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jueves, 28 marzo, 2024
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Capacidades transversales en el gobierno del estado de Zacatecas (Primera parte)

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Por: MARCO ANTONIO TORRES INGUANZO •

Para tratar de entender por qué hay poco avance en los índices de transparencia y en los objetivos del plan de desarrollo del estado de Zacatecas, me propongo analizar algunas de las capacidades de Gobierno del Estado, para visualizar dónde está el problema en el esquema de gobierno que provoca tan pobre desarrollo. En esta primera entrega comento las capacidades transversales en la estructura misma del gobierno, y espero tener para la próxima entrega el tema de las compras, la gestión de personas, el gobierno electrónico, la planeación estratégica; y con ello, tengamos un panorama de las capacidades que atraviesan toda la acción del gobierno y, observar si ahí se encuentra una explicación de este estancamiento. Valdrá la pena en otro momento, revisar las capacidades sustantivas de cada sector del desarrollo.

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Capacidades transversales en la Estructura General del Gobierno. Con el argumento de mejorar las capacidades administrativas, hace un año se modificó la Ley orgánica de la Administración Pública del Estado de Zacatecas. Estos cambios consisten fundamentalmente en la agrupación de secretarías por sector, dando los sectores de Desarrollo Económico, que abarca las secretarías de Economía, del Campo, Infraestructura, Turismo, del Agua y Medio Ambiente. El gabinete del sector de Desarrollo Social, con las secretarías de Desarrollo Social, Educación, de la Mujer, y Salud. El sector de Política Interna, compuesto por las secretarías de Gobierno, de Seguridad Pública, la Procuraduría General de Justicia, y la Coordinación General Jurídica. Y finalmente, el cuarto gabinete, de Administración, que está estructurado por la Unidad de Planeación, la Secretaría de la Función Pública, de Administración y de Finanzas. El gobierno justificó esta agrupación de secretarias por sectores, con la Administración por resultados, la transparencia, con la facilitación de servicios públicos, y la eficacia de las tareas. Sin embargo, debo hacer unas precisiones: fui a la Secretaría de Desarrollo Social (como muestra), para solicitar los documentos justificatorios del principal programa del gobierno en relación a la política social, para verificar conocer el sistema de indicadores, y resulta que este documento maestro no existe, me entregaron siete hojas con rasgos muy generales. Por tanto, sin sistema de indicadores de gestión, resultados e impactos, no puede haber una Administración por Resultados. En cuanto a la transparencia, encontré el estudio del Laboratorio de Estadística y Matemática Aplicada (LEMA) de la escuela de matemáticas de la Universidad Autónoma de Zacatecas, sobre un estudio empírico de transparencia en Gobierno del Estado de Zacatecas, y el resultado final es que el índice de transparencia cayó 20 por ciento, en ese año de aplicación de la nueva ley de la administración pública. Además, de que en términos de la estructura de la rendición de cuentas, es altamente notorio que el órgano de fiscalización y control (Secretaría de la Función Pública) forma parte del organigrama jerárquico del gobierno, y no tiene un puesto aparte y dotado de plena autonomía.

Con la creación de la Unidad de Planeación, se justificó diciendo que era ‘para darle vigencia al Plan Estatal de Desarrollo, de alinear cada acción y cada obra con los objetivos de los mismos’. Sobre este asunto, pude indagar lo que sigue. Los principios en los que funda la iniciativa es la combinación de sectorización y centralización. Visto así de entrada, falta incluir de manera muy sensible el principio de participación y complejidad. Es decir, incluir sólo los dos primeros principios es concebir el acto de gobierno como acciones verticales que parten de la burocracia, y no acciones de transformación que tienen su foco en los propios territorios.

Se desintegra la Seplader (Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional) en una Secretaría de Desarrollo Social y una Unidad de Planeación que pasa a depender directamente del gobernador. Esta es la novedad de la ley: una estructura de gobierno centralizada en esa unidad. Todas las dependencias tienen su referente en la Unidad de Planeación, a ella presentarán (todas) sus propuestas de políticas anuales, presupuestos y acciones estratégicas. Esta centralización es justificada en una intención que, de entrada, es buena: la coordinación de las acciones de las diferentes secretarías o sectores, en aquello que en el texto llaman “integración de expedientes técnicos”. Es decir, la integración de proyectos o expedientes técnicos abre la posibilidad de fusionar recursos y trabajo en metas comunes. Coordinar a las secretarías y sacarlas de su feudalización es positivo, pero el riesgo alto está en el esquema de la coordinación: no es a partir de la concertación de actores sociales y de criterios que arrojen los estudios técnico-científicos (como vinculantes), sino de la voluntad personal del gobernador y del nuevo jefe de la Unidad de Planeación. Lo que algunos analistas llamaron “virreinización” de la administración pública. La coordinación a partir de una hiper-centralización; que termina eliminando las capacidades relacionales. Con ello no se llegará realmente a la planeación porque se quedará atrapado en el puro control, (y control no es necesariamente planeación). Y la centralización burocrática en una persona es la virreinización del gobierno. También es notoria (dentro de las estructuras transversales) la propuesta de crear la Secretaría de la Mujer; lo cual es producto de una confusión: el tema de género en políticas públicas es un enfoque transversal, no un sector. Así que debe ser una orientación que norme todos los programas de gobierno, no formar una secretaría aparte. (Continuamos). ■

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