones, que den certeza y transparencia.
“Vengo como Senadora de la República, como representante de Zacatecas, pero también como hija de una nación que entiende la historia, honra la dignidad de su gente y cree firmemente en la fuerza de la cooperación”, mencionó.
Finalmente, la líder parlamentaria recordó que México es el principal socio comercial de los Estados Unidos con un intercambio de más de 800 mil millones de dólares al año. “Pero más allá de las cifras, la columna vertebral de esta relación la sostiene nuestra gente y en el 2024, los migrantes mexicanos aportaron 781 mil millones de dólares al PIB de Estados Unidos, enviando únicamente el 20% de sus ingresos a México”.
En el primer día de trabajo, la delegación mexicana se reunió con integrantes del Caucus Hispano, encabezados por Raúl Saavedra; con los senadores Tim Kaine, del Partido Demócrata, y John Curtis, del Partido Republicano, líderes del Subcomité para el Hemisferio Occidental; el senador Rubén Gallego, del partido Demócrata, y con un grupo de la Cámara de Representantes, encabezados por la legisladora del Partido Republicano, María Elvira Salazar.