12.8 C
Zacatecas
miércoles, 24 abril, 2024
spot_img

En materia de Cultura, más de lo mismo pero con notoria falta de calidad con los artistas y creadores

Más Leídas

- Publicidad -

Por: ALMA RÍOS •

■ Evalúa David Eduardo Rivera Salinas la política cultural durante la presente administración

- Publicidad -

■ Necesario, fortalecer la vinculación entre el campo de la cultura y las artes con la empresa, dijo

“Lo que hemos tenido es más de lo mismo. Pero en algunos casos con una notoria falta de calidad, en otros, con falta de vinculación con los sectores importantes, inicialmente con los propios artistas y creadores”, expuso David Eduardo Rivera Salinas, académico y ex titular del Instituto Zacatecano de Cultura sobre la evaluación de cinco años de la política cultural de la administración gubernamental encabezada por Miguel Alonso Reyes.

Cada gobierno tiene su estilo de desarrollar sus políticas, y el actual para el caso del ámbito cultural, lo ha hecho de manera “muy centralizadora”, comentó, lo que tiene como primer efecto una desvinculación o aislamiento de los grupos de creadores.

Los flujos de apoyos contenidos en programas de orden federal, conocidos por las comunidades artísticas implican la posibilidad de que se desarrollen proyectos “pero lo que observamos es desvinculación al interior del campo de la cultura en Zacatecas”. De esta manera se tienen iniciativas aisladas que no corresponden con la gran diversidad que actualmente la caracterizan no sólo en el ámbito local sino en el mundo occidental, donde se explota la interdisciplinariedad “emanada de concepciones de mundo, arte, creación e imaginación”.

En este sentido propiciar una mayor “comunión entre disciplinas”,  enlazarlas mediante estrategias de orden conjunto es fundamental, advirtió.

Agregó como otro elemento, la necesidad de fortalecer la vinculación entre el campo de la cultura y las artes con la empresa. Esto, para propiciar la generación de proyectos diversos que además de impulsar el proceso creativo generen dinámicas de desarrollo social como las industrias culturales, que para el caso de Zacatecas, “todavía tienen un campo amplio de crecimiento”.

Rivera Salinas también señaló la necesidad de que estas iniciativas se vinculen con el desarrollo turístico. “Esto que es tan llevado y traído en el discurso de muchos años para acá, y que efectivamente da resultados pero aún necesita experimentar nuevas formas”.

Al respecto mencionó el tema del patrimonio, al que se ha destinado recientemente una gran inversión, que aunque de suyo es importante, dijo, no es suficiente, pues falta “ese acercamiento y esa consulta con las comunidades para ver qué destino posterior pueden tener todos estos proyectos de infraestructura”.

El tema no es sólo es la rehabilitación de espacios para su conservación, “sino el darles vida, esto significa que se abona a una cuestión fundamental: a la democracia”.

“Es decir, sin cultura no hay democracia. Y la democracia necesita de la cultura para que ésta no sólo sirva de un motor de crecimiento y de configuración de formas de ver el mundo de la gente sino para construir ciudadanía para el mundo de hoy”, dijo.

La cultura entonces necesita mayores espacios democráticos tanto en su capacidad presupuestal, normativa y sobre todo respecto al vínculo que la haga llegar a la mayor cantidad de gente posible, expuso.

Sobre la calidad de la oferta cultural de la presente administración el docente en la Universidad Autónoma de Zacatecas observó, “efectivamente ha sido un tema que ha preocupado mucho a la ciudadanía”. Y propuso lo ocurrido como una pérdida de rumbo derivado de una confusión donde se mezclan dos campos que obedecen a lógicas distintas.

Uno es el mundo de la creación artística como tal y su desarrollo en diversas disciplinas, el otro, el de la industria, propiamente, del espectáculo.

El ex titular del IZC se refirió no solo al Festival Cultural Zacatecas sino a cualquier otro de los programas donde han dejado insertarse “propuestas que no pasan por los circuitos comerciales y que es importante que vengan porque  de esa manera contribuyen a la construcción de públicos”.

Esta dijo, es la gran tarea de toda institución cultural pero también es obligada la educación de esos públicos, “que es lo que en estos momentos no observamos”.

Lamentablemente agregó, las propias comunidades artísticas “han dejado un poco de lado su aspecto crítico”, algo que observó como efecto “de este tipo de sistemas de trabajo cultural”.

Precisó que la crítica a la que se refiere es la entendida como la reflexión de las cosas para encontrar mejores destinos y fortalecer proyectos, no aquella que se levanta con cuestionamientos sin argumento o sustento.

Agregó a la lectura ofrecida con motivo del informe que este día ofrecerá Miguel Alonso Reyes, como “algo inédito” y que preocupaba mucho a quienes hicieron análisis desde la academia de este aspecto, la desmaterialización o desmantelamiento de estructuras de funcionamiento de programas y equipos de trabajo, “y eso va en detrimento de la propia capacidad de gestión”, dijo.

Ejemplificó en principio con el caso del Museo de las Migraciones, un tema que quedó en el olvido, dijo, pero que significa un paso atrás en términos de desarrollo de proyectos.

Al respecto observó, no se informó claramente qué pasó con él, cuáles fueron las razones para su desaparición, “pero evidentemente se trata al menos en la superficie de aspectos puramente políticos”.

También como otra muestra de este desmantelamiento de logros de gestión propuso la pérdida de la sede para Zacatecas del Hay Festival, “el mejor festival de letras en el mundo, no hay ninguna duda”.

Dijo no es suficiente justificar “esta circunstancia muy desafortunada de haberlo perdido” en los costos del evento, y negó que la franquicia implique un millón de dólares como lo ha expuesto el actual titular del IZC, Gustavo Salinas Íñiguez.

Precisó que la inversión requerida, por lo menos cuando en su momento le correspondió esta  gestión, se ubicaba en el orden de entre seis a siete millones de pesos, “eso no equivale a un millón de dólares ni mucho menos”.

Estos recursos además, expuso, eran de carácter extraordinario por lo que no impactaban en el presupuesto regular.

“Teníamos que buscar las bolsas de donde financiarlo y obviamente se bajaron tanto de la Federación como del estado, el propio festival como tal participa también financieramente”.

Como de mayor importancia para este evento propuso “la gestión de los visitantes, porque bueno, los personajes que estuvieron en Zacatecas en esas versiones son insuperables, pueden ser reclamados en cualquier escenario del mundo”.

Más allá de costos, en materia de cultura debe tenerse claro el privilegiar las inversiones, comentó, pero además es observable el que ha habido crecimiento presupuestal con cada nuevo ejercicio, un elemento que además es tarea de cada institución, “poder ser capaz de superar sus propias metas”.

Al aumentar sus recursos pudieron haber sostenido los programas. “En el caso del Hay Festival no se perdió un programa propiamente de recursos, lo que se perdió fue el prestigio de Zacatecas como sede de uno de los festivales de mayor impacto en el mundo”.

El desmantelamiento de programas o la desaparición de proyectos, concretó, “va en detrimento de la propia capacidad de gestión”, no sólo del gobierno sino de las de las generaciones de jóvenes que quieren insertarse y realizar sus actividades en el ámbito cultural.

Otra pérdida importante y que implicaba una estrategia fundamental para el desarrollo artístico era la agenda cultural, “su presencia en el medio local ha sido muy importante”.

Esta herramienta generaba mercados de trabajo profesional para los artistas, “algo que reclaman mucho nuestros creadores porque si no encuentran posibilidades para realizar sus iniciativas se desvanecen”, como ha sucedido con muchos de ellos, o realizan su trabajo de manera aislada, dijo.

Finalmente y a pregunta expresa, se refirió a la pertinencia o no de la construcción de infraestructura cultural, concretamente a los casos del Centro Cultural Centenario Toma de Zacatecas y el Teatro al aire libre en el Cerro de las Bolsas.

“Lo que pasa es que la ciudadanía no conocemos los argumentos a detalle de un proyecto de esta naturaleza”, se refirió al primero, que se ha informado costará 250 millones de pesos.

Dijo se necesita un diagnóstico que sustente su necesidad, tanto en el orden artístico como respecto al servicio que brindará a la población.

“Entonces ni en ese caso ni en el que se está ejecutando en el Parque de la Plata junto al Cerro de las Bolsas, la ciudadanía tenemos una información detallada. Lo que podemos pensar es que  se van a ocupar poco, por las condiciones de ubicación geográfica, y su dependencia de las respectivas climatológicas. Pero esto lo sabremos hasta en tanto empiece su ejecución. Todavía faltan algunos análisis pero por el momento parece ser una inversión muy arriesgada, muy atrevida para el punto donde están ubicados”.

Sobre el informe que rendirá este día Miguel Alonso Reyes en materia cultural, añadió, “creo que falta mucho por analizar”, entre esto, el tema de la vinculación de la cultura con la educación, que dijo, es un pendiente todavía.

Agregó como otro aspecto de importancia, el anuncio reciente de Enrique Peña Nieto de la creación de una Secretaría de Cultura, que debe analizarse en su impacto en los estados.

“Qué tan favorable es hacerlo para las entidades, como ya ha sucedido en algunas o qué tan viable es seguir conservando instituciones descentralizadas como en Zacatecas que conservan, se supone, una capacidad propia de gestión y además tienen un patrimonio propio que les permite fortalecerse y competir por la realización de muchas acciones en el ámbito social y cultural”.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -