- El Mirador de Heródoto
El décimo aniversario del estreno del Campus UAZ y la puesta en marcha del Modelo Académico UAZ siglo XXI generó algunas reflexiones en este espacio periodístico en torno al ser y al hacer de la UAZ en los días de la globalización.
Siguiendo a Gimeno Sacristán, un currículum supone un entramado dinámico, histórico y contextual, de relaciones que se establecen entre la sociedad, el estado y la escolarización, que es importante reconocer e identificar.
En las últimas décadas, bajo el impacto de la globalización y la concepción neoliberal de la educación superior, ésta enfrenta grandes dificultades.
El neoliberalismo significa potenciar los negocios privados muy por encima de los públicos, eso afecta mucho a la educación superior debido a que se les ve como un área altamente rentable para la inversión privada es por ello que se le estrangula financieramente hasta conducirla a un punto de venta, teniendo como consecuencia la gradual entrega de la educación superior a los grandes monopolios. En pocas palabras, neoliberalismo significa disminuir y eliminar derechos sociales en beneficio del sector privado. Negar o cerrar los ojos a lo anterior no es honesto.
Como se comentó en las dos notas anteriores, en ese contexto internacional y nacional surgió el Modelo Académico UAZ Siglo XXI, dirigido a fortalecer la capacidad institucional para asegurar la formación de recursos humanos de alta calidad en todos los niveles y modalidades mediante el fortalecimiento del enfoque académico centrado en el aprendizaje, reto formidable con repercusiones a corto, mediano y largo plazo.
Resulta histórico el Boletín de Prensa UAZ N° 157 del 15 de agosto del 2005, dando cuenta del evento inaugural del Campus. Su encabezado es elocuente: “Ni un paso atrás en lograr que la UAZ sea sinónimo de calidad académica”.
En esta tercera entrega toco tangencialmente el pensamiento de los docentes de la etapa fundacional del Campus UAZ Siglo XXI. En otro momento podré personalizar posturas y opiniones de los procesos que se llevaron a efecto en distintas Áreas Académicas de la UAZ.
Al conversar con quienes estuvieron en la punta de la lanza como ejecutores del Modelo UAZ Siglo XXI, la mayoría recuerda tan significativa época con una mezcla de nostalgia y satisfacción. Así, Manuel Martínez Delgado, Ernesto Perales Núñez, Carmelita Aceves Medina, Alejandro Aguilera Galaviz, Rafael Salinas Enríquez, César Luis Mendoza, entre otros, coinciden en que fue una etapa de manifiesta integración en el trabajo académico por equipo, con la mirada puesta en la superación universitaria. Este sería un ejemplo de unión en torno al logro de un objetivo común.
Es innegable que gran parte de los profesores no estaban preparados para desarrollar el innovador programa académico. Otros no tenían el perfil para desarrollar los temas de los contenidos programáticos, mismos que tenían exigencias diferentes a las que venían manejando. Pero ahí estuvieron dando su mejor esfuerzo.
Después del traslado a las nuevas instalaciones del Campus UAZ dotadas con el equipo más moderno del centro del país, aún prevalecían grandes dudas en relación a la pertinencia del modelo recién implementado. La forma de trabajo de carácter integrador no era precisamente el mejor conocido por los docentes y administrativos.
A los docentes de la Unidad Académica de Odontología les resultó sencillo integrarse a las estructuras de trabajo correlacionado, en función de que su modelo académico previo, denominado Sistema de Enseñanza Modular, era semejante al nuevo. En contraste, para los que desarrollaban una forma tradicional de enseñanza fue todo un reto el cambio. Quienes lo lograron, hoy en día son líderes en el manejo del proceso enseñanza-aprendizaje innovador.
La resistencia al cambio se hizo presente principalmente en el personal administrativo que no tenía experiencias antecedentes en ese sentido: el compartir espacios físicos: el centro de cómputo, bibliotecas, laboratorios y hasta profesores de un contenido determinado, era una verdadera lucha cotidiana con la inercia de la forma de enseñanza anterior. El llamado “Eje integrador” constituía un paradigma novedoso que trastocaba costumbres anteriores.
Una visión retrospectiva pone en evidencia los esfuerzos de los maestros por superarse académicamente, así lo demuestra el incremento de docentes que adquirieron el grado de maestría, de doctorado, el perfil Promep y el ingreso al SNI.
La permanencia de la UAZ en el CUMex habla de su calidad académica. Los diez años del Campus UAZ siglo XXI merecen el reconocimiento de todos.
Para finalizar démosle significado a los versos de Claudio Rodríguez:
“Sólo pido que pueda/ Cuando pasen los años,/Volver a entrar con el latido de ahora / en esta casa abierta para siempre.”
Así se observa el mundo desde El Mirador de Heródoto. ■
*Cronista de la UAZ
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