■ Esta pérdida de relevancia ha ocasionado insolvencia financiera
Raúl Delgado Wise, investigador de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), afirmó que el modelo de educación superior, alineado a políticas neoliberales, no contribuye al desarrollo local o nacional y, en consecuencia, las universidades e instituciones son ajenas a las necesidades sociales.
“En múltiples sentidos, el modelo de acumulación de capital que se implanta en México es un espejo fiel de la manera como las economías y sociedades periféricas son sometidas a los intereses geoeconómicos y geopolíticos del gran capital y de las principales potencias imperialistas bajo la égida neoliberal”, expresó.
Señaló que un aspecto crítico de la reestructuración neoliberal ha sido la forma en como las universidades y los centros de investigación públicos se han sometido a este tipo de procesos, donde “lejos de convertirse en puntales del desarrollo local, regional y nacional, tienden a adaptarse pasivamente al entorno de acuerdo con las directrices neoliberales. Ello hace que se desdibujen en cuanto a su capacidad de pensamiento crítico y que, en el mejor de los casos, se alineen a criterios de evaluación individualistas y apartados de las necesidades sociales y ambientales de la población”.
En ese contexto, dijo que hay un “empequeñecimiento y desarticulación del sistema de educación superior y de los centros de investigación públicos del país, cuya pérdida de relevancia social los ha sumergido en una profunda crisis de insolvencia financiera acompañada de formas clientelares y corporativas de control político”.
Asimismo, Delgado Wise manifestó que el modelo neoliberal también se expresa en una crisis designada como “la universidad neoliberal”, la cual es resultado de “una política pública de corte mercantilista, privatizador, excluyente, contraccionista, inequitativa y profundamente diferenciada del gasto público destinado a la educación superior”.
En ese sentido, agregó que “México se convirtió en un país maquilador, donde no hay espacio ni posibilidades de absorber esta masa crítica de egresados de nuestras instituciones. Las universidades tienen que dar vuelta a eso, para poder tener una pertinencia social, para subsistir y reproducirse necesitan ser proactivas en relación con el entorno, y la BUAZ en ese aspecto, empieza a dar pasos firmes”.
Desde su perspectiva, consideró que es fundamental revalorar el papel estratégico que las universidades y los centros de investigación públicos están llamados a desempeñar en el proceso de desarrollo y transformación social del país, ya que “no es lo mismo el papel de la educación superior y la investigación humanística, científica y tecnológica en un país periférico que en un país central o desarrollado y, más aún, imperialista”.
Explicó que la adaptación proactiva al entorno demanda de la universidad pública el cumplimiento de una función estratégica que hasta ahora no había sido considerada ni valorada: la de fungir como agente autónomo de desarrollo y transformación social.
Por último, Delgado Wise refirió que parte de esta transformación, en el caso de la BUAZ, contempla una serie de cambios y estrategias sobre un nuevo modelo educativo en el que impere “el pensamiento crítico como método de aprendizaje, de construcción de conocimientos y sensibilidad emancipadora; la trans e interdisciplinariedad como mecanismo de aprehender la realidad en su complejidad y diversidad; la flexibilidad curricular aunada a la movilidad de investigadores, docentes y estudiantes, y también la articulación de la docencia con la investigación sumada al compromiso social y ambiental”.
