Ciudad de México. A una semana de la llegada del papa Francisco, las obras de remozamiento de la Catedral Metropolitana de México, el recinto religioso más importante del país, registran un avance superior al 50 por ciento y serán concluidas “en tiempo y forma”: el 10 de febrero, tres días antes de que el pontífice realice una visita a ese lugar, como parte de su gira por nuestra nación.
Así lo aseguró este viernes el director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura del gobierno federal, el arquitecto Raúl Delgado Lamas, durante un recorrido para que los medios de comunicación constataran el adelanto de los trabajos, comenzados el pasado 30 de enero.
El secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, rechazó que se trate de “una limpieza por encimita”, superficial, como se lo preguntaron los reporteros, y sostuvo que el inmueble se encuentra sometido a un programa permanente de conservación, el cual ha comprendido en años recientes una inversión de cerca de mil millones de pesos.
Aclaró que actuales obras atienden aspectos muy específicos para la “reunión semiprivada” que el papa Francisco sostendrá allí el 13 de febrero con los 130 obispos del país.
Ésta cita tendrá lugar después de la recepción como Jefe de Estado que le hará el Presidente Enrique Peña Nieto y luego de haber recibido las llaves de la ciudad de México de manos del jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera.
El funcionario precisó que los alrededor de 250 mil pesos que requiere la actual intervención provienen de la Secretaría de Cultura, de una partida específica destinada a las eventualidades que surgen en el programa de atención permanente a la Catedral.
Los trabajos de remozamiento con miras a la visita del pontífice consisten en una limpieza integral del inmueble, lo que incluye el retiro de flora parasitaria de la fachada principal y el mantenimiento de las puertas de madera que dan hacia la plancha del Zocálo.
El equipo de alrededor de 60 especialistas que participa en la obra –entre arquitectos, restauradores y técnicos– trabaja además en la pintura de las escalinatas de acceso a las torres, así como en el patio norte, en el que se encontraba el antiguo seminario conciliar, demolido en 1933, donde el papa Francisco se reunirá ese mismo 13 de febrero con líderes de las otras religiones registradas en México.
En lo que respecta el interior del edificio, cuya construcción se remonta al siglo XVI, se hacen trabajos de limpieza de las pilas bautismales ubicadas en la entrada de algunas capillas, así como en la malla que resguarda de los desprendimientos ocurridos en la cúpula principal a causa de la humedad y filtraciones, destacó Raúl Delgado.
La del papa Francisco será la segunda visita que realizada por un pontífice a ese recinto; la anterior fue de Juan Pablo II, en 1979. Se estima que el jerarca religioso permanezca en el lugar una hora y media, tiempo durante el cual sostendrá la reunión con los obispos, firmará el libro de visitantes distinguidos y recibirá a los líderes de otras iglesias.
