■ La Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano llevó a cabo el procedimiento
■ Buscan que 4 mil 650 hectáreas ubicadas en Mazapil sean declaradas terreno nacional
■ Involucrada, la minera Tayahua SA de CV (filial de Frisco), propiedad de Carlos Slim
La etapa de medición y deslinde que busca ser sustento para solicitar que 4 mil 650 hectáreas ubicadas en el municipio Mazapil en que se asientan las comunidades de Salaverna, Santa Olalla y Las Majadas, así como otras zonas de cultivo sean consideradas terreno nacional, fue concluida el pasado martes 13 de diciembre de manera “exitosa”, precisó Efraín Arteaga Domínguez, representante en la entidad de la Unión de Trabajadores Agrarios (UNTA), organización que se ha constituido en respaldo político y jurídico de los solicitantes del procedimiento ante la Sedatu.
Precisó su expresión, al señalar que se localizaron todos y cada uno de los puntos del polígono y se verificó la distancia que hay entre ellos, pero dijo, queda pendiente la resolución que con base en estos elementos y otros, haga la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, quien realizó tal medición y deslinde.
“Nos explicaron los peritos que toda la información que recogieron la entregarán a las áreas jurídicas de la Sedatu y se seguirá haciendo el trabajo de análisis para determinar si efectivamente se trata de terrenos nacionales o no, y posteriormente, se dilucide quién tiene el derecho preferente o el mejor derecho, que sostenemos lo tienen nuestros compañeros, puesto que son posesionarios”.
Las partes involucradas en el conflicto por estas tierras, la minera Tayahua SA de CV (filial de Frisco, empresa propiedad de Carlos Slim), los representantes del Ejido Mazapil y los solicitantes ante la Sedatu del citado procedimiento, estuvieron presentes en la sesión en que se levantó el acta final de esta etapa, y expusieron sus posiciones para que quedaran asentadas en la misma, también comentó.
De manera sorpresiva, dijo, tres habitantes de Santa Olalla que son parte de los firmantes de la solicitud del procedimiento de medición y deslinde cambiaron su postura en ese momento y se manifestaron en contra.
Hay la presunción de que hubiera algún elemento de coacción que pudiera explicar este cambio de comportamiento y que podrían estar ejerciendo tanto la empresa extractiva como el Ejido Mazapil.
Roberto de la Rosa Dávila, delegado municipal de Salaverna, explicó que al momento de la visita pasada del Servicio Geológico Mexicano (SGM) para hacer un estudio de riesgo al que los habitantes de esta comunidad se opusieron, pues lo han entendido como un pretexto para desalojarlos, los vecinos de Santa Olalla, ahora inconformes, quienes fueron contratados por la minera para ayudar a los especialistas, les reclamaron haber perdido este trabajo por su negativa.
También el que una de las tres personas que se manifestaron contra el procedimiento de medición y deslinde que realizó la Sedatu, es a la par integrante del Ejido Mazapil, por lo que suponen, tuvo temor de ser castigado con la confiscación del dinero procedente de un fideicomiso, como ha sucedido con otros que se han manifestado contra los intereses de la minera, tal es el caso del propio Roberto de la Rosa.
Para de la Rosa Dávila esto significa que los ahora opositores al procedimiento de medición y deslinde, que también serían beneficiados en caso de que la Sedatu encuentre sustento para decretar al polígono como territorio nacional, y pasar de posesionarios a propietarios, es que “no razonan que la empresa los está utilizando en contra de nosotros”, pero además, que no entienden las implicaciones a futuro de permitir que la Frisco-Tayahua dañe por su actividad de manera irreversible, las aguas y tierras, y por tanto la flora y fauna del lugar.
“Desgraciadamente yo veo que la empresa está aprovechando muy bien el poco cariño o afecto o conocimiento, que tienen estos señores de lo que realmente viene después de las minas a cielo abierto. Hemos visto cómo alrededor de Peñasquito, han agotado y envenenado el agua”, ejemplifico con el caso de la empresa canadiense que tienen en cercanías.
Como se esperaba, también mencionó Arteaga Domínguez, se manifestó la oposición de la empresa minera, que presentó otra vez las presuntas escrituras con que pretende acreditar la propiedad de 3 mil 584 hectáreas de la zona y otros documentos con que buscó se declarara improcedente y por tanto se cancelara la solicitud de medición y deslinde solicitada por los habitantes de Salaverna, Santa Olalla y Las Majadas.
El argumento fue objetado por Roberto de la Rosa, quien señaló que el área del terreno que implica su solicitud es mayor a la que presuntamente reclama en propiedad la empresa, pero también refirió que no se ha encontrado vestigio en el Registro Público de la Propiedad de Concepción del Oro, del asentamiento de esta escritura, algo que también corroboró previamente al procedimiento la propia Sedatu.
También hubo un momento álgido respecto de la postura de El Ejido Mazapil y sus representantes legales, pues se negaban a firmar el documento, alegando que una solicitud de medición y deslinde que habían iniciado con anterioridad, no fue atendida oportunamente y solicitando al personal de Sedatu les entregaran la publicación del Diario Oficial de la Federación del aviso de la misma, cosa que se subsanó cuando en respuesta, los peritos de la instancia les informaron que el día miércoles se habían publicado y estaba accesible en la Internet.
Al respecto, Efraín Arteaga Domínguez precisó que para el procedimiento no era indispensable legamente que firmaran ni el Ejido Mazapil ni la minera Tayahua y sólo la Sedatu y los solicitantes del mismo.
Roberto de la Rosa Dávila expresó luego de concluida esta etapa de medición y deslinde, sus expectativas de que “todo se haga con claridad y justicia social (…) todavía no concluye, falta ver quién tiene el derecho. Yo creo que todos aportaremos lo que tenemos para demostrarlo”.
En su caso, dijo, que son nativos de estas tierras “no de ahora sino de tiempos ancestrales, es lo que muchos no quieren reconocer, y que no estamos dispuestos a entregarlas para que nos las contaminen y acaben con todas las formas de vida de la región. Todos estamos en riesgo aquí ya en Mazapil”, por la presencia de las empresas mineras.
