■ El pasado día 15 publicó en su cuenta de Twiter: “debería caer una bomba en el Zócalo”
■ La libertad de expresión es un derecho fundamental, el agravio a otros es el límite: abogado
El pasado 15 de septiembre Ximena García, empleada de Interjet, publicó a través de su cuenta de Twiter: “debería caer una bomba en el Zócalo” y la reacción de los usuarios de redes sociales no se hizo esperar, el tuit se volvió viral.
Luego del desafortunado mensaje, la aerolínea lamentó la inaceptable publicación en redes sociales e hizo del conocimiento público que se está realizando una detallada investigación interna.
ESTE ASUNTO VERSA EN EL POSIBLE DAÑO DE IMAGEN AL PATRÓN
Respecto a las repercusiones que pudieran darse a partir de las declaraciones de la piloto, el abogado laborista Gustavo Castillo explicó que, este tipo de casos son muy interesantes, pues la realidad rebasa todo lo que la ley alcanza a cubrir y si bien es cierto, la libertad de expresión es un derecho fundamental, el agravio a otros es el límite.
En caso de presentarse un despido, el abogado detalló que en la Ley Federal del Trabajo se prevén 15 causales de recisión de la relación laboral que van desde falta de probidad y honradez hasta injurias, negligencia, hostigamiento y acoso sexual.
También encontró que este asunto versa en el posible daño de imagen al patrón en el ejercicio de la libertad de expresión. En este tipo de temas hay que procurar el contexto del mensaje, ya que desde las redes sociales se juegan bromas o se hacen memes, y el contenido se lee desde esa lógica.
Lo que hay que analizar es hasta qué punto se dañó la imagen de la empresa, esa es la parte importante y que las Juntas de Conciliación y Arbitraje tendrán que identificar y reflexionar con mucho cuidado.
El especialista en derecho laboral, expuso que hay una nueva figura legal del que este caso podría servirse: “el agravio, el maltrato que se hace a los clientes del patrón, pero cuántos de ellos [usuarios de twitter] son clientes del patrón, aquellos que opinan que hay que despedirla, ¿todos ellos son clientes de la aerolínea, del servicio?”
HAY QUE PROCURAR EL CONTEXTO DEL MENSAJE; DESDE LAS REDES SOCIALES SE JUEGAN BROMAS
Lo importante de revisar procesos como este reside en polemizar si una conducta individual produce perjuicios a una empresa. Más allá de que algunos pudieran calificar la situación como trivial.
Hasta el momento, el daño a la imagen pública se ha considerado para los trabajadores al servicio del estado, por ejemplo, cuando se porta el uniforme y el servidor público entra a un antro o una cantina.
Sin embargo, en el caso de la piloto y la aerolínea, la manera en la que se podría confirmar algún tipo de afectación es revisando el número de pasajero antes y después de la publicación de la empleada.
En lo referente a la delimitación entre lo público y lo privado, Gustavo Castillo explicó que una vez que se sube contenido a redes sociales, el mensaje se hace público. Diferente a escribir por Whatsapp, Inbox o grupos cerrados, pues una cuestión particular, ella misma decidió convertirla en pública, y cualquiera tiene acceso al mensaje.
Asimismo, el experto en asuntos laborales asintió que lo ideal sería que el proceso se registrara en medios de comunicación. Sin embargo, los procesos de justicia laboral tienden a ser muy largos porque las Juntas de Conciliación y Arbitraje trabajan de manera lenta.
