Barcelona. El Barcelona reforzará sus propias medidas de seguridad de cara al clásico que el próximo sábado lo enfrentará al Real Madrid en la Liga española de futbol.
Tras los atentados que el pasado viernes acabaron con la vida de 129 personas en París y causaron alrededor de 300 heridos, el club azulgrana revisó sus protocolos de seguridad y, asesorado por los Mossos d’Esquadra (policía regional catalana), decidió fortalacer sus dispositivos.
El Real Madrid, por su parte, aseguró no haber tomado aún ninguna determinación extraordinaria al respecto y esperará a reunirse con la Policía, las autoridades y otros colectivos implicados en la organización del partido para decidir un posible refuerzo.
Según señaló una fuente del Barcelona a Dpa, el club azulgrana acudirá al clásico del próximo sábado en Madrid con «algún refuerzo puntual» de las ya habitualmente estrictas medidas de protección.
Por motivos de seguridad, la citada fuente declinó detallar qué aspectos serán los reforzados y de qué manera.
El comisario en jefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, confirmó asimismo, en declaraciones a la radio catalana RAC1, que, de acuerdo con el Barcelona, en los próximos partidos de los azulgrana tomarán «alguna medida más» en la vigilancia.
Los Mossos son los responsables del dispositivo de seguridad público que controla los partidos del Barcelona, que también cuenta con su propios servicios de seguridad privados.
El Real Madrid, por su parte, coordina con la Policía Nacional española la seguridad pública que rodea sus encuentros y, según apuntaron fuentes del club a Dpa, al tratarse de un partido en casa aún no han tratado el asunto.
El dispositivo que vigilará el clásico del sábado se decidirá mañana, cuando la Comisión Antiviolencia se reúna para determinarlo.
Según señalaron fuentes del gobierno español a Dpa, la comisión se celebrará un día antes de lo habitual dado el clima de alarma terrorista que planea sobre buena parte de Europa.
Casi con toda seguridad y como viene sucediendo en los últimos años, el partido será declarado de alto riesgo.
Luego, con los informes de la Policía y de la Guardia Civil sobre la mesa, las autoridades competentes decidirán si extreman las ya habitualmente fuertes medidas de seguridad, que implican a algo más de un millar de agentes.
«Escucharemos los informes de las policías y, si existiera algún tipo de amenaza superior, no hay duda de que se extremarán las medidas de seguridad», señaló el lunes Miguel Cardenal, Secretario de Estado para el Deporte, tras reunirse con la delegada del gobierno en Madrid, Concepción Dancausa.
«Tendremos que hacer lo de siempre, pero con un control mayor y siendo más exhaustivos en los controles», señaló Dancausa.
España mantiene, de momento, su nivel de alarma terrorista en el número cuatro, uno por debajo de la máxima.
Pero los grandes acontecimientos deportivos están en el punto de mira de los yihadistas, que el pasado viernes intentaron sin éxito inmolarse en el Stade de France de París, mientras se disputaba un amistoso entre Francia y Alemania.
Los controles policiales impidieron la entrada de tres terroristas al estadio y éstos acabaron haciendo saltar su carga explosiva en los aledaños y causando un muerto.
El estadio Santiago Bernabéu se llenará el sábado para el clásico, que será seguido en todo el mundo por millones de personas a través de la televisión.
Su aforo es de 81 mil personas y en sus aledaños acostumbran a concentrarse grupos de hinchas que no pudieron acceder.
