En el periodo de marzo de 2020 a marzo de 2021, es decir, desde el inicio de la pandemia de SARS-CoV-2 a la fecha, mujeres parteras rurales han atendido un total de 4 mil 680 nacimientos, significando esto, un crecimiento del 11.1 por ciento en el mismo periodo previo a la pandemia, se informó desde el programa IMSS-Bienestar, que ha mantenido una interrelación con más de 6 mil parteras durante la contingencia sanitaria.
Durante el último año, azotado por la pandemia de Covid-19, las mujeres con embarazo de bajo riesgo tuvieron mayor acercamiento con las parteras voluntarias rurales por miedo a infectarse del virus en los hospitales, y por ser grupo vulnerable prefirieron atención en su casa por alguien de confianza y con las habilidades para la atención de un parto. Sin embargo, se dio a conocer, las parteras siempre informaron al personal de salud sobre esta atención proporcionada y el IMSS-Bienestar estuvo atento de cualquier situación que se presentara.
El Programa IMSS-Bienestar informó que tiene interrelación con 6 mil 784 parteras voluntarias rurales en 18 estados de la República, las cuales cuentan con el respeto y liderazgo en sus localidades, generando un fuerte lazo de confianza en la población en la atención del embarazo, parto y puerperio de la manera tradicional, habilidades que adquieren de manera ancestral y empírica de generación en generación.
Tal relación, obedece al objetivo principal del programa, por garantizar el derecho constitucional a la protección de la salud mediante el otorgamiento de servicios de salud de primer y segundo nivel, considerando para ello la implementación y aplicación del Modelo de Atención Integral a la Salud (MAIS) que vincula el Componente Salud con la participación activa de la organización comunitaria para el autocuidado de su salud, siendo en este caso las parteras un punto sustantivo.
Desde el IMSS se precisó que tanto médicos como enfermeras de las unidades médicas les brindan orientación bimestral a las parteras en temas de salud relevantes para su localidad, priorizando la Salud Materna y atención de la persona recién nacida; por lo que participan en talleres para mejorar sus habilidades y destrezas en la atención del parto con la promoción del parto limpio, otorgando facilidades para la esterilización de su instrumental en las Unidades Médicas.
Las parteras voluntarias rurales acompañan a las mujeres embarazadas de sus localidades a las Unidades Médicas para la consulta, facilitando la comunicación de las embarazadas con el personal institucional, prioritariamente cuando la mujer es monolingüe efectúan la traducción a la lengua originaria. Con esta acción, se informó, se ha tenido gran impacto en la referencia oportuna de las pacientes que requieren atención especializada y con ello contribuir a la reducción de complicaciones durante la atención del embarazo, parto y puerperio y la disminución de la muerte materna en el ámbito del Programa.
Durante el período mencionado, las parteras informaron a las mujeres embarazadas que los hospitales no eran en su totalidad Covid, que existían áreas específicas e independientes para continuar con la atención del parto institucional; de igual manera durante la Pandemia, identificaron mujeres embarazadas y realizaron derivaciones oportunas a unidades médicas rurales para control prenatal y seguimiento del embarazo; asimismo, se informó, las orientaron para limitar la movilidad en las localidades para que se mantuvieran resguardadas en su domicilio para dar cumplimiento a las medidas de seguridad y distanciamiento social, evitando riesgos de contagio de Covid-19.
