En muchos y muy evidentes aspectos, como el de las tecnologías de información y comunicación, las sociedades actuales, particularmente las de países en desarrollo, avanzan a paso veloz, mientras que los gobiernos lo hacen a paso lento. Quizás sea así porque es acelerado el proceso de la tecnología informática, mientras que los procesos burocráticos de los gobiernos, de suyo conservadores, son casi reacios a la innovación constante y suelen marchar a la zaga.
Así había sido en México hasta hace algunos años, pero gracias a la alternancia política registrada desde finales del siglo pasado, en algunos estados y sobre todo en la Ciudad de México, la actualización de las prácticas de gobierno mejoraron poco a poco.
Es el caso de Zacatecas, donde desde el año pasado la administración estatal, en consonancia con los progresos del gobierno federal en la materia, se esfuerza por abatir un rezago que ya se había convertido en pesado lastre.
Falta mucho por hacer, pero con paso firme se avanza hacia metas todavía modestas pero que ya pueden ser redituables si gobernantes y gobernados aprovechan las enormes ventajas de las tecnologías de la información y la comunicación.
Una vertiente innovadora en la que incursiona Zacatecas es el aprovechamiento de plataformas electrónicas para crear entre ciudadanos y gobernantes un vínculo activo, mutuamente enriquecedor, fácil de usar y que pronto, si se opera convenientemente, dará óptimos resultados.
El gobierno de Alejandro Tello Cristerna ha puesto gran empeño en la instrumentación de plataformas virtuales de acercamiento con la sociedad, tales como INDYCE y Obra Transparente, abiertas ya al servicio público.
Mediante esos dos instrumentos, cualquier persona con conexión a Internet puede entrar a los archivos estadísticos gubernamentales para enterarse detalladamente de todas las obras y acciones emprendidas mediante recursos del erario, y así saber cómo y de qué manera se utiliza el dinero obtenido mediante impuestos, pagos de servicios y otras fuentes de ingresos.
Mas no todos los esfuerzos se encaminan exclusivamente a abrir conductos para facilitar la transparencia y la rendición de cuentas, porque otra meta no menos importante es la de establecer vínculos indisolubles entre la sociedad y su gobierno.
Hacia esa perspectiva es necesario orientar el cursor.
Cierto es que todas las secretarías y dependencias cuentan con portales Web; algunas interactúan también con Facebook y Twitter, pero a pesar de ser bastante útiles, no aprovechan en grado conveniente su vasto potencial.
En el futuro inmediato las herramientas digitales deberán superar la etapa de ser meros instrumentos informativos propiciadores de la transparencia y la rendición de cuentas, para convertirse en vías de constante interacción con los gobiernos en sus tres niveles.
Si bien, hasta el año pasado la administración pública zacatecana estaba rezagada en esto llamado e-gobierno o gobierno digital, ahora se encamina hacia una evolución en la que deberá asumir un liderazgo ante la sociedad.
La oferta principal del gobierno será la de dar un servicio público moderno, eficiente, eficaz y transparente, capaz de generar confianza y credibilidad, y establecer compromisos para el cumplimiento de la rendición de cuentas.
Aunado a lo anterior, que es una de las demandas más persistentes de la sociedad, deberá favorecerse la expresión de opiniones y propuestas encaminadas a la optimización de los servicios, y sobre todo, al democrático mejoramiento de las relaciones entre gobernantes y gobernados.
Reconozcamos, no obstante, que gran parte de la población zacatecana carece de acceso a Internet y para favorecer a esos sectores poblacionales y geográficos se deberán diseñar otras modalidades, a fin de anular todo género de exclusiones. La integración de todas las y los zacatecanos es una tarea pendiente. Se trabaja en ella pero falta mucho por hacer. Lo importante es que el gobierno estatal no da un paso atrás.
Como sea, Zacatecas ha incorporado la informática a su cotidianidad, convirtiéndola en una necesidad. El gobierno digital es una realidad palpable y muy a la mano de quien pueda conectarse a Internet.
Utilizar las herramientas digitales para mejorar la relación entre gobierno y ciudadanos es ahora una obligación. Lo deseable es que todos los sectores sociales: empresarios, académicos, organismos de la sociedad civil, partidos políticos o ciudadanos comunes participen de una evolución que no deberá detenerse mientras las tecnologías de la información y la comunicación avancen.
En tanto, consideremos que las estrategias digitales le darán al gobierno mayor rapidez, efectividad, eficiencia, transparencia y credibilidad, y los beneficios para los ciudadanos se expresarán en niveles superiores de vida, seguridad y bienestar económico y social. ■
*Titular de la Coordinación Estatal de Planeación
