Dani Rodrik, economista de origen turco y ciudadano estadounidense, maestro de las Universidades John F. Kennedy y de Harvard, en su más reciente obra “La paradoja de la globalización: la democracia y el futuro de la economía mundial” sostiene que un país que no fortalece su mercado interno depende siempre del mercado internacional para mantener estable su economía y que ante la caída en crisis de un país potencia económica el impacto en su economía sería catastrófica debido al factor globalización que vivimos hoy en día.
De esto debemos comprender, que en la actualidad, un país difícilmente pueda diminuir dicha dependencia en materia económica y en crecimiento sin fortalecer su mercado interno, para ello deben emprenderse diversas acciones y así disminuir los impactos en forma de poco crecimiento, decrecimiento e incluso caer en alguna crisis económica cuando un conflicto como el de Arabia Saudita con Rusia se presenten.
Dentro de dicha obra, Rodrik, sostiene que para que un país pueda fortalecer el mercado interno debe emprender diversas acciones como la de implementar programas sociales de becas para estudiantes, personas desempleadas, madres solteras, entre otros, al mismo tiempo debe implementar acciones para fomentar la inversión y por ende el empleo, así como asegurar una real impartición de justicia, así como fortalecer los derechos laborales, entre otros.
La aparición del virus COVID-19 ha puesto en jaque a una gran cantidad de naciones, las potencias China y Estados Unidos han sufrido pérdidas en millones de dólares, otros países con menor fortaleza económica se han visto sumergidas en una crisis no solamente económica, sino social y política al carecer de servicios de salud sólidos ni medios para hacer llegar a sus ciudadanos el apoyo, como lo son los casos de El Salvador y Ecuador.
México a un año de las elecciones en las que triunfó por primera vez en la vida democrática del país un candidato de la izquierda se encuentra en plena transición de un sistema económico a otro, en el que incluso la relación que existía de sometimiento del poder económico sobre el político se encontraba en vías de cambio para lograr que la relación no fuera más de sometimiento, sino de colaboración y respeto para lograr el desarrollo y progreso del país.
El virus llega a nuestro país en un momento de transición de un modelo a otro, la pugna política entre la derecha y la izquierda polariza a la sociedad, los sistemas de salud fueron recibidos al borde de la quiebra, así como una situación en la que los derechos laborales de millones de mexicanos se encuentran pisoteados y abusados por el sector empresarial rapaz en el país, esto gracias a la reforma laboral implementada por Felipe Calderón con el que se retrocedió en los derechos ya conquistados y se permitió el abuso de la clase trabajadora en nuestro país, debilitando los derechos ya conquistados a través del outsourcing y otras modalidades del empleo.
En México, millones de mexicanos dependen de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) que generan el 72% del empleo y poco más del 50% del PIB, siendo hasta el 2019 (según datos del INEGI) poco más de 4 millones pertenecientes a este sector, de estas, significando que de este sector depende la mayoría de los mexicanos para llevar el pan a su hogar y el Estado para obtener recurso para el presupuesto anual.
Estas cifras deben ser determinantes para que el Gobierno de México plantee un proyecto de rescate económico no solamente para la crisis que se avecina, sino para el resto del sexenio y pensando a futuro, el reto será implementar las reformas necesarias en materia laboral para devolver los derechos arrebatados por los gobiernos panistas y además fortalecerlos para que la clase trabajadora en el país cuente con certidumbre laboral (prestaciones, seguridad social, etc.), de igual forma deberá implementar una reforma en materia fiscal que permita a las MiPyMEs respirar y consolidar su economía, crecer y por ende brindar más empleo. La época en la que los rescates económicos eran pensados en los grandes empresarios del país, así como en las transnacionales han terminado, según declaraciones del Presidente.
El modelo económico debe cambiar, algunas acciones necesarias (según economistas) ya se han implementado, el siguiente paso será fortalecer lo ya señalado, el próximo domingo serán anunciadas las medidas en materia económica ante la crisis que se avecina, lo cierto es que no serán suficientes las anunciadas por el gobierno, los ciudadanos tenemos la obligación de modificar nuestras conductas de consumismo, la fortaleza de la economía depende de todos. ■
