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viernes, 29 marzo, 2024
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La solidaridad en tiempos de Covid-19

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Por: Omar Guzmán Miranda •

La solidaridad entre las personas y entidades sociales, es uno de los valores que más ha contribuido a la evolución de la humanidad por las vías de su continuo mejoramiento. Gracias a la solidaridad se ha podido contrarrestar en gran medida el egoísmo y la maldad que están ahí en la parte negativa de la naturaleza humana. Solo gracias a la solidaridad en la más remota antigüedad los primeros humanos pudieron imponerse a otros animales a pesar de sus gruesas pieles, garras, fuerzas y pelajes, y pudieron coordinar acciones conjuntas para alimentarse y sobrevivir a pesar de las más grandes inclemencias y vicisitudes. Así crearon el lenguaje como sólido medio de comunicación, que lo llevo a reconstruir las cosas en sus cabezas y dar paso de esa manera al surgimiento del pensamiento creativo, que lo llevó a gestar un mundo cada vez más pletórico y amplio que el que encontró. Gracias a la solidaridad las grandes epidemias y confrontaciones bélicas han sido encausadas y solucionadas con la obtención de magnificas enseñanzas históricas desde cuyas alturas hoy nos lanzamos a la lucha diaria para resolver problemas.

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Todo lo que habla del mejoramiento y riqueza de nuestras vidas está relacionado con la solidaridad que tiene como complemento directo al amor que cada cual prolija al otro, y desde el cual, cada ser y colectivo humano, se nutre y se reinventa. Por mucho que los pesimistas y personas de mala voluntad traten de presentar la perversidad de algunos como algo notable, siempre se han impuesto los logros alcanzados por la humanidad, debido a sus denuedos conjuntos, que hacen comprender esos yerros como una mera mancha en la incesante e indetenible marcha del concepto humano en su sentido positivo.

Ante la aparición de una pandemia como la COVID 19, se despliega y viste de largo nuevamente la solidaridad entre cada ser humano. Esta precariedad no le es ajena a nadie. Cada quien hace algo: investiga, cura, gestiona, produce, ayuda, aconseja, alienta, da lo que tiene: todos ponen su granito de arena en la edificación de la victoria. Y lo sublimemente humano es que lo hacen desde sí hacia los demás. Los que se separan de la marcha por algún inexplicable desatino, son convocados y reincorporados al combate porque prima como diría José Martí: “La razón de todos en las cosas de todos”. Y se ve la claridad de su consigna de solidaridad: “Con todos y para el bien de todos”. Solo en solidaridad se gestiona la concordia, el amor, la paz, la unidad, la regencia, la buena voluntad, la imaginación y la crítica constructiva. ¡Y aparecen soluciones! Las verdaderas soluciones de los problemas humanos, las que duran por los tiempos de los tiempos, están montadas en los rieles de la solidaridad.

En tiempos de COVID19, todos ayudan directa o indirectamente. Nadie queda fuera de las retroalimentaciones entre todos para hacer más humanidad. Hay tristeza por tantas muertes, pero también hay alegría ante tanta solidaridad. Hoy un virus nos lleva a entender que tenemos objetivos comunes más allá de las diferencias; nos compulsa a ver que el dolor y la lucha conjunta por erradicarlo nos unen. Hay un bien común del que disfruta cualquier ser humano, esté donde esté, y provenga de donde provenga: la vida y el mejoramiento humano. Por eso, hay ayudas, consejos, apoyos económicos, luchas por encontrar curas, denuedos para coordinar acciones ante un problema común. Hay mucha humanidad. ¡Cuánta belleza cunde cuando hay tanta solidaridad y humanidad!.

Así se aplanan los caminos de los enormes problemas que hoy tenemos más allá de la pandemia como la desigualdad, el hambre, la miseria, las discriminaciones, los egoísmos, las ambiciones absorbentes, las fallas estructurales de los sistemas. Cuando somos solidarios y colaboramos unos con otros, estamos nivelando a los factores más contrapuestos de la sociedad ante un problema/as que nos afecta a todos por igual sin tener en cuenta frontera alguna. El COVID nos une hoy, y la solidaridad nos reconstruye siempre, y nos hace ser siempre más humanos. Gracias a la solidaridad, venceremos. ■

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