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viernes, 19 abril, 2024
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Presencia de jornaleros en el actual ciclo agrícola podría disminuir hasta en 50%

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Por: SUSANA ZACARÍAS •

■ En años anteriores se contaban 10 o 15 mil; ahora se prevé que sean sólo cerca de 5 mil

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■ Su llegada representa un factor de riesgo ante los casos de insalubridad que se registran

■ Autoridades y corporaciones vigilarán que se sigan medidas de prevención ante el Covid

 

Para el presente ciclo agrícola, las autoridades municipales prevén que la presencia de jornaleros podría verse disminuida hasta en 50 por ciento a consecuencia de la pandemia del Covid-19; a la vez que reconocen que la difícil situación económica también podría ser un factor que origine crisis dentro de los campos agrícolas de El Mineral.

Según relatan los propios habitantes de la región, este 2021 será un año complicado para el campo en Fresnillo, pues varios de los productores no tuvieron oportunidad de acceder a créditos para sembrar sus cosechas a consecuencia de la severa crisis económica y quienes se animaron manifiestan que la falta de lluvias ha sido una limitante para lograr una buena producción.

En años anteriores, antes de que se decretara la alerta sanitaria ante la pandemia, según estimaciones de las autoridades municipales, se contabilizaban cerca de entre 15 y 10 mil trabajadores agrícolas que llegaban a las comunidades de El Mineral para efectuar la recolección de diversos cultivos, ahora se espera que sean cerca de 5 mil personas las que el próximo mes de abril comiencen a llegar a las comunidades, principalmente a Río Florido y San José de Lourdes.

Pese a que las acciones agrícolas que realizan el grupo de trabajadores migrantes son consideradas como una de las actividades económicas más importante que se registran en la región, de igual manera es considerada como una problemática por todos los aspectos en los que impacta de manera negativa su llegada.

Cada inicio de primavera, para los habitantes de comunidades como Río Florido, San José de Lourdes y San Gabriel se convierte en una pesadilla debido a que la población en estos asentamientos se duplica con la llegada de los trabajadores con usos y costumbres diferentes a los que se tienen establecidos en cada localidad.

Los lugareños señalan que la llegada de los trabajadores del campo trae consigo basura, insalubridad, exceso en el consumo de bebidas embriagantes, peleas que conllevan a agresiones entre ellos y los integrantes de las familias, sumado a la falta de pago de rentas de los espacios donde viven grandes grupos de habitantes.

La situación que más alerta a la población es que los grupos de personas tienen poca higiene, defecan en la vía pública, casi nunca se bañan y viven en grupos de aproximadamente 40 personas en lugares muy pequeños; la forma de vida de los trabajadores del campo contradice a las medidas que tienen que implementar para evitar casos de Covid-19.

Durante la estancia de los trabajadores agrícolas, manifiestan que es común que se registren decesos, la gran mayoría por enfermedades, y casi siempre son niños los que fallecen, situación que pudiera empeorar con la contingencia que actualmente se tiene ante posibles contagios de Coronavirus tal y como se registró el año pasado.

“Para nosotros, este ya es un problema añejo porque las zonas donde se establecen demandan más servicios como son de limpia, de verificaciones de sanidad, de educación, de alimentación, de seguridad pública y se convierte en un problema en lugar de ser un beneficio”, declaró Juan Manuel Loera López, secretario del ayuntamiento, quien desde hace dos años ha encabezado los operativos ante la llegada de los jornaleros agrícolas.

Reveló que durante el año pasado, y ante el inicio de la pandemia, las acciones que se ejercieron en la región fueron enfocadas a evitar la propagación de la enfermedad mediante varios departamentos de la presidencia municipal como control sanitario, alcoholes, seguridad pública y protección civil.

Una de las acciones que se efectuaron de manera permanente para evitar la propagación de la enfermedad fue restringir que los jornaleros se hospedaran en condiciones de hacinamiento, y es que de manera tradicional llegan a rentar viviendas que tienen una capacidad para cinco personas y son ocupadas hasta por 40 habitantes a fin de reducir los costos de su estancia en Fresnillo, que es de aproximadamente seis meses.

La primera comunidad que eligen los trabajadores del campo es Río Florido, donde habitan aproximadamente 4 mil fresnillenses y donde se llega a duplicar su población con la llegada de los obreros; este año se estima que acudan hasta 3 mil jornaleros agrícolas al ser el principal sitio de contratación de mano de obra.

Otra de las opciones es la comunidad San José de Lourdes, una de las más grandes e importantes de Fresnillo en la que habitan 5 mil 339 personas y donde se albergan alrededor de 2 mil jornaleros; en ambas comunidades se implementan una serie de operativos coordinados entre autoridades municipales y corporaciones policiacas para controlar a los nuevos inquilinos.

En torno a la próxima llegada de los jornaleros, Loera López explicó que como en años anteriores, la autoridad municipal implementará el levantamiento de un censo para conocer el número de trabajadores agrícolas que llegan al municipio, su procedencia y con ello tener un control de la población migrante.
Expuso que con el concentrado de información se podrá conocer su movilización por los campos de Fresnillo, al igual que lo hacen por otros municipios como Calera, Enrique Estrada, Saín Alto, Río Grande y otros espacios a donde se trasladan.

De igual manera mencionó que se integrará una comisión que la integran autoridades del Sector Salud y del municipio para vigilar y monitorear la llegada de los primeros jornaleros y de igual manera también llevar a cabo inspecciones para evitar que el hacinamiento pueda presentarse al momento en que salen a los diferentes campos a trabajar.

Para implementar las estrategias de prevención y otros operativos para garantizar el control en las medidas de higiene, solicitarán la intervención de los elementos de Seguridad Pública Municipal, en coordinación con otras corporaciones como la Policía Estatal, Policía Metropolitana e incluso la Guardia Nacional, quienes vigilarán la región a fin de garantizar la seguridad tanto para los habitantes como los jornaleros.

“Nos preocupa mucho como autoridad municipal por el tema de la contingencia y aparte del problema social que ya genera el arribo de los jornaleros agrícolas ahora más con la contingencia sanitaria porque no descartamos que pudieran presentar casos de Coronavirus”, finalizó Loera López.

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