Múltiples sucesos tensan la tranquilidad de los zacatecanos, no sólo los impactos negativos de las llamadas reformas “que México tanto necesita”, según propaganda, de las que sus bien remunerados autores y corifeos cantan glorias mediante diluvio de spots y entrevistas. Tormenta semántica, ominosa y agresiva, con la que los riquillos y poderosos buscan obnubilar la inteligencia de los mexicanos para legitimar imponer la aceptación de una reforma energética parcialmente privatizadora del petróleo, patrimonio de todos los mexicanos. Otro hierro de la pinza para avasallar conciencias sería el futbol; útil, en este momento, porque priístas tal vez quisieran coincidente esa votación con el juego del campeonato mundial: México – Brasil. Semejante recurso es una escenificación de ser – vil – ismo, a rentabilizar in tempore, in situ o después, cuando reclamen en su demarcación particular, honores y recompensas por el sacrificio que les represente, en cualquier momento, atropellar a la Patria y a los mexicanos al emitir un voto favorable a la extranjería de capitales dispuestos a entrar a la rapiña de los energéticos nacionales, hasta agotarlos, para después intensificar la venta de energías limpias con el fin, nada ambientalista, de lucrar con la ausencia de impulso a la ciencia y tecnología propias de nuestro país y estado, las que desde hoy existen y no cuentan con el reconocimiento de su potencial actual y futuro, ni con asignaciones para promover y conseguir avances en desarrollo local, regional y estatal, en beneficio de los zacatecanos. Según el actual esquema, se requiere más a mexicanos y zacatecanos como consumidores de ciencia, tecnología y capital, extranjeros; no como creadores, innovadores o inventores. Mala política, con un Presidente de la República, joven, bajo la égida de un PRI, osificado y cada vez menos revolucionario; alejado del compromiso con lo institucional y decidido sostén de la cotidiana depredación humana, social, económica y política, por hacer marchar a México, al ritmo que les mandan desde los distintos centros de decisión de EU, Inglaterra o España, etc. ¿Para ese presente futuro, integran y quieren contar con Congresos serviles? Para conservarse en el poder y salvaguardar sus privilegios. Sin tocar la nefasticidad de esa dinámica, la Cruzada contra el Hambre es un instrumento ideológico para evitar se enciendan y proliferen procesos de concientización, lucha y cambio, posibles de derivar en generar diversas experiencias de decisión autónoma sobre el entorno inmediato y mediato al fin de pervivir para sí mismos los habitantes como comunidad, sin que eso signifique imponer un cierre a la diversidad social, política y económica, sino lo contrario: instituir formas que incrementen posibilidades de construcción democrática, desde abajo y sin merolicos. Al final, muchos de ellos serán gente encumbrada por la forma de relación establecida con núcleos transitorios de poder y serán correas de transmisión para ayudar al status a superar toda eventual o estacional inestabilidad ocasionada, todavía, cada trienio o sexenio, en el ámbito comunal, regional, municipal, estatal o federal. Imagine a esos personajes, operar desde abajo, en sus entornos, la Reforma Energética y a los correspondientes, desde arriba, en ayuntamientos y Cámaras, estales y federales. ¿Cómo lo hacen hoy y qué convierten en recursos o instrumentos para convencer y concitar apoyo a sus propuestas?
La operación legislativa en que se enfrascan y se enfrentan desde los más modestos operadores hasta los más encumbrados capos políticos, cuasi eternos, como Gamboa o Beltrones, priístas; a éstos da risa la lucha por debatir y definir el destino de Pemex o la formalidad de la reelección. Si estos personajes, escuchan palabras y voces, la única que escuchan y acaso acatan, es la de Peña Nieto. Las reformas que más necesita México, son romántico disfraz del autoritarismo presidencial – priísta. ¿Por cuánto tiempo?
Ante la actual aplastante mayoría del PRI en las Cámaras congresales es superfluo inquietarse por la eventualidad de que se convoque a decidir la Reforma Energética o cualquier otra, al momento en que la sección nacional de futbol de México juegue su partido correspondiente del campeonato mundial, contra Brasil. Si así ocurre, la correlación de fuerzas en las Cámaras congresales seguirá igual, sin cambios repentinos. Con o sin partidos de futbol, deseable es que los partidos políticos opositores tomen en serio la obligación de dar consistencia a su ser opositor de manera holística y permanente para poder disputar, desde abajo, los recursos para hacer política y el voto en la base de la sociedad. La presencia de sus integrantes se requiere para avanzar en construir relaciones y obtener posiciones de poder, al fin de disputar y ocupar un puesto en el cabildo o la Legislatura estatal o federal, para pelear por influir de manera cada vez más posible y eficaz el rumbo de uno mismo, el de los vecinos, el del barrio, la cuadra, delegación o municipio, para, como novedad nebulosa cívica, ser capaces de cambiar, en concreto, el rumbo del país. ■
