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viernes, 19 abril, 2024
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Presenta Javier Acosta su poemario Kokoro, en la Feria del Libro 2020

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ La obra, ilustrada por Victoria Ruiz, muestra el reflejo que los humanos ven en los animales

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■ Afirma el autor que los niños y los adultos pueden ver el libro con diferentes perspectivas

 

Como parte de las actividades de la Feria Nacional del Libro Zacatecas 2020, Javier Acosta presentó su poemario titulado “Kokoro”, obra en la que muestra el reflejo que los seres humanos ven en los animales.

Durante la presentación virtual, el autor refirió que la ilustración del libro, a cargo de Victoria Ruiz, le dotó de accesibilidad a los lectores no acostumbrados a la poesía, pero además “me remite a mis obsesiones de niño, porque antes de escribir poesía me la pasaba dibujando”.

Sobre el contenido, expuso que “los animales nos ayudan a encontrarnos, nos reflejan lo que somos. El comportamiento de los animales es espíritu para nosotros que se refleja. Observando los animales aprendemos sobre lo que nosotros mismos somos”.

Por ejemplo, Acosta comentó que, cuando se va a agarrar a una lagartija, avienta el rabo, mientras que los seres humanos, cuando sienten escalofríos por la belleza o por los miedos psicológicos, sienten esos mismos escalofríos.

“Somos animales como la lagartija en ese momento, quisiéramos soltar algo de nosotros para escapar, sentimos el escalofrío que nos da la belleza y también los aspectos más oscuros de nuestra existencia”, indicó.

Manifestó que los niños y los adultos pueden ver el libro con diferente perspectiva: los niños con la imaginación y las onomatopeyas, y los adultos con melancolía, pero de igual forma fue escrito para ambos.

Acosta se refirió al poema “Kokoro”, del que expuso que se comenzó a fraguar desde los cinco años de edad. En ese momento le preguntó a su abuelita cómo se escribía “corazón”, a lo que ella respondió que era con “la c de la gallinita, porque la gallinita dice co co co co”.

“De ahí salió la onomatopeya con la que me explicó con qué letra iba corazón. Y luego cuando me enteré que en japonés se dice Kokoro, dije: ‘ya está el poema’. Se tardó como 40 años en fraguar este poema”, añadió.

Por su parte, Marlén Curiel comentó que “Kokoro” es un libro que fusiona la cultura budista y el taoísmo zen, pero con una idea mexicana de comparar el corazón con el repiqueteo de un gallo.

“De esta manera Javier Acosta juega deliciosamente con la palabra Kokoro, para que se pueda escuchar como un co co ro co, este sonido onomatopéyico que nos da justamente el gallito en nuestra identidad. Kokoro aquí es un corazón que está latiendo y a través de esa anáfora es al mismo tiempo ese latido que recuerda estos ayeres y situaciones no resueltas de la vida”, señaló.

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