■ Se hace más notorio “el contagio” en padres y madres cuyo cónyuge padece esta enfermedad
El alcoholismo es una enfermedad física, mental y emocional considerada “familiar”, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta no sólo a quien bebe, sino en promedio, a cinco personas más del entorno directo del enfermo alcohólico.
No obstante la multiplicación de las afectaciones del alcoholismo, “hay muchos más grupos de Alcohólicos Anónimos (AA), que de Al-Anon y Alateen”, observó, Ceci A, militante de los Grupos de Familia Al-Anon (GFA) y coordinadora del VII Simposio “Al-Anon y Alateen para Profesionales”.
“Como profesionales son nuestros mejores aliados”, pues mantener un contacto con quienes atienden e identifican a personas afectadas por la forma de beber de un familiar o amigo, permite que sean canalizadas “a nuestros grupos, y -ustedes- puedan considerarnos una herramienta útil para el tratamiento integral de contagio familiar del alcoholismo”, expuso.
Por su parte, la educadora María Dolores Castrellón, dijo que en su experiencia, se hace más notorio “el contagio” de la enfermedad del alcoholismo en padres y madres de familia cuyo cónyuge la padece, mientras que en niveles de primaria y secundaria lo es en los hijos, quienes presentan síntomas como desconcentración, desorganización e incumplimiento de tareas escolares, personalidad introvertida, tendencia a llorar, agresividad, entre otros.
Su formación en la escuela Normal como educadora no la instruyó para atender este tipo de problemáticas “cada vez más frecuentes”, que también derivan muy probablemente en el inicio del consumo de alcohol a edades tempranas, y posteriormente en el consumo de otras drogas, expuso.
“Cuando nosotros notamos eso tenemos esta opción de canalizarlos a Al-Anon y Alateen”, grupos constituidos por familiares de enfermos alcohólicos, el último exclusivo para hijos e hijas, de entre 12 a 20 años.
Castrellón dijo que solicitó ya una reunión para ayudar a una alumna suya que vivía en un ambiente familiar alcohólico y que con esta guía, “la niña superó muchos problemas de aprendizaje y conducta que tenía”.
El programa de 12 pasos de Al-Anon y Alateen, organizaciones fundadas respectivamente en 1951 y 1957 en los Estados Unidos, y que actualmente tienen presencia en más de 130 paises con más de 26 mil grupos, “ayuda a sus miembros a entender qué es lo que está sucediendo en sus hogares y a desprenderse emocionalmente de la enfermedad”.
En los GFA los familiares de alcohólicos aprenden “que solo pueden cambiarse a sí mismos y no a su enfermo, pero también que no deben cargar con la responsabilidad del comportamiento de sus padres o familiares. Aprenden que pueden sobrevivir e incluso ser felices (…) eso ofrece el programa”.
Desde el ámbito de la salud, Carlos Rafael Origel Recéndez, informó que el alcoholismo es el segundo trastorno mental más frecuente después de la depresión y que, aunque afecta principalmente a hombres, cada vez hay más mujeres que la padecen.
Sus causas son bio-psico-sociales expuso el médico psiquiatra en el Hospital de Especialidades de Salud Mental de Calera y docente en las universidades autónomas, de Zacatecas y Durango.
Explicó que existe un componente genético que se hereda, pero también influye en las manifestaciones de la enfermedad la manera en que las personas procesan emocionalmente los problemas cotidianos y el entorno social.
Casi en un 90 por ciento de los casos el paciente tiene “un trastorno base” que se está “automedicando” con el consumo de alcohol. Si no puede dormir, sufre ataques de pánico o ansiedad o padece depresión, “se da cuenta que al consumir alcohol ya no le pega tanto esa parte emocional y empieza a engancharse”.
En el tratamiento de la enfermedad es importante que los familiares acudan a algún grupo de recuperación Al-Anon y Alateen, pues observó, la familia funciona al modo de “un engranaje de reloj”.
El rechazo que sufre el alcohólico hace que aumente su consumo, y a la par, la depresión que puede causar en los familiares su conducta, por ejemplo para el caso de la madre de familia puede expresarse en el “síndrome de la madre muerta”, quien aunque esté físicamente presente con los hijos está afectivamente ausente.
“Eso genera que más adelante también los niños puedan desarrollar otro tipo de trastorno”.
También para compartir sus experiencias fueron invitados, el funcionario del Poder Judicial, Arturo China Tepal, y militantes tanto de AA como de Al-Anon, Alateen y grupos de hijos adultos de enfermos alcohólicos, quienes en sus testimonios de recuperación reiteraron que “el alcoholismo se contagia, pero la recuperación también se contagia” dentro de la familia.
Para informes sobre la ubicación de los GFA en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe, se ofrecieron los números, 492 870 8888 y 492 174 5473.
