El fin de semana se celebró una reunión importante en la vida política de Zacatecas. En un café del Centro Histórico de la capital se reunieron: Fernando Arteaga, presidente estatal de Morena; Gilberto del Real, presidente del Consejo estatal; el expresidente del mismo partido, José Luis Medina Lizalde; Ulises Mejía Haro, alcalde de Zacatecas y el senador de la República, José Narro Céspedes, con el propósito de llegar a acuerdos que les permitan trabajar unidos para apoyar al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y a la Cuarta Transformación (4a T). Ello les permitirá activar a su militancia para que participe activamente en la jornada nacional de conmemoración del triunfo de Morena en las elecciones de julio del 2018, que se desarrollará durante los primero cinco días del próximo més de julio.
De acuerdo con la información divulgada por varios de los asistentes, también acordaron actuar unidos en la defensa permanente de AMLO y de todos y cada uno de los componentes de la 4a T. Para empezar, tendrán que resolver la ausencia de voceros de Morena en el nivel local, lo que ha implicado que no se aclaren suficientemente los ataques o noticias falsas que todos los días se difunden a través de los medios de comunicación electrónicos. A estas alturas ya es evidente que, aunque AMLO intenta cumplir esta función en las conferencias de prensa que ofrece diariamente a las 7 de la mañana, ello no es suficiente para contrarrestar el daño que causan las repeticiones a toda hora por parte del ejército de conductores, comentaristas y periodistas neoliberales que se han convertido en la cabeza visible de la oposición en México. Desde mi punto de vista, la divulgación y actualización permanente de la información sobre los muchos logros del gobierno federal, debería de ser una de las tareas que se deben atender de inmediato.
También es evidente que uno de los acuerdos más trascendentes de la reunión que comentamos es comprometerse a mantenerse unidos dentro de la institucionalidad de Morena para abordar los retos que implica el proceso electoral federal y local para renovar la Cámara de Diputados federal, la del estado, la gubernatura y los ayuntamientos. Ello significa, en primer lugar, considerar a los asistentes a la reunión como un primer nucleo que debe hacerse cargo de crecer con la invitación a sus reuniones, así sea virtualmente, a algunas personalidades que pueden jugar un papel relevante en ese proceso, como puede ser el propio Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente nacional interino de Morena, Rocío Nahle García, secretaria de energía en el gobierno federal, y algunos diputados federales y locales que podrían compartr los propósitos anunciados. Es fundamental que se valore a fondo el procedimiento de selección de los candidatos de Morena que definirá muy pronto la dirigencia nacional, así como la política de alianzas. Recordemos que los dirigentes nacionales del PT y los del PVEM ya formalizaron la propuesta de creación de una coalición electoral para el proceso electoral que está por iniciar en pocas semanas, cuestión que deberá ser valorada por la dirigencia nacional dentro de unas cuantas semanas.
Uno de los aspectos que se convertirán en claves para la unidad de Morena en la entidad es la posición de las distinas expresiones ante la institucionalidad del partido. Para empezar, los asistentes reconocen las investiduras de Alfonso Ramírez, la de Fernando Arteaga y la de Gilberto del Real y, por lo tanto, de las actuaciones que habrán de realizar en el proceso. Falta por conocer la posición que adoptará la familia Monreal frente a este asunto. Recordemos que en los procesos anteriores la institucionalidad partidaria fue dejada de lado y las decisiones fundamentales fueron tomadas en el seno de esa familia, con el respaldo de la dirección nacional. Otra definición clave se refiere a la conducta política que adoptarán los servidores públicos de la administración pública federal en el ámbito territorial zacatecano. Hasta hoy, la definición del Presidente de la República es clara: el Gobierno Federal no participará de ningún modo en el proceso electoral, la utilización de recursos humanos, económicos y materiales es un delito y no habrá impunidad. Están por verse las disposiciones que adoptarán los mandos superiores de la representación del Gobierno Federal en Zacatecas, y las definiciones que sobre el tema tomarán las actuales dirigencias nacionales y estatales. Lo cierto es que habrá miles de observadores interesados en testificar el grado de cumplimiento de las instrucciones presidenciales por parte de sus colaboradores: estarán al servicio de la familia Monreal o darán el salto cualitativo para convertirse en servidores público profesionales comprometidos con la construcción del Estado de Derecho que México requiere con urgencia. Pronto lo empezaremos a ver.
