Un sindicato charro es aquel que, con bandera de independencia, responde a los intereses de la patronal.
En el Día del Amor y la Amistad, el Sindicato del Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (Spauaz), respaldó al rector Rubén Ibarra Reyes con la falta de quórum en el plebiscito, aceptó el Secretario General del sindicato, José Juan Martínez Pardo.
“La no participación en el plebiscito de la mayoría de maestras y maestros es una postura política, si deciden no ir (no participar) están asumiendo que se está de acuerdo con lo que oferta rectoría”, aseguró ante sus compañeros el líder sindical, luego de negarse a contar los 1,384 votos que dijo hubo en el plebiscito.
Por acciones como la del pasado 14 de febrero, Martínez Pardo ha sido cuestionado por integrantes del llamado Grupo Plural de Delegaciones, quienes, desde el inicio de su gestión, le reclamaron lo que llaman entreguismo hacia rectoría.
Para que el plebiscito fuera válido se requerían al menos 1,600 votos aproximadamente, equivalentes al 51 por ciento del total de agremiados.
La insuficiente participación de las y los maestros en el plebiscito impidió que estallara la huelga por diversos incumplimientos al Contrato Colectivo de Trabajo.
“Con esta negativa al conteo y la transparencia, José Juan Martínez Pardo desestabiliza al sindicato subordinándolo al rector Rubén Ibarra, el plebiscito culmina cuando se cuenta públicamente cada voto, sólo reclamamos nuestros derechos”, dijo Enrique Viramontes.
“Esta Secretaría General ha sido incapaz de resarcir violaciones sistemáticas al contrato colectivo, hay prestaciones en las que se nos ofrecen limosnas y nos quedan a deber decenas de millones de pesos sin que se le exija cumplimiento al rector”, insistió Viramontes.
Para Cresenciano Sánchez, ex dirigente del Spauaz, la escasa participación de sus compañeros tuvo una explicación: “hubo presión desde las unidades académicas a las y los profesores para que no acudieran a votar, bajo la amenaza de que si lo hacían ya no les daban carga de trabajo”, señaló en entrevista.
Antes, Martínez Pardo se defendió ante sus críticos minimizando las protestas del llamado Grupo Plural, a quienes descalificó diciendo que son sólo 5 personas “peleadas con la vida”, y cuyo único interés es desestabilizar al sindicato.
Más allá del episodio del pasado 14 de febrero, ¿cuál es el problema de fondo en el Spauaz?
El más importante es, quizá, que la falta de participación de los sindicalizados evidencia que sus agremiados no se sienten representados por el sindicato, hay un desinterés genuino de maestras y maestros, quienes no están luchando por sus derechos laborales.
El propio Secretario General del sindicato prometió, desde el inicio de su gestión, que despertaría a este sindicato adormecido, es evidente que no lo logró, o peor aún, que quizá ni siquiera hizo el intento por reavivarlo porque un sindicato débil o en terapia intensiva, como parece ser el caso, es más apropiado para los intereses del patrón en turno.
Otro asunto clave es que por lo menos 700 profesores y profesoras de la UAZ, (aunque en asambleas se ha hablado que son más de mil), no tienen derechos laborales y sólo se les paga por honorarios. Ellas y ellos viven en la incertidumbre de no saber si el siguiente semestre tendrán carga laboral.
Un pendiente más es que rectoría sigue sin abrir las cuentas individuales de maestras y maestros más jóvenes.
“Ahora los jóvenes maestros y maestras de la UAZ se jubilarán a partir de lo que ellas y ellos puedan ahorrar, a través de la apertura de cuentas individuales que rectoría, por omisión, no ha aperturado desde hace varias administraciones, incluyendo la actual”, dice Pedro Martínez ex Secretario General del Spauaz.
Así, sus cuentas que les darían una “solvencia” para su retiro, están en cero pesos.
“Y lo peor es que maestros y maestras, que tienen más de 35 años de antigüedad, tienen de ahorro en lo que llamábamos la mutualista o la fundación, recursos muy limitados que, con una operación no mayor en un hospital particular, podrían perder el poco dinero que lograron ahorrar, así de grave la situación para nosotros los maestros viejos, ahora imagínate para los jóvenes”, alerta Martínez.
¿Por qué es importante lo que pasa en el Spauaz?
Porque en él están quienes forman a las y los jóvenes en la institución más importante de nuestro Estado. Y si ese sindicato, donde se supone habita la conciencia crítica de Zacatecas, que tanto ha dado a nuestra tierra y al País, el espíritu de lucha se desvanece, no es para nada una buena señal.
El reto para que el Spauaz despierte pasa por todos y cada uno de sus hombres y mujeres que en él coexisten. Y ojalá que sus integrantes logren reagruparse en torno al interés superior del Estado y no más al de pequeños grupos que se creen dueños de una institución que le pertenece al pueblo.
Y como apunte final, ojalá también desde el Spauaz se pugne porque el proceso de Reforma Universitaria no sea más de espalda a la comunidad universitaria y se abra a la participación de todas y todos, que no se quede la decisión del supuesto nuevo rumbo de la UAZ sólo en la mente de unos cuantos, las y los más de 40 mil alumnos y alumnas tienen mucho qué decir y aportar. ¡ESCÚCHENLOS, ESCÚCHENLAS!