■ “Este aspecto es fundamental, pues se deben formar ciudadanos que puedan interactuar”
■ Los docentes tuvieron que adaptarse a nuevas formas dar clase y transmitir conocimiento
Durante el conversatorio “Educación y pandemia” realizado este viernes, el secretario académico de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), Hans Hiram Pacheco García, opinó que uno de los temas en donde el Covid-19 generó más impacto fue en la socialización, la cual es fundamental en el proceso educativo.
“Uno de los objetivos de la educación no solamente es transmitir un conocimiento, sino, si lo vemos de manera más precisa, formar ciudadanos y profesionistas que puedan interactuar. No se trata de transmitir conocimiento porque, si esto fuera así, pudiera solo haber clases individuales o todos pudieran ser autodidactas y acceder al conocimiento”, expresó.
Es decir, la educación también tiene el propósito de brindar a los jóvenes la posibilidad de interactuar y de crear redes sociales, de forma que una de las dificultades que se enfrenta en la actualidad es que esta generación está estudiando sin que sus integrantes hayan podido interactuar presencialmente.
“No hay interacción en un aula no solamente entre estudiantes, sino también entre el docente y el estudiante, y en consecuencia es la segunda generación en que prácticamente los profesores no conocen a sus alumnos en el sentido de que no ha habido interacción”, dijo.
Es decir, Pacheco García refirió que la educación a distancia instaurada a partir de la contingencia sanitaria se ha dificultado por esa falta de socialización, pues ésta es parte del proceso educativo.
Por otra parte, indicó que la pandemia también impactó en el proceso de enseñanza y aprendizaje en el sentido de que muchos docentes se las ingeniaron para usar lo que estaba a su alcance para poder transmitir conocimientos.
Además, señaló que hubo un aspecto elemental que fue el adaptarse a nuevas formas de impartición de clase, cómo transmitir el conocimiento y cómo capturar la atención y el interés de los alumnos, pues ellos han estado en un “estado de confort” en donde también tienen muchos distractores.
En una clase presencial, refirió, cuando los alumnos se distraen se pueden cerrar las cortinas, se le llama la atención o se modula la voz, pero en la modalidad a distancia, captar la atención fue un tema complejo porque los mismos estudiantes tienen condiciones diferentes.
De acuerdo con Pacheco García, ha sido común observar que el estudiante tenía ruido en su entorno, tal vez un hermano tomando otra clase, música o sonidos de la cocina en el momento en que alguien de la familia prepara algún alimento, por lo que eso ha impactado en el proceso educativo.
