Carolina Díaz Flores, coordinadora de Tutoría de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), impartió la conferencia “Detección de estrés crónico y síndrome de Burnout en docentes”, en la que la inestabilidad laboral es una de las causas más comunes que generan este problema de salud entre los profesores.
Por ejemplo, mencionó el caso de los docentes que están contratados bajo la modalidad de honorarios, ya que perciben un pago cada fin de semestre y esto genera cierta inquietud en comparación con quienes reciben su salario cada 15 días de forma segura.
Como consecuencia del estrés, explicó que las personas desarrollan una mayor predisposición para enfermedades mentales, especialmente la ansiedad y depresión, además de una susceptibilidad de enfermedades psicosomáticas, entre ellas dolor de cabeza, lumbalgia y efectos gastrointestinales.
“Eso afecta nuestra calidad de vida. Aunque sepamos que la lumbalgia o el dolor de cabeza tiene una causa puntual, de todos modos nuestra salud global se ve deteriorada y es bastante habitual que tengamos diversos trastornos al mismo tiempo”, dijo.
El factor económico
es muy importante
porque es la motivación
que permite sobrellevar
el ciclo inicio
y fin de quincena
Díaz Flores detalló que, a nivel laboral, este problema genera consecuencias como la disminución de la productividad porque, si un docente no se siente bien física y emocionalmente, difícilmente podrá dar una buena clase, lo que significa que la salud tiene un efecto “de bola de nieve”.
Comentó que lo económico es muy importante porque muchas veces es la motivación que permite sobrellevar el ciclo inicio y fin de quincena, pero esto depende de la situación contractual de cada docente porque en el caso de quienes están contratados por honorarios, a quienes les pagan una vez al semestre o al año, “sin lugar a dudas viven con el estrés sostenido”, es decir, el factor económico implica un detrimento de la actividad laboral.
Durante la conferencia, impartida en la Unidad Académica de Psicología, también se refirió al síndrome de Burnout, el cual tiene que ver con una situación en la que una persona enfrenta problemas clínicos como consecuencia del estrés y otras problemáticas desarrolladas.
Mencionó que hay una herramienta, un cuestionario de 22 preguntas, cuya frase final engloba el que un docente tenga Burnout: “no tengo interés por lo que suceda con nuestros alumnos”, lo cual es una consecuencia grave porque muestra que no están en las condiciones de brindar un ambiente, dentro del aula libre de violencia, con empatía y justicia.
Díaz Flores expuso al respecto que ese desinterés se nota no solamente en el trato directo con los alumnos, sino en la preparación de las clases, de forma que esto es importante porque puede tener un impacto negativo con los estudiantes.
