México, DF. Investigadores de las facultades de Medicina y Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollaron una prueba para detectar, en etapas tempranas, el alzheimer, común entre las personas de la tercera edad y la cual representa un desafío a futuro para los sistemas hospitalarios del país, pues se estima que en el año 2050 uno de cada cuatro mexicanos tendrá más de 60 años y será susceptible de ser diagnosticado con el padecimiento.
Con una prueba de olores, desarrollada por los investigadores universitarios, es posible detectar signos de alerta de la enfermedad en etapas tempranas. El examen consiste en distintas etapas de reconocimiento para evaluar la capacidad olfatoria de las personas. Tras analizar los resultados, se entrega un reporte personalizado y, de considerarse necesario, se canaliza a los servicios de salud para un seguimiento especializado.
El estudio es gratuito, informó Rosalinda Guevara Guzmán, de la FM, a propósito del Día Mundial del Alzheimer, que se conmemora este 21 de septiembre.
El padecimiento es degenerativo, progresivo e irreversible, al deteriorar la memoria, el pensamiento y la conducta.
Después de un lustro de trabajos conjuntos con Patricia Severiano, de la FQ, que incluyeron una encuesta a nivel nacional, se logró una prueba estandarizada, específica para la población mexicana, similar a los análisis para detectar signos de alerta basados en la capacidad para reconocer olores disponibles en países como Estados Unidos, Alemania o Japón, informó la UNAM en un comunicado.
Al inicio, el mal implica la pérdida de la función olfatoria, etapa que constituye una ventana de oportunidad para detectarla y así ofrecer calidad de vida a los pacientes. La familia no sabe identificarla y los enfermos menos, pues con frecuencia se cree que este menoscabo es un signo de vejez, explicó la investigadora.
La también secretaria general de la FM refirió que el olfato es el blanco inicial del padecimiento, antes de las primeras alteraciones en el hipocampo y la corteza cerebral, que provocan la aparición de trastornos de memoria.
Si en los estudios —que requieren de menos de una hora para su aplicación— se detecta que la capacidad está disminuida, de inmediato se recomienda un plan de actividades para ofrecer al adulto mayor un ambiente más sensorial, para estimular sus habilidades cognitivas.
Actualmente, la demencia no tiene tratamiento. En el mundo existen distintos estudios para analizar el deterioro cognitivo, explicó la especialista, quien advirtió que constituye un problema de salud pública, toda vez que afecta a los individuos y sus familias pues al momento que las personas presentan las primeras alteraciones de memoria, un pariente debe dedicarse de tiempo completo a cuidarlo.