Escuchando alguna canción, de esas que ni conoces y que la app que tienes las va rotando, con ella comienzo esta columna y ¿Porque escuche la canción? Por una razón.
Ya estaba ahí y venia llegando y pues daño, no me anda ocasionando.
La presente columna vendrá con poca introducción y nulo manual de manejo, ya que así es la vida
Viene sin indicaciones.
Al menos la de su servidor no tenía, y creo que la de ustedes tampoco tenía un manual de
Como ser hijos, como ser padres, como ser hermanos, como ser ciudadanos.
En esta dinámica, ¡Coooooooooooomeeeeeeenzamos! A darle que ya me comí mi gordita y ahora tengo sed y compre unas chelitas (sin promoción) de a 20 pesitos.
Tengo desde el mes de febrero sugiriendo aplicar la sana distancia, aplicar las precauciones y prevenciones necesarias para no ser contagiado del famoso Sars-Cov 2, comúnmente conocido como coronavairus, pero a ver, entendamos una sola cosa.
Todo lo que existe en el mundo que genere alguna enfermedad si no nos cuidamos pues nos contagiamos o como explican la salmonela, la diarrea, la gripa, la influenza o ¿Estas enfermedades se contagian por falla genética? ¡No verdad!
No, no nos hagamos, el mentado virus vino a declararnos la guerra y a demostrarnos una sola cosa
O aprendemos a cuidarnos, tomar distancia y cuidar a nuestros semejantes o nos carga el payaso y no solo el coronavirus mata, mata todo lo que no tiene cura y mata todo lo que por nuestra inconsciencia genera muerte.
¡Total! Desde ese día a la fecha, les he dicho lo mismo y hoy más que nunca, quiero dejar patente mi comentario de la columna pasada.
¡Aprendamos a vivir sin miedo, pero hagámoslo con las debidas precauciones!
Y con ello no quiero decir que usemos cubre bocas solo ahorita y hasta que se encuentre la cura, hagámoslo siempre, siempre que estemos enfermos de la gripa, toz, alguna enfermedad de las vías respiratorias. Seamos conscientes o que, acaso ustedes ¿Cuándo andan malos de la toz son conscientes y usan cubre bocas? Conozco a 1 o 5 personas que si lo hacen, el resto ni a mentadas, es más, ni las manos se lavaban y mucho menos tomaban sana distancia o acaso no ubican sus salidas al antro y sus “post” “ Ese día estaba que me cargaba pifas con la gripa, pero bien que me divertí, Si no se me quita, al menos se me olvida”
No se rían, ni ofendan, lo han hecho, es más, lo hemos hecho.
O acaso ustedes cuando andan con su carrito que le fallan los frenos, los limpiaparabrisas, el motor, no salen diciendo “Pues ojala no llueva, alcabo vamos aquí cerquita, ojala y no se pare”
Siempre saliendo sin miedo y sin precauciones. ¡Clásico!
Así como “precavidos” no lo somos, a mí en lo personal, me sorprende como nosotros mismos juzgamos el actuar de la autoridad y culpamos a diestra y siniestra el modelo que llevan. Y no decimos nada de lo que nosotros hacemos.
Salen todos cuan Juan Sin Miedos “Encomendados” a dios, y hoy se quejan de que les dicen “Vivan sin miedos, pero cuídense mucho”
No se hagan, ni tienen seguro de vida, ni tienen paquete funerario y mucho menos, seguro del carro y salen con sus cosas…
¡Se ven mal amiguitos! O somos o no somos.
O ustedes creen que el Estado sale y obliga al ciudadano a no usar cubrebocas, a salir a la calle a comprar blusitas para “desaburrirse” ¡No amigos! No lo hace, lo hace nuestra inconsciencia. Sin embargo, hoy no hablare de la inconciencia, hoy les contare una de 300 anécdotas de un sujeto cualquiera.
Era un joven que había reprobado 1 año de secundaria (el segundo) y había concluido la secundaria y obviamente ingreso a la preparatoria, concluyó primer semestre y paso a segundo y en ese semestre, reprobó 8 de 10 materias y se las llevó a extraordinario. Llego a casa y dijo “ahora que hago, me va a agarrar a cinturonazos, mi jefita” y como el sujeto toda la vida le ha gustado tener un poco de billete en su bolsa, pues tenía 500 pesos y a la mañana siguiente acudió a la preparatoria #4 y pidió 8 boletos a extra y la secretaria le dijo- No mijo, ya mejor vengase el próximo semestre a lo que él contesto – No, mire, no pierdo nada, quien quita y pase una. ¡Total! Se llegaron los días de exámenes y pasó 3 y pues aún tenía billete y acudió nuevamente a comprar 5 boletos a título y nuevamente le volvió a decir la Secre- No mijo, ya vengase el próximo semestre y el joven le contestó- Mire, ya si repruebo, solo vendré a 5 materias, en una de esas paso otras y el joven salió con la actitud de “Quien quita” “rifado como siempre” Ese sujeto a lo largo de la vida nunca ha sabido cuanto le van a pagar en sus trabajos y aun así “le entra” Y se entera del pago, el día que le “cae” la quincenita.
Pero bueno, estábamos con los exámenes. Llegaron los días clave y aprobó 1, reprobó 1, aprobó 1 y reprobó 1. Le quedaba un último intento, solo tenía una oportunidad y le quedaba el examen final y para su suerte lo “panzo” con 6 y se llevó 2 materias a recusarlas.
Cosas de la vida, solo había pasado 2 materias de 10 y al final de su intento, reprobó 2 de 10 materias.
A donde quiero llegar con la anécdota
A que el sujeto se arriesgó, sin miedo, con la actitud positiva, tomando sus precauciones, sabiendo que si no lo intentaba, jamás hubiese descubierto el resultado. Con ello no quiere decir que su servidor los invita a salir sin miedo y sin precauciones ¡NO! Que quede claro que no es así, es salgan, que el miedo no los haga presa de sus propias limitantes. Salgan y si necesitan salir a trabajar, comer y a vivir, Salgan, pero salgan con sus precauciones. Háganlo SIEMPRE, no solo por el covid19, sino por el hecho de vivir, de vivir sin miedos.
Sabían que: la JNSD se trató de que el sistema hospitalario no colapsara, y si somos listos, siguen diciendo ¡Si puedes quédate en casa! Y sino ¡Aplica la sana distancia! No están invitando a que hagas tu vida “Normal”, que dicho sea de paso, muchas enfermedades se contagian igual que el covid y antes no usábamos cubrebocas.
¡Ánimas! ■
