Alejandro Tello Cristerna encontró piedras preciosas en la 33 Convención Internacional de Minería en México. Todo parece indicar que el gobernador estaría en trayecto libre para recomponer su relación con los dueños del oro y la plata en el mundo. Un mensaje de unidad podría ser su puerta de entrada a una nueva etapa de productividad y sinergia con un gremio que mueve el 2.4% del Producto Interno Bruto en el país.
De la reyerta por la aplicación de tasas impositivas estatales a las mineras, por concepto de remediación ambiental, la reconfiguración política después de la elección del 2018 ha empujado a los actores político-económicos antes en pugna, a una alianza por defender el pago tributario de las minas para los pueblos mineros. Lo que conocemos desde 2014 como el Fondo Minero.
El mandatario zacatecano tuvo el atino, como siempre, de estar a tiempo en donde se le requiere. En esta ocasión fue la conferencia de prensa que ofreció la CAMIMEX y la AIMMGM a distintos medios de comunicación, previo a la inauguración de una edición más de la exitosa convención internacional. En la rueda de prensa estaba programada la presencia de al menos cuatro gobernadores estatales. Únicamente Tello se presentó puntual a la cita.
En buena medida, al zacatecano le ha ayudado encabezar los trabajos de la Comisión de Minería en la Conferencia Nacional de Gobernadores. Se enfrentó con un pool de prensa que un par de días antes tuvimos la oportunidad de sentarnos a la mesa y dialogar con especialistas en materia minera, y donde desahogamos, sin reservas, los temas puntiagudos que enfrentan las empresas extractivas.
Acompañado del subsecretario de Minería, Francisco José Quiroga Fernández, así como del presidente de la Cámara Minera de México, Fernando Alanís Ortega, el representante de la CONAGO en el tema de minerales concesibles mostró la alianza que se ha forjado entre los mandatarios estatales y las empresas para dar la lucha por el Fondo Minero, una vez que la Cuarta Transformación decidió inicialmente convertirlo en tandas y luego en (más) becas.
La petición de los dueños del oro y la plata a nivel internacional ha existido desde hace tiempo en su cartera de cabildeo: que el estado les permita deducir los gastos en exploración de reservas minerales, una concesión que tenían hasta antes de la reforma 2014, y donde se han visto obligados pagar impuestos sin recibir ingresos, pues las etapas de investigación en campo les representan gastos durante 5 o 6 años, con el riesgo de encontrar o no yacimientos para explotar.
Esa sería una de sus cartas fuertes y que encontraría respaldo entre el grupo de gobernadores del PRI y del PAN. El segundo tema, y de mayor relevancia: que el impuesto que hizo descender a México como uno de los países más atractivos para la inversión de capital extranjero de minas, el impuesto que va al Fondo Minero, sea distribuido de forma justa y se destine a obras carreteras e infraestructura hídrica en los municipios.
Con el marco fiscal y legal presente, la explotación de minas en México -que tiene un nuevo enfoque en sustentabilidad ambiental- paga por derechos e impuestos 47% de carga tributaria sobre los dividendos obtenidos del subsuelo, propiedad del estado. A nivel internacional, esa misma tasa impositiva ronda el 30 o 35 por ciento, lo que pone a nuestro país como uno de los que más obtiene dividendos por recaudación minera.
Ese 47% de cobro por derechos e impuestos puede parecer justo o no, sin embargo, atiende la razón a las empresas extractivas en solicitar que sus erogaciones al estado se destinen a lo que originalmente fue su objetivo: los municipios mineros. Al insistir sobre este punto en su discurso durante la inauguración de la 33 Convención Internacional de Minería, Alejandro Tello le arrancó un sonoro aplauso al público en el palacio de convenciones del puerto de Acapulco.
Entre los invitados de honor, escuchaban atentos Javier Corral Jurado, José Rosas Aispuro, Héctor Antonio Astudillo Flores, Fernando Alanís, y Salvador García Ledesma, presidente de la AIMMGM y organizador del evento. Más confiado y suelto en su lectura de un discurso conciliador, en donde el llamado a la unidad con el gremio minero estuvo presente, Tello Cristerna dejó un buen sabor de boca en el Forum del Mundo Imperial.
El gobernador parece asumir la necesidad de reconstruir la relación con uno de los gremios estratégicos de la economía nacional y global. Un dato le podría servir: el boom de la minería en México mostró su pico más alto en el periodo 2010-2011. Las inversiones que se registraron en esos años fueron las más potentes que habían llegado al país.
Sin embargo, a partir del 2011, debido a la inestabilidad en los precios de los metales en el mercado mundial, la reforma 2014 pega en los ingresos de los proyectos mineros cuando la curva de crecimiento comenzaba a mostrar estancamiento y descenso.
Twitter: @GabrielConV
