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jueves, 18 abril, 2024
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Michel Gondry habla de Is the Man Who is Tall Happy?, desde la Berlinale

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Por: CARLOS BELMONTE GREY •

■ Las entrevistas con Chomsky comenzaron como encuentros ocasionales, señala realizador

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■ Las animaciones que aparecen en el documental fueron hechas a mano por el director

Este sábado les comentamos sobre la nueva película del director francés Michel Gondry, Is the Man Who is Tall Happy? El documental, que aparece en la categoría Panorama de la 64 edición del Festival de Cine de Berlín, expone las entrevistas que Gondry realizó con el filósofo y lingüista Noam Chomsky en donde éste comentaba rasgos de su vida personal y desarrollaba algunas de sus teorías epistemológicas, semióticas y lingüísticas.

Hoy volvemos a hablar de Gondry porque este domingo nos concedió a cinco medios de comunicación (dos franceses, un rumano, un alemán y a nosotros) una exclusiva entrevista en un lounge del Hotel Mandala de Berlín. Esto nos permitió conocer más detalles de la filmación y descubrir tanto el respeto que Gondry profesa por el intelectual como su pasión por la ciencia epistemológica.

Las entrevistas con Chomsky comenzaron como encuentros ocasionales entre el año 2006 y 2007, fue entonces cuando Gondry empezó a exponer su intención de hacer un documental sobre el intelectual, pero sería a partir de 2010 el año en que se fijaron entrevistas semanales de una hora y media ya con el objetivo de hacer la película.

Chomsky, quien normalmente es muy reticente a aparecer en los medios de comunicación, aceptó el proyecto de Gondry porque no tendría obligaciones temporales como suele ocurrir en las entrevistas de televisión. La libertad de tiempo fue, sin embargo, un aspecto que complicó las entrevistas porque eso daba luz verde para que Chomsky hablara y se alejara en ocasiones de la pregunta central.

A pesar de que en algún momento Gondry se sintió intimidado por el lingüista, algo que no podía pasar al inversa porque “él no conoce mis películas” –dijo el realizador-, en el momento de tomar su rol de entrevistador frente a alguien que le ofrecía respuestas a sus dudas y con la cámara a su lado, consiguió relajarse y empezar a plantearse el problema de ilustrar todo lo que escuchaba.

Una aspecto que llama la atención es que el documental expone sus teorías pero no sus ideas políticas, por lo que se le preguntó a Gondry el por qué: “No es que no comparta sus ideas políticas, o que no me interesen, al contrario me parecen interesantes, pero me interesaba tener respuestas a mis dudas científicas, al aspecto complejo y más abstracto”, respondió el realizador.

La gracia del documental de Gondry radica en los dibujos que él hizo para ilustrar las ideas de Chomsky, pero, aclaró el francés, “no interpreto sus teorías, sólo ilustro las ideas que salieron de su boca, aunque por supuesto, hubo conceptos más complejos de dibujar, por ejemplo, cómo dibujar el lenguaje”.

La habilidad del director de encontrar una fuente para hacer visual un concepto es algo que se debe reconocer, además del esmero en animar a mano los 90 minutos de duración de la cinta.

Esta película, hay que señalarlo, está dirigida a un público muy especializado, porque no obstante los simpáticos que resultan los dibujos, éstos no están narrando una historia sino explicando una teoría; es como pasar una hora y media de curso magistral en la universidad.

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