La austeridad como eje rector de la administración

El mal uso del recurso público tiene como consecuencia programas sociales mal implementados que no tienen ningún impacto en la vida diaria de la ciudadanía, personas que se enriquecen a costa del erario y corrupción al por mayor. Dentro de los presupuestos para las diferentes instituciones gubernamentales, poderes legislativo y judicial, así como para los diversos ayuntamientos, existen capítulos en los que se destinan grandes cantidades de dinero que termina siendo un gasto innecesario. Las bolsas destinadas para gasolina, material de oficina, telefonía, entre otras, comúnmente terminan siendo destinadas para el beneficio del personal de las instituciones, viajes personales, pago de telefonía personal e incluso para vehículos particulares, por ello, la importancia de eliminar o administrar de mejor manera dichos recursos, pues algunos terminan siendo necesarios para el desarrollo eficaz de las funciones de ciertos departamentos.
Por el contrario, existen capítulos que debiesen ser eliminados por completo, en el caso particular del congreso del estado, han perdido valioso tiempo en el que pudiesen haberse realizado una gran cantidad de propuestas, en debatir públicamente, exponer a sus compañeros y culpar a los demás por la intención de todos de repartirse un recurso que legalmente quedó prohibido para que ellos pudieran recibirlo o administrarlo directamente, ahora buscan otros capítulos para destinarlo y así aumentar sus beneficios; por otro lado gobierno del estado ha destinado e incrementado una bolsa para el pago de bonificaciones para los funcionarios de primer nivel.
Vienen los tiempos para presentar los proyectos de presupuestos de ayuntamientos y demás instituciones y con ello viene el tiempo para que funcionarios y representantes muestren su verdadero rostro, muchos de ellos han llegado al cargo gracias a que miles de ciudadanos votaron por un proyecto alternativo que tiene por objetivo lograr la cuarta transformación del país y ahora es momento de demostrar en sus propuestas de presupuestos si realmente están comprometidos con dicho proyecto que tiene como bandera la austeridad republicana.
La austeridad republicana no se refiere a otra cosa más que a un manejo responsable del recurso público y a terminar por completo con el despilfarro del mismo que durante años ha sido la bandera del beneficio personal y político. Ahora quienes han sido electos gracias a este proyecto de nación están obligados a demostrar con hechos que no fue solo un discurso con fines electoreros, eliminar todas estas partidas destinadas para el beneficio personal de funcionarios debe convertirse en uno de los ejes rectores de dichos presupuestos, con ello no solo se cumplirá con una promesa, se lograrán asentar las bases para que quienes acostumbrar a llegar a cargos para forjar grandes riquezas terminen por adaptarse a una nueva era de la administración pública, a una era en la que los funcionarios y representantes populares aspiren a dichos cargos con el objetivo de cambiar la realidad de miles de ciudadanos y no solamente la propia.
Por otro lado, la propuesta de una consulta ciudadana para decidir si se construye un nuevo aeropuerto que hasta el momento ha costado millones de pesos más de lo presupuestado para dicho avance, tiene también la finalidad de ahorrar recurso, pues con mucho menos de lo presupuestado para un nuevo aeropuerto, se puede mejorar y ampliar el espacio en Santa Lucía, al mismo tiempo se abren las puertas para que México pase de una democracia representativa a una participativa en la que los ciudadanos cumplan con sus obligaciones como tales y decidan sobre asuntos tan importantes de la vida pública del país.
Mientras algunos, los grandes empresarios que durante años pagaron pocos impuestos comparados con la gran mayoría de los mexicanos, critican esta acción, otros expertos la respaldan, si bien es necesario mejorar la aplicación de dichas consultas, como ciudadanos estamos obligados a participar de forma honesta e informada, el tema ha sido debatido públicamente desde hace meses y se ha mostrado que es una obra en la que la corrupción es el principal objetivo. Quienes han intentado desprestigiar la consulta ciudadana votando, o al menos eso dicen, en varias ocasiones creen que todos los mexicanos contamos con la misma calidad moral que la de ellos, está siendo comprobado que los ciudadanos acudimos y votamos porque queremos que las decisiones importantes nos sean consultadas.
Esta consulta ciudadana terminará por demostrar que somos más los mexicanos que queremos que se acabe con la corrupción que se presenta a través de obras públicas y que queremos a la austeridad como el eje rector de la administración pública, el mensaje será para todos los niveles y poderes ¿responderán eliminando bolsas que traen consigo beneficios para la clase política? ¿Pondrá el ejemplo el gobernador Alejandro Tello eliminando los bonos para funcionarios? ¿Los presidentes municipales harán lo mismo? Los diputados han demostrado que su interés es el personal, pero aún hay posibilidad de ganar credibilidad para los demás.