(6 CONCURSO DE CUENTO CORTO DE LJZ)
Había una vez una familia ordinaria que, al llegar la Navidad, tan contenta estaba en vacaciones, se divirtió el 25 de diciembre. El día de Navidad la hija llamada Xochilt dijo “Quiero bienestar de mi familia”. En el momento que lo dijo pasó una estrella fugaz, y la estrella dijo: “Muy bien, éste será tu primer deseo”. Xochilt respondió “¿Así que me quedan dos deseos más?” –“Sí”, dijo la estrella. Y se puso muy feliz Xochilt. Y la estrella dijo: “Cada Navidad podrás tener un deseo”, a lo que Xochilt respondió “¡Okay, estrellita, estrellita!”
Pasó tiempo y el 26 de febrero fue el cumpleaños de Xochilt y la estrella le regaló un pez dorado. Ella estaba muy feliz. Le dijo a su mami: “Mira, lo nombraré Emia”. Y se puso feliz por su hija.
La Navidad siguiente fueron sus abuelos y estuvo muy feliz, así que cuando la estrella la visitó para darle su deseo, Xochilt le dijo que no quería nada, “soy muy feliz así”.
Pasaron los años y cuando Xochilt era grande… adulta, dijo: “Ya no necesito tu magia”.
-La estrella dijo: “Y, ¿ahora, entonces, a quién ayudo?”, a lo que Xochilt respondió: “A los niños pobres, sin familia, sin compañía y sin amigos”. A lo que la estrella realizó lo que se le pidió y conoció a un niño llamado Idan, al que ayudo con su problema, y miles de niños más como: Julián, Valeria, Copo de Nieve, América y Camila.
El mundo agradeció por ayudar a todas las personas de su planeta. Así que fue a otros planetas como: Urano, Júpiter, Marte, Saturno, etcétera…
Le agradecieron todos los planetas a la estrella fugaz, y cuando Xochilt murió se convirtió en estrella e hizo lo mismo que le pidió a la estrella fugaz que conoció en su niñez.
Fin.
Autora: Tamara Hiriart Alanís
Edad: 8 años
Escuela Primaria Felipe B. Berriozábal
Guadalupe, Zacatecas
