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jueves, 28 marzo, 2024
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Ken Loach por la Palma de Oro con Sorry we missed you

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Por: CARLOS BELMONTE GREY •

■ La película refleja cómo la tecnología tiene su rol en la cadena de la explotación

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Es difícil pensar en otro director de cine con una línea temática y estilo narrativo no sólo definido sino más comprometido con la clase media baja, el proletariado y las causas sociales. Quizás los hermanos Dardenne (también en la selección del festival de este año) se le asimilan. Estamos hablando del británico Ken Loach (83 años) quien ha vuelto al Festival de Cannes en Competencia por la Palma de Oro con Sorry we missed you.

Esta vez se acercó al problema de las empresas sin empleados, donde cada empleado es dueño de su propia franquicia. Además, al problema del consumo inmediato por internet y las empresas repartidoras “al día de la compra”, con sus horarios ajustados de entrega y con un scanner del paquete que permite rastrearlo en cualquier parte del mundo.

Un problema encajado en una familia compuesta por los padre (albañil convertido en dueño de su propia franquicia que consiste en la compra de un van en cuotas y repartir paquetes 14 horas diarias seis días a la semana), una madre (asistente social y enfermera de ancianos a domicilio, pagada por solo el tiempo de la curación sin tomar en cuenta los desplazamientos y las eventualidades propias de las enfermedades de cada asistido), un adolescente (grafitero, expulsado de la secundaria y fichado por la policía), y una niña de 11 años (testigo de los problemas familiares en silencio y por tanto, nerviosa).

Loach vuelve a filmar como él prefiere, a modo de documental cronológico. Los actores repetían cada episodio sin saber el siguiente y por tanto el desenlace. Decidió reconstruir la bodega de los paquetes tal cual existen en Newcastle, la ciudad en donde sucede la historia. Los choferes son reales choferes, y se cuidó de que nada pareciera ensayado o simulado, sino siempre tal cual se pasa en la realidad de su cotidianidad.

Contratos “Cero horas”
Loach sigue creando una cinematografía que no se preocupa por mostrar la crudeza de las clases obreras y los problemas interiores, considera que al final son humanos y todos tienen defectos. Su enemigo está en el salvaje sistema capitalista: trabajo, tiempo, salario, deudas y asistencia del Estado.

Cómo funciona esta fórmula: se necesita trabajo para tener un salario que dé de comer, de vestir, de tener un techo y de gozar. Pero los salarios medios no alcanzan, entonces se recurre a créditos -hasta para estudiar-, para pagarlos se necesita trabajar más y entonces invertir más tiempo. Este tiempo se toma del que debería ser para la familia, los amigos o para uno mismo, pero queda reducido a una cena por semana y a cruzarse en los pasillos de la casa. El equilibrio que una clase media busca, familia y trabajo, la más precaria entonces sufre el desplazamiento.

A todo esto se refiere Sorry we missed you, co-escrita por Paul Laverty y Loach. A los contratos “Cero horas”. La nueva forma de explotación, de pequeños trabajos, de trabajadores independientes sin contratos, mano de obra precaria.

En Sorry we missed you la tecnología tiene su rol en la cadena de la explotación. El escáner que permite al consumidor saber dónde está su paquete y a qué hora lo va a recibir tranquilamente en su casa, mientras que hay un trabajador corriendo por las calles. Y como están en su propia empresa si una entrega sale mal terminan ellos pagando el error.

Y finalmente la tesis que avanza la película: no se está viendo el fracaso de la economía de mercado. Al contrario, este nuevo sistema de mercadeo por internet es natural para la evolución del mercado que es en sí una muestra más de la competencia salvaje por obtener más beneficios económicos. Pero el mercado no se preocupa por la calidad de vida, lo que le interesa es ganar dinero, y ambas cosas no son compatibles.

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