Habitantes de la colonia Gavilanes han alzado su voz sobre las recurrentes deficiencias en diversos servicios públicos, como la seguridad, la recolección de basura, el alumbrado público y el abastecimiento de agua.
En un sondeo realizado a vecinos de la zona, la preocupación por la falta de atención de las autoridades locales se ha vuelto una constante.
Los residentes reportan un creciente sentimiento de inseguridad. «De vez en cuando se escuchan balazos, y eso ya es algo normal aquí», comentó un vecino, quien detalló que los disparos se escuchan, al menos, una vez al mes.
Además, se menciona un hecho reciente: hace tan solo dos semanas, un asesinato ocurrió en la colonia.
Sin embargo, los habitantes aseguran que, pese a la violencia, ya están acostumbrados a este tipo de situaciones. «La gente aquí ya se ha acostumbrado a que ocurran esas situaciones», señaló un vecino, mientras que otros comentaron que, aunque las rondas de patrullaje son frecuentes, la vigilancia de la policía es intermitente y parece no dar resultados.
Mencionan que es muy común ver pandillas o grupo de jóvenes con drogas y/o alcohol, lo que igual es una preocupación.
La recolección de basura es otro de los temas más críticos. Según los testimonios recabados, el servicio solo pasa cada tres días, lo que provoca que se acumulen montones de basura en las calles.
Además, los residentes reportan que personas ajenas a la colonia suelen dejar bolsas de basura fuera de los horarios establecidos, lo que agrava la situación. “Antes pasaban más seguido, ahora se tarda mucho”, mencionó un vecino.
El abastecimiento de agua también es problemático, ya que no hay un horario fijo para el servicio. Algunos días se recibe agua por tres días consecutivos, mientras que en otros se espera hasta cuatro días sin el servicio.
Este desabastecimiento ha ocasionado que los vecinos deban almacenar agua en grandes cantidades cuando el servicio es regular. «Antes nos mandaban agua tres veces a la semana, pero ahora no sabemos ni qué días llegarán», expresó uno de los residentes.
Por otro lado, el alumbrado público es otro de los puntos en los que los habitantes denuncian fallas recurrentes. «En varias calles, sobre todo en esta, las lámparas se apagan constantemente, y por las noches es muy oscuro», comentó una vecina, quien también indicó que las autoridades no han tomado medidas para reparar las fallas.
El estado de las calles y edificios también es motivo de preocupación. Varios de los residentes mencionaron que algunos edificios de la colonia se encuentran en un estado de abandono, con acumulación de basura frente a ellos. En cuanto a las calles, algunas se encuentran con baches y daños por obras mal terminadas, como las de la empresa de agua JIAPAZ. «Cuando abren la calle, hacen un desastre, y no vuelven a arreglar bien», señaló una habitante.
Además, hay edificios que presentan serios daños estructurales, como grietas en las escaleras y paredes que, si bien no han causado derrumbes, sí representan un riesgo para los vecinos.
Uno de los temas que más resuena entre los colonos es la falta de apoyo de las autoridades. En tiempos pasados, los vecinos recuerdan que, durante la gestión de Rosario Robles, hubo iniciativas para mejorar la colonia, como la pintura de edificios y el mantenimiento de áreas verdes, pero desde la pandemia, la falta de intervención por parte de las autoridades ha sido notoria.