El 12 de agosto pasado, como todos los años desde 1999, celebramos el Día Internacional de la Juventud. Con la idea de visibilizar su problemática, y ponernos con seriedad en la línea de construir un México en Paz, vinculamos algunos hallazgos de la “Primera Encuesta realizada a Población Interna en Centros Federales de Readaptación Social” (CIDE, 2012) con la información que arroja el Semáforo Municipal de los Derechos de la Infancia www.odisea.org.mx
De acuerdo con la encuesta del CIDE:
40% de los varones tuvieron su primer hijo entre los 18 y los 22 años; 65% de las mujeres lo tuvieron entre los 15 y los 19 años.
21% de los varones y 30% de las mujeres dejaron de vivir con su madre cuando tenían 15 o menos años de edad.
Para los hombres que salieron de sus casas antes de los 15 años, los principales motivos fueron: buscar trabajo, violencia o conflictos en su familia y rebeldía.
Entre las mujeres, los motivos principales fueron: casarse, violencia o conflictos en su familia, buscar trabajo y haber sufrido abuso sexual.
43% de los hombres y 41% de las mujeres cuando eran niños vivían con adultos que consumían alcohol frecuentemente.
7% de los hombres y 6% de las mujeres cuando eran niños vivían con adultos que consumían drogas frecuentemente.
18% de los hombres internos y 19% de las mujeres cuando eran niños vivían con adultos que los golpeaban frecuentemente
53.7% de los varones y 60% de las mujeres no completó la escuela secundaria
La mitad dejó de estudiar por la necesidad de trabajar, 10.5% porque la familia impidió continuar en el caso de mujeres
30% de los hombres y 28% de las mujeres comenzó a trabajar antes de los 12 años.
90% de los hombres y 87% de las mujeres comenzaron a trabajar antes de los 18 años (el promedio para población general es de 36%)
De acuerdo con el Semáforo Municipal de los Derechos de la Infancia:
Porcentaje de población de 15 a 17 años que no asiste a la escuela. El promedio nacional es de 32.65%, es decir, 2, 191, 225 adolescentes fuera de las aulas (de ese conjunto, no tienen la educación básica completa 1,084,764). El Distrito Federal ocupa el lugar 1 en este indicador porque tiene una proporción de 21.59% (92,028 fuera de la escuela), en tanto que Michoacán ocupa el 32 con 44.76% (124,126 fuera de la escuela). En términos absolutos, los municipios con mayor de exclusión educativa en este grupo de edad son León (35,401) y Tijuana (24,639). (Zacatecas se ubica en el lugar 29 nacional; 35,630 adolescentes de 15 a 17 años no asisten a la escuela, de los cuales 14,941 ya están en rezago educativo)
Porcentaje de población de 12 a 17 años unida en pareja. El promedio nacional es de 3.45%, lo que significa 455,636 adolescentes que ya hacen vida en pareja. El Distrito Federal se ubica en primer lugar del país, con 2.16% (17,706 casos). El estado con mayor atraso, por lo que ocupa el lugar 32, es Chiapas, con 4.52% (29,674 adolescentes).En términos absolutos, los municipios con más adolescentes unidos en pareja son Juárez (5,212) y Tijuana (4,896).(Zacatecas ocupa el lugar 25 nacional; 7,350 adolescentes). Cabe señalar que el promedio nacional de mujeres de 15 a 17 con hijos es de 6.13%, lo que representa 204,547 madres adolescentes. Los municipios con mayor número de madres adolescentes son Juárez (2,909) y Tijuana (2,704).
Porcentaje de población de 12 a 17 años económicamente activa. El promedio nacional es de 12.53%, lo que significa que tenemos en México 1,656,449 adolescentes trabajadores. El Distrito Federal se ubica en primer lugar del país con 7.42% (60,903), mientras que Michoacán, con 18.30% (99,582), se ubica en el lugar 32. En términos absolutos, los municipios con más niños trabajadores son León (31,486) y Guadalajara (20,777). (Zacatecas ocupa el lugar 25 nacional; 26,082 adolescentes trabajadores).
Perdón por la numeralia, pero hablamos de cientos de miles en factores de riego clave: ¿por qué permanece invisible esta situación y la “bomba social” que con toda calma seguimos construyendo? ¿Por qué es tan difícil relacionar las causas (la información del semáforo) con los efectos (encuesta del CIDE)? ¿Por qué no podemos ver estos números escalofriantes en el corazón de nuestra situación actual y trazar sus consecuencias en el corto y mediano plazo?
A la invisibilidad actual, como dice Joan Clos, director ejecutivo de ONU/Hábitat, “se suma al hecho de que muchos jóvenes latinoamericanos vivan en contextos de vulnerabilidad y exclusión social, expuestos a múltiples factores de riesgo y desigualdades (…) Hoy los estilos de vida de pandillas, maras, barras bravas y bandas de traficantes constituyen una opción atractiva real y no marginal que organizaciones perversas se han encargado de estimular, ofrecer y organizar para quienes carecen de acceso normal a servicios urbanos y al mercado laboral.” (ONU-Hábitat/Universidad Alberto Hurtado)
Nuestra situación actual (de acuerdo con la UNODC, en Afganistán la tasa de homicidios por 100 mil en 2008 fue de 2.4, mientras que en México fue de 12.7 ese mismo año. El Inegi señala que para 2012 la tasa en México alcanzó 22.0 y en Zacatecas 30), es producto de la exclusión que sembramos ayer. Y mañana tendremos, sin duda, el producto de lo que sembramos hoy, sólo que en dimensiones aún peores: una violencia criminal cada vez mayor y cárceles rebosantes de presos que algún día fueron niños, niñas y adolescentes que México abandonó a su suerte. ¿Queremos salir del hoyo? Pues hay que dejar de cavar, es decir, por lo menos dejar de repetir el error, a través de políticas inocuas y desarticuladas, e invertir con toda decisión en garantizar el derecho a la protección, que como proporción del gasto total en infancia apenas alcanzó un ridículo 0.87% en 2010 (Unicef, 2012).No puede ser que el crimen, ante la ausencia del Estado, se siga constituyendo, como diría Clos, en “una opción atractiva real y no marginal”.
¿Hasta cuándo vamos a permanecer sin Sistema Integral de Garantía de Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes que produzca protección real y reduzca las desigualdades?
