50% de encuestados consumió “comida chatarra” durante confinamiento

■ El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) entrevistó vía telefónica a mil 73 adultos mexicanos de 20 años y más

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■ Sólo 28% contestó que hizo al menos una hora de ejercicio durante la cuarentena

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de las características de la población durante la pandemia del Covid-19 (ENSARS-CoV-2), realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en la cual se entrevistó vía telefónica a un total de mil 73 adultos mexicanos de 20 años y más, el 50 por ciento consumieron, durante la Jornada Nacional de Sana Distancia, bebidas endulzadas, dulces y botanas como parte de su dieta y tan sólo el 28 por ciento contestó que hizo al menos una hora de ejercicio durante la cuarentena.

Tales resultados son interesantes ya que la mala alimentación y los hábitos de vida de gran cantidad de mexicanos han sido un factor clave para la vulnerabilidad de la población ante el virus que ha provocado la enfermedad Covid-19.

El objetivo de dicha encuesta fue describir en una muestra nacional de adultos mexicanos las características de salud, seguridad alimentaria, diversidad de la dieta y factores asociados, ante la dinámica epidémica.

Para ello la ENSARS-CoV-2 obtuvo información de un total de mil 73 adultos mexicanos de 20 años y más a nivel nacional, con una media de edad de 54 años. De las 12 mil 850 llamadas, se obtuvo respuesta completa del 8.4 por ciento. Mientras que en 11 mil 777 no contestó o lo hizo de manera incompleta.

En el caso de las experiencias relacionadas con inseguridad alimentaria, un dato relevante es que el 31.6 por ciento de la población manifestó haber tenido preocupación porque los alimentos se terminaran; un 27 por ciento tuvo poca variedad de alimentos y el 21.3 por ciento disminuyó la cantidad de alimentos que acostumbra consumir. Cabe destacar que más del 90 ciento de los que manifestaron vivir alguna de las experiencias descritas, lo atribuyeron a la pandemia del Covid-19, principalmente a la falta de dinero o recursos a partir del confinamiento.

En cuanto a la diversidad de la dieta durante la Jornada de Sana Distancia, más del 90 de la muestra de adultos consumieron, uno o más días de la semana, cereales, frutas y verduras frescas, carnes, huevo, leguminosas, lácteos, aceites y condimentos, café o té.

Mientras que los grupos de alimentos con menor porcentaje de consumidores fueron las frutas y verduras industrializadas, empaquetadas, congeladas, enlatadas, con 18 y 31 por ciento, respectivamente. Y cerca de la mitad de los encuestados consumieron bebidas endulzadas, dulces y botanas, y poco más del 67 por ciento consumieron pescados y mariscos que incluyen atún y sardina.

Cabe destacar también que en el caso del consumo de tabaco y alcohol, el 11.4 por ciento de la población encuestada refirió fumar cigarrillos, ya sean normales, electrónicos o ambos. De estos, el promedio del número de cigarros fumados al día fue de casi seis cigarrillos, pero una quinta parte de las personas fumadoras, es decir, el 20.7 por ciento refirieron que su consumo de cigarrillos es mayor respecto al consumo antes de la contingencia por covid-19.

Con respecto al consumo de alcohol, el 28.8 por ciento de la población refirió consumirlo, con un promedio de dos copas por semana. Poco menos de la mitad de los adultos que refirieron beber alcohol, es decir un 48.5 por ciento, mencionó que su consumo es igual durante la contingencia por covid-19; sin embargo, casi 12 por ciento mencionó que es mayor su consumo con respecto a antes de la cuarentena.

En cuanto a la actividad física, el estudio arrojó que antes de la cuarentena, el 43 por ciento de los entrevistados mencionó realizar actividad física en el exterior, en casa un 27.8 por ciento y en algún gimnasio el 26.7 por ciento. No obstante, se observó una disminución del tiempo de realizar la actividad física previo a la cuarentena y durante la misma. El 54.7 por ciento mencionó hacer más de una hora de actividad física previo a la cuarentena y durante la cuarentena sólo el 28.5 por ciento.

Y es que además con la cuarentena, el nivel de sedentarismo aumentó, pues previo a ésa, más de la mitad se pasaba de una a tres horas sentados o reclinados, mientras que durante la contingencia las horas de las personas sentadas o reclinadas aumentaron hasta ocho horas al día.

Aun cuando la diversidad de la dieta en esta muestra nacional de adultos mexicanos resultó alta, en el periodo de confinamiento, es importante resaltar que, aunque se encontraron mayores porcentajes de consumidores de los grupos de alimentos recomendables para el consumo cotidiano como cereales, leguminosas y frutas y verduras frescas cuando menos una vez a la semana, existe un alto consumo de alimentos y bebidas azucaradas, las cuales se refiere su consumo en promedio cinco veces por semana.

Es de hacer notar también, que en la muestra nacional de la Ensars-cov-2 una proporción importante de la población, alrededor de 55 por ciento, tienen enfermedades crónicas las cuales se han asociado a mayor vulnerabilidad e intensidad con el covid-19, como son la hipertensión, la diabetes y la obesidad.

Los resultados presentados, corresponden a la evaluación basal de la Ensars-cov-2, periodo en el cual concluyó la Jornada de Sana Distancia. Un mes posterior a esta etapa, han anunciado, se aplicará otra encuesta en la misma muestra con el fin de evaluar los cambios en su dieta y su seguridad alimentaria y su asociación con otros factores que sucedieron durante el confinamiento.