■ Verificará afectaciones a un manantial que han denunciado ejidatarios de Cedros
■ En esta zona continúan sin solución los conflictos entre comunidades y las empresas mineras
Este miércoles alrededor de las 10 de la mañana se espera el arribo al valle de Mazapil, de Ricardo Peralta Saucedo, quien acude para verificar las afectaciones a un manantial que han denunciado ejidatarios de Cedros, antes abastecía a esta comunidad, y que atribuyen a la extracción del líquido que ha hecho desde 2009 la empresa Peñasquito de Newmont-Golcorp, así como para evaluar los avances en el cumplimiento de compromisos entre las partes, negociados ante la Segob en la Ciudad de México durante las recientes semanas.
En el valle de Mazapil continúan sin solución los conflictos entre las comunidades y las empresas mineras.
Desde las 8 de la mañana de ayer, y como preámbulo a la visita del funcionario federal (que cabe mencionar es la primera de un subsecretario de la Segob a la zona para intervenir en un conflicto), se colocaron en las inmediaciones de Peñasquito más de 150 camiones de carga y pipas, para demostrarle el número e identidad de quienes se han quedado sin trabajo en la mina y que proceden de entre otras, las comunidades de Cedros, Mazapil, Tecolotes, El Vergel, Palmas y Mesas, y que han alegado en su favor el compromiso que señalan incumplido por parte de la empresa extractiva, realizado mediante convenios que también se remontan a 2009.
No lejos de allí, también ayer, el emblemático líder de la resistencia en Salaverna, Roberto de la Rosa, junto con otros integrantes de la comunidad donde se asienta la Minera Tayahua S.A. de C.V. subsidiaria de Frisco, propiedad de Carlos Slim, pararon los trabajos del cerco con malla ciclónica que realiza desde hace semanas la empresa en torno de la comunidad.
Cabe mencionar que la Minera Tayahua no ha podido demostrar ante la Sedatu, donde se mantiene abierto un expediente por el tema, ser la propietaria legítima de las tierras que reclama como suyas, mientras que los habitantes alegan su posesión ancestral, hecho que hicieron valer los campesinos para detener estos trabajos que se suman al incremento reciente de las detonaciones en el lugar que agravaron las grietas en sus casas y que se agregan a la presencia reciente de operadores políticos que han negociado sumas económicas más fuertes con respecto a los ofrecimientos que por años hizo la empresa a los habitantes, para incentivar que abandonen Salaverna.
La problemática entre las mineras y las comunidades en el valle de Mazapil tomó otro cariz luego que Newmont se fusionó en enero de este año con Goldcorp, última que se había asociado a mediados del 2018 con Grupo Frisco de Slim Helú para explotar, se informó a accionistas de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), los yacimientos minerales en toda esta zona.
Ayer informó Rigoberto López Martínez, comisario ejidal de Cedros que se hizo presente en la comunidad como avanzada de la visita de Ricardo Peralta Saucedo, Sonia Salazar Ham, jefa de la Unidad de Atención a Organizaciones Sociales de la Subsecretaría de Gobierno que encabeza Ricardo Peralta Saucedo, con quien se entrevistaron tanto integrantes de ejidos como la población de las comunidades aledañas al proyecto extractivo de Newmont-Goldcorp.
El pasado febrero los ejidatarios de Cedros y transportistas iniciaron un cerco a la empresa que duró poco más de dos meses, en reclamo de que se les devolvieran contratos de trabajo para el acarreo de materiales, y demandando entre otros aspectos, que se resarciera el daño que dicen ha causado la empresa al manantial.
Al conflicto prosiguió una serie de encuentros que han tenido su sede en las oficinas de la Secretaría de Gobernación en la Ciudad de México, donde finalmente los ejidatarios convinieron levantar el cerco, mientras que la empresa retiró una denuncia penal en su contra por entre otros delitos, el de extorsión.
López Martínez informó que el motivo de la visita de Ricardo Peralta Saucedo es “para constatar las afectaciones” de la empresa a Cedros y otras comunidades aledañas y el trabajo que les proporciona, que dijo, “es muy poco”.
“Y más que nada a escuchar el sentir de la gente de Mazapil, de la gente de toda la región, prácticamente a hacer un balance de lo poco que se ha avanzado –en el cumplimiento de los compromisos concertados en la mesa de negociación- pero sobre todo a atestiguar la unidad de los transportistas y de la gente de donde está establecida la minera”.
Precisó que uno de los acuerdos a que llegaron para liberar las instalaciones de Peñasquito fue que el Subsecretario de Gobernación “tenía que asistir a mitad de la negociación para verificar qué tipo de avance, si podía ser significativo, o en realidad no hay mucho”.
En el tema del agua viene a verificar las afectaciones al manantial, y respecto de los transportistas de carga de la empresa local CAVA, a hacer lo propio respecto de los más de 150 que reclaman los contratos de trabajo de acarreo de materiales y agua.
La minera dice que ha dado 50 contratos, pero dijo Rigoberto López, “no vemos de quien sean (…) pues no han entrado a trabajar desde que liberamos la mina”.
“Nosotros estamos buscando que se vaya la empresa que ha desplazado los camiones de los ejidatarios de las diferentes comunidades de la región, una empresa que es española y que no tiene nada que hacer aquí. El trabajo es de los zacatecanos, de los mazapilenses, de las comunidades, de la gente que está afectada”.
López Martínez reiteró la idea que la lucha de los ejidatarios que han rentado sus tierras a Peñasquito es legítima, “quien ha provocado los bloqueos son ellos por el hecho de incumplir sus compromisos a los que se sometieron cuando arribaron a esta tierra”.
“Nosotros seguimos insistiendo que estamos defendiendo nuestros derechos, estamos defendiendo los derechos de nuestra gente y vamos a continuar en pie de lucha. Si esto no se resuelve, bueno, lo sentimos por la empresa, porque nosotros tenemos que hacer lo que nos corresponde como representantes”.
