■ Deben hacer su diagnóstico y formular propuesta de cambio
Respecto a la crisis estructural e institucional en que se encuentra la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), “hace falta que la base de estudiantes y de trabajadores se organicen, hagan su propio diagnóstico y cimbren las estructuras de conducción a nivel central y en las unidades académicas. Es decir, que sean capaces de hacer una propuesta de transformación”, afirmó Rodolfo García Zamora, director de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo.
Señaló que los miembros del Sindicato de Trabajadores (Stuaz) están corporativizados “por una cúpula que los utiliza como carne de cañón para negociar sus prebendas personales y de grupo, pero donde no existe la democracia, sino una represión permanente contra aquellos que manifiestan descontento contra la conducción vertical y autoritaria”.
Por su parte, los profesores “se limitan a utilizar el Sindicato de Personal Académico (Spauaz) para pedir préstamos, para tramitar su jubilación y últimamente para tramitar la compra de un vehículo o un terreno para construir la vivienda. Pero no existe un movimiento de los trabajadores universitarios por defender, transformar y hacer viable el centro de trabajo donde participan directamente”.
Mientras tanto, el Consejo Universitario es “tan estéril que es un instrumento de decoración, subordinado a las propuestas, designios e imposiciones del rector en turno, al igual que el Congreso del estado, que está subordinado a las propuestas y caprichos de los gobernadores en turno”.
“Lo triste de este escenario dramático de la crisis institucional y de credibilidad en México y Zacatecas, es que las universidades públicas frecuentemente reproducen muchos de los vicios de la administración pública: la impericia, el amiguismo, la falta de funcionarios capaces, honestos y responsables”, indicó García Zamora.
La crisis financiera de la UAZ, expuso, tiene una doble vertiente: la incapacidad e irresponsabilidad de los rectores para manejar a la institución, y la austeridad con que el Gobierno Federal condice la administración pública.
Así, mientras hay universidades con proyectos académicos reconocidos, aun con problemas financieros, como la Universidad de Guadalajara, la diferencia con la UAZ es que allá ha habido un proceso de profesionalización de las administraciones en las cuales no han incurrido en la irresponsabilidad “como la de un rector que contrató 400 profesores durante su gestión por cuestiones políticas, y el siguiente contrató 900 sin tener ningún sustento en el Gobierno Federal”.
En consecuencia, explicó que este año es decisivo para la UAZ, puesto que debe resolver sus problemas estructurales de manera colectiva, o de lo contrario hay el riesgo que “se hunda irremediablemente en sus contradicciones financieras e institucionales, reproduciendo esos vicios de corruptelas, falta de transparencia, manejo poco claro de los recursos en las unidades académicas”.
García Zamora señaló que en todo ese proceso lo más preocupante es la posibilidad de perder esa capacidad para consolidar el potencial que tiene la Universidad como agente de transformación en la entidad.
“Hemos perdido más de 20 años en la UAZ de habernos volcado junto con otros actores como el sector empresarial, las organizaciones campesinas, agrícolas y ganaderas, como elementos detonantes para el desarrollo regional y sectorial. La Universidad se ha visto demasiado hacia dentro y no ha logrado volcarse con todo su potencial hacia fuera”, dijo.
Sugirió que este año los universitarios definan una propuesta seria, a fondo, para resolver los problemas de la institución, puesto que hay temas estructurales que no pueden mantenerse.
En ese sentido, cuestionó que desde hace 20 años la universidad privilegió el crecimiento de las preparatorias por encima de nuevas carreras, de los programas de posgrado y de la investigación. “Eso nos habla de una enorme ignorancia, una visión limitada y es la que sigue vigente”.
“La institución esta pagando los errores, la falta de responsabilidad, la falta de compromiso institucional, en todas esas contrataciones de profesores, principalmente en preparatoria, que no puede ser el eje central del crecimiento de la UAZ como políticamente se lo asignaron en los últimos 20 años”, agregó.
García Zamora recordó que hace dos décadas se debatió el crecimiento de la Universidad, y mientras él manifestó que debía orientarse a la investigación y el posgrado, “se burlaron de nosotros estos actores y ahora tenemos las consecuencias”.
La idea que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a través de la intervención de diputados y senadores, haga un descuento a ese adeudo, es difícil por el escenario macroeconómico adverso, ya que el presupuesto federal se calculó con base en una cotización del barril de petróleo en 83 dólares, pero ha llegado a niveles de 37 dólares.
