Estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ) exigirán al Consejo Universitario, máximo órgano de gobierno de la institución, que se revise y analice el incremento al precio en los comedores estudiantiles, así como el convenio con la Asociación de Transportistas de Zacatecas, el cual considera un descuento de menos del 25 por ciento a los jóvenes.
Felipe Ángeles, consejero estudiantil de la Unidad Académica de Artes, comentó que el incremento al precio de los alimentos en los comedores fue sorpresivo y “no sé si eso haya pasado por votación en el Consejo o si sea una decisión meramente de Rectoría, me toma por sorpresa”.
Consideró que elevar el precio a 20 pesos, luego de que el costo era de 10 pesos antes de la pandemia, representa un aumento considerable porque, aunque parece poco, “hay personas que en verdad no cuentan con ellos”.
Ante esa situación, dijo que los estudiantes pueden organizarse y exigir a la Rectoría que ese tipo de decisiones se discutan y avalen de manera consensuada en el Consejo Universitarios, no de forma unilateral, que reconsidere los aumentos en los comedores y el convenio firmado con el transporte público.
Ángeles dijo que es obligación de los consejeros universitarios hacer valer la voz de los estudiantes en el Consejo “porque a veces no conocen las herramientas o mecanismos que tienen a su favor para hacer valer sus derechos y ser escuchados. Un tema como este se puede llevar al Consejo Universitario”.
No obstante, Ángeles destacó que ahora hay más información y apertura para otorgar descuentos a los alumnos en el pago de la inscripción “porque antes (en anteriores administraciones) no se sabía o se quedaba en unos cuantos alumnos nada más”.
Por su parte, Ana Iraís Arteaga Gómez, consejera del programa de Música, comentó que es entendible la situación financiera en que se encuentra la Universidad, pero el problema es que “ya es costumbre que con esa justificación aumenten y aumenten los costos en todos los sentidos, no nada más en los comedores sino también en las cuotas escolares”.
“Esto es riesgoso porque gradualmente se va haciendo inaccesible la educación y obviamente se va destruyendo el carácter de la educación pública que se supone es el sentido de nuestra Universidad”, expresó.
Aseguró que, si las autoridades universitarias fueran conscientes de las necesidades de los estudiantes, serían más empáticos y no aplicarían estos incrementos ni firmarían convenios del transporte público que implican beneficios mínimos para los jóvenes.
Mencionó que, en efecto, en este momento todo está muy caro, pero en la BUAZ es costumbre que cada año se aumentan los precios en todos los rubros, especialmente en las cuotas semestrales.
Sobre el descuento mínimo que se aplica en el transporte público a los estudiantes, de 9.50 a 7 pesos, Arteaga Gómez dijo que la gran mayoría de los estudiantes utilizan ese medio para trasladarse “y siento que debe haber más empatía.
Comentó que seguramente los justifican con que subieron de precio los combustibles y que durante la pandemia no generaron los recursos suficientes, pero las condiciones de la gran mayoría de los estudiantes también son desfavorables y por lo tanto es un tema que debe ser revisado en el Consejo.
“La UAZ debe tomar un papel de protección y de dar la cara por sus alumnos. La pandemia no fue nuestra culpa y todos quedamos mal y s posible que muchos ni siquiera cuenten con los recursos para el transporte”, expresó.
Asimismo, Diana Sugey Ramírez, consejera estudiantil de la Unidad Académica de Ingeniería, opinó que todo ha aumentado de precio recientemente y es comprensible que al interior de la Universidad haya aumentado el costo en el servicio del comedor, pero las autoridades tienen la responsabilidad de analizar la manera de generar más recursos para beneficiar a los jóvenes.
Sin embargo, opinó que es el costo del transporte público afectará más a los estudiantes, pues muchos alumnos toman varias rutas para llegar a su unidad académica y a otros lugares.
Ante esa situación, dijo que es necesario que los estudiantes lleven al Consejo Universitario este tema, porque este organismo es la máxima autoridad de la institución y es ahí donde “se debe hablar con números y con soluciones eficaces”.
