A consecuencia de la sequía que afectó a los campos de Fresnillo, así como el tema de la percepción de inseguridad, este 2024, el número de jornaleros agrícolas que llegan a las comunidades de El Mineral podría ser menor que en los últimos años, lo que, sin duda, afectaría la actividad económica que generan durante su estancia en las regiones a donde llegan a asentarse hasta por seis meses.
En otros ciclos agrícolas, a mediados del mes de febrero comenzaba la llegada de los primeros trabajadores agrícolas para efectuar acciones de siembra y fertilización de las tierras, es decir, todo lo relacionado con el inicio de la temporada de siembra. Sin embargo, este año el escenario es diferente y los jornaleros no arriban a la comunidad de Río Florido, principal destino donde se asienta la población migrante; los habitantes deducen que la sequía y la inseguridad son los principales factores.
Posteriormente, el gran universo de trabajadores agrícolas llegaba a mediados de abril para dedicarse a la recolección de los cultivos, actividades que se extendían hasta septiembre. La llegada de los migrantes provocaba inconformidad entre un sector y beneficio en otro porque su presencia representaba ingresos económicos por la prestación de servicios como arrendamientos, alimentación y adquisición de diversos productos.
Según datos de la comunidad, en años anteriores, la cantidad de estos trabajadores agrícolas era tan impresionante que los jornaleros superaban incluso a la población establecida en Rio Florido, pues llegó a ser superior a las 5 mil personas, posteriormente la afluencia disminuyó a un promedio de 3 mil 500 personas que se dedicaban en la cosecha de chile, tomatillo y cebolla.
Tan solo el año pasado, la delegación de la comunidad informó la presencia de los trabajadores del campo continuó a la baja y llegó a ser de 2 mil 890 personas aproximadamente, de igual manera la estancia fue mas corta a consecuencia de la poca superficie de siembra y muchos de ellos regresaron a sus estados de origen como Guerrero, Sinaloa, Durango, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí, Oaxaca y Chiapas.
Aunque la cantidad de población flotante va a la baja cada ciclo agrícola, las autoridades municipales continúan con las actividades previas para aminorar los efectos negativos y confían en que el arribo comience a mediados del mes de abril, por lo que trabajan para estar listos con las acciones para controlar la llegada de jornaleros agrícolas.
Juan Manuel Loera López, secretario del Ayuntamiento de Fresnillo, informó que se conformarán junto con otras instancias locales las mesas de trabajo para tratar las problemáticas más sensibles de la comunidad como son el resguardo de la población y la prevención de hechos delictivos que pudieran registrarse con la llegada de los foráneos.
En el tema de seguridad, señaló que se va a proponer que, como el año anterior, tanto el Ejercito Mexicano como la Guardia Nacional participen con los rondines de vigilancia y la invitación también será para las corporaciones estatales como la Policía Estatal, de Vialidad y la Metropolitana sean quienes definan la estrategia de seguridad, y con ello se garantice saldo blanco al igual que el año anterior.
Otro de los temas que se atenderán con la llegada de las familias agrícolas, es que los menores de edad no cuentan con un acta de nacimiento y prácticamente carecen de la identidad para poder acceder a los servicios de salud como atención médica y vacunación. En ese sentido, se solicitará la instalación de un módulo del Registro Civil para atender a los trabajadores y sus familias que carezcan de acta de nacimiento y tengan la documentación con la cual puedan acceder a los servicios médicos.
Para tener un control real de la llegada de los jornaleros, de nueva cuenta, se implementará el registro de todos los que renten viviendas y con ello llevar un concentrado a través del acta de nacimiento, la Clave Única de Registro de Población o alguna otra identificación de quienes renten el lugar. El objetivo será obtener los datos esenciales como nombre, lugar de procedencia y número de emergencia para informar a algún familiar en caso de emergencia.
“Casi siempre hacemos un conteo, pero es una población flotante que luego no vienen las mismas familias, unos se dispersan y otros permanecen y tenemos que estar año con año colaborando con este control, pero es una situación dispersa donde nosotros ponemos lo que al municipio compete” explicó el encargado de la política interna de Fresnillo.
El funcionario señaló que en las mesas de trabajo donde se definen las actividades a realizar, el municipio es convocado por parte de las autoridades del estado y siempre con la disposición de trabajar en aras de mejorar las condiciones de la llegada de los jornaleros agrícolas, mientras se atiende a los cerca de 127 trabajadores que decidieron quedarse de manera permanente en la comunidad.
