El sábado pasado fue entregado a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2019. El propio secretario de Hacienda concurrió al pleno a explicar los criterios que guiaron la integración del proyecto, y a más tardar en dos semanas la Cámara deberá desahogar una de sus tareas exclusivas: aprobar el PEF. Pronto sabremos si la nueva mayoría integrada por Morena y sus aliados introdujo reformas para combatir la desigualdad social y territorial, y cual es la modalidad que adopta finalmente el cumplimiento de su obligación de determinar y publicar los tabuladores con las remuneraciones de los servidores públicos, en especial los del Poder Judicial. Solo quedan unos cuantos días para que los legisladores federales de Zacatecas, junto con los de otras entidades cuyas universidades públicas están en problemas serios de financiamiento, convenzan a la mayoría de la Legislatura de aprobar recursos para resolver esa problemática. El asunto no es sencillo, dada la escasez de recursos disponibles, y que el problema debió haberlo resuelto la anterior administración federal. También juega su papel el hecho de que las autoridades universitarias no tomaron las medidas contundentes que se requerían para convencer a la población de que la administración legal y transparente de los recursos estaría asegurada.
Por otro lado, resulta preocupante que una proporción no despreciable de personas esté publicando en las redes opiniones muy críticas sobre las acciones de presión desarrolladas los últimos días por los sindicatos universitarios, lo que refleja una gran incomprensión sobre el papel de la universidad en el desarrollo de Zacatecas. Es muy importante reconocer que una buena parte de la propia comunidad universitaria no conoce las líneas principales de la reforma universitaria que presentaron en una reciente sesión del H. Consejo Universitario, en presencia del subsecretario de Educación Superior, Dr. Luciano Concheiro, y que suscitó expresiones de aprobación de su parte. Y ello significa que es muy probable que sean muy pocos los zacatecanos que tienen clara la justificación de la demanda de más recursos: la universidad puede y debe ser la palanca fundamental para el desarrollo integral de nuestra entidad. A estas alturas de la batalla por más recursos no queda sino reconocer que haca falta una gran campaña de difusión institucional sobre su compromiso por una verdadera reforma universitaria.
Grande también es el compromiso de las autoridades del estado de Zacatecas y de sus fuerzas políticas, en estos pocos días disponibles para lograr los recursos para solventar los compromisos laborales de fin de año, y para que el subsidio que se logre permita resolver el déficit recurrente en la UAZ y en el sector educativo. En cuanto al boquete financiero que significa la nómina de cientos de maestros estatales, también falta mucha información sobre las causas de su existencia y sobre las razones por las que la administración anterior se negó a resolverlo. Esperemos que el gobernador del estado, los legisladores y los partidos actúen unidos y con firmeza en estos momentos de emergencia,
