■ Ésta genera una predisposición a padecer enfermedades como la diabetes y la hipertensión
■ Importante, buscar orientación profesional sobre cómo alimentarse sanamente: Hernández
El Instituto Mexicano del Seguro Social, a través de la Coordinación de Nutrición de la Oficina de Representación en Zacatecas, hace una llamado a la población a prevenir la obesidad y el sobrepeso en los niños con hábitos y estilos de vida saludables, ya que éstas generan una predisposición a padecer enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión.
De acuerdo con Lilia Hernández Alvarado, coordinadora de Nutrición del IMSS en Zacatecas, la obesidad infantil tiene, además de consecuencias físicas, también emocionales en la vida de los niños, como el autoestima baja, la apnea del sueño, el pie plano y lesiones en articulaciones, estos por mencionar sólo algunos de los efectos del sobrepeso y la obesidad, pero lo más grave, reiteró, es que son la puerta de entrada a las enfermedades crónicas.
La obesidad, dijo Hernández Alvarado, es conocida como “la madre de todas las enfermedades” y advirtió que hay que tomar en cuenta que inicia a edades tempranas. “Un bebé gordito hay que dejar de verlo como normal, dejar de romantizar la obesidad y verla como un problema de salud”.
La obesidad, explicó, se previene con hábitos o estilos de vida saludables, y durante la cuarentena y las clases escolares en casa, es complicado mantener acciones de prevención porque se incrementa el sedentarismo. No obstante, algunas recomendaciones para contrarrestar dichos efectos negativos, son que los niños duerman las horas que les corresponden, es decir, un periodo mínimo de ocho horas.
Otro aspecto a considerar, de acuerdo con la especialista, es programar sus rutinas, por ejemplo, que los niños tomen un refrigerio o un desayuno ligero antes de conectarse a sus clases, ya sea en línea o por televisión, y es que recomendó que no es bueno que se despierten e inmediatamente inicien clases, ya que no se les da la glucosa que necesita el cerebro para trabajar de forma adecuada.
Asimismo, destacó que es importante hacer recesos cada 50 minutos para que el menor haga algún ejercicio de estiramiento en piernas y brazos, caminar algunos pasos o subir y bajar escaleras para mantenerse activo.
De igual manera, señaló que tanto el desayuno, como la comida y la cena deben de basarse en el Plato del Bien Comer. Es decir, debe incluirse un alimento de cada grupo: frutas y verduras, cereales de preferencia integrales como pan, tortilla de maíz, avena o amaranto, y las proteínas contenidas en el pollo, pescado, carne, leche, huevo y queso. Por el contrario, indicó que debe evitarse la tortilla de harina, el pan blanco o bolillo y pan dulce, ya que aportarán elevadas cantidades de azúcares y grasas.
La coordinadora de nutrición detalló también que otro aspecto importante es la hidratación correcta, por lo que es recomendable consumir de seis a ocho vasos de 240 mililitros de agua potable simple al día, medidas con las que se puede prevenir el sobrepeso y la obesidad. Con respecto a la actividad física, expresó que una hora de juego con un balón, una cuerda o juegos típicos son suficientes para mantener activos a los niños.
Para una mejor atención, la funcionaria subrayó la importancia de buscar orientación profesional sobre cómo alimentarse sanamente y detectar de forma oportuna complicaciones físicas provocadas por sobrepeso y obesidad, ya que se puede prevenir complicaciones en la edad adulta.
En este sentido, informó que el instituto cuenta con el programa PrevenIMSS, a través del cual se monitoriza el crecimiento y desarrollo de las personas abarcando todos los grupos de edad, desde recién nacido a nueve años, adolescentes de 10 a 17 años y adultos de 18 años en adelante. Así como NutrIMSS, en el que se otorga orientación sobre alimentación y estilos saludables de vida.
