Durante la temporada de lluvia, la instalación de sistemas para captar y utilizar el agua de lluvia en los hogares se presenta como una opción beneficiosa tanto para el medio ambiente como para la economía doméstica. La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), han establecido lineamientos técnicos para asegurar su óptima implementación y construcción, permitiendo no sólo abastecer de agua potable a nivel residencial, sino también contribuir a la conservación de los recursos hídricos y a la reducción de los costos asociados con el consumo de agua municipal.
En base a los lineamientos establecidos, el sistema de captación de agua de lluvia está compuesto por varios elementos esenciales que aseguran su funcionamiento óptimo y seguro. El área de captación, por ejemplo, puede estar construida con materiales como concreto, lámina metálica acanalada, teja cerámica o superficies recubiertas con polietileno de alta densidad o PVC. Estos materiales están seleccionados de manera que no liberan elementos tóxicos durante su degradación, garantizando así la calidad del agua captada.
Las canaletas juegan un papel crucial al dirigir el agua recolectada desde el techo hacia las tuberías de conducción. Estas pueden ser fabricadas en PVC o lámina metálica, asegurando una conexión segura que evita pérdidas de agua y asegura la eficiencia del sistema. Las tuberías de conducción, por otro lado, con materiales como PVC, ABS, polipropileno o polietileno, son opciones viables por su durabilidad y resistencia a la degradación ambiental.
El depósito de almacenamiento de agua de lluvia puede ser prefabricado o construido dependiendo de las necesidades específicas y del espacio disponible en cada vivienda. Este depósito debe cumplir con estrictos estándares de impermeabilidad, hermeticidad y accesibilidad para limpieza y mantenimiento, asegurando así que el agua almacenada se mantenga en condiciones óptimas para su uso doméstico.
Para garantizar la calidad del agua destinada al consumo, se deben instalar dispositivos separadores de contaminantes y filtros de barrera, como filtros de arena o materiales graduados, que impiden la entrada de impurezas al depósito de almacenamiento. Además, se recomienda aplicar métodos sencillos de desinfección, como la cloración, para eliminar microorganismos patógenos.
Según las directrices de la SEMARNAT y CONAGUA, para desinfectar agua destinada al consumo humano, primero debe lavarse minuciosamente todos los materiales que se utilizarán en el proceso. A continuación, se debe tomar una cucharadita de cloro granulado o en polvo y verterla en una botella de 250 mililitros. Luego, se llena la botella con agua, se tapa y se agita durante tres minutos. Es importante dejar reposar esta solución durante una hora.
Sin agitar la botella, se extrae una cucharada sopera de la solución y se añade a un recipiente plástico de 20 litros. Posteriormente, se llena el recipiente con agua y se agita durante al menos tres minutos. Finalmente, el agua debe reposar durante 30 minutos antes de poder utilizarse para consumo humano.
Asimismo, se destaca que el mantenimiento periódico del sistema es fundamental para su eficiencia a largo plazo. Al finalizar la temporada seca e iniciar la época de lluvias, es recomendable limpiar el techo o área de captación, las canaletas, los bajantes y la parte superior del tanque de almacenamiento, que también se utiliza como área de captación, al menos una vez al año.
Cada dos años, al final de la temporada seca y al inicio de las lluvias, cuando el nivel del tanque de almacenamiento esté al mínimo, se debe vaciar completamente el agua acumulada y transferirla a otros recipientes para su uso posterior.
La implementación de sistemas de captación de agua de lluvia domésticos no sólo responde a la necesidad básica de agua potable en los hogares, sino que también fomenta prácticas responsables con el medio ambiente y promueve la autosuficiencia en el manejo de recursos hídricos.
Estas soluciones innovadoras no solo reducen la dependencia de fuentes externas de agua potable, sino que también contribuyen significativamente a la conservación de recursos naturales y a la mitigación de impactos ambientales asociados con la extracción de agua subterránea.