■ Robo de identidad, extorsión, bullying, exhibición de personas, delitos más frecuentes en Internet
■ Hay 5 agentes especializados en la investigación de delitos cibernéticos en la Procuraduría estatal
El acceso cada vez mayor a Internet y con ello a las diferentes redes sociales hace necesario un fortalecimiento de las policías cibernéticas de los estados debido a la comisión de delitos por esta vía, aseguró la titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Zacatecas (PGJEZ), Leticia Catalina Soto Acosta.
Actualmente, comentó, hay cinco agentes especializados en la investigación de delitos cibernéticos en la Procuraduría de la entidad; pero de acuerdo con el número de usuarios y cuentas en redes sociales que deben monitorear en la entidad, se requeriría al menos duplicar esta cifra.
Algunos delitos que se relacionan la mayoría de las veces con las redes sociales de los casos son la trata y la desaparición de personas, además de que los ilícitos propiamente que se cometen con más frecuencia son el robo de identidad, la extorsión, el bullying y la exhibición de personas.
Respecto a este último, la funcionaria se refirió a una investigación que desarrollan en estos momentos y que tiene que ver con “un tema de exhibición de una persona a través de redes con montaje y combinación de situaciones en su propia página de Facebook”.
Además, narró otros casos que han atendido o a los que están dando seguimiento actualmente derivados de problemas con redes sociales.
Por ejemplo, expuso que recientemente encontraron a un joven que venía desde Ciudad Juárez buscando a una chica con la que había entablado una “relación sentimental” a través de Internet. “Lo localizamos aquí en Zacatecas y su papá vino desde Chihuahua a recogerlo y llevarlo a su lugar de origen”, expuso.
Asimismo, mencionó que al investigar algunas alertas Amber que se emiten “nos damos cuenta de que en muchas ocasiones se trata de conversaciones que se tuvieron a través de redes sociales, alguna invitación, alguna sugerencia, inclusive se han localizado algunas páginas de algunas actividades de consumo de estupefacientes, donde a través de redes se hacen las invitaciones”.
Agregó, en el mismo tenor, que en muchas investigaciones que se realizan por diversos delitos se advierte que los presuntos responsables conocieron la rutina, horarios y movimientos de la víctima mediante las redes sociales, principalmente de Facebook; “a través de esa página pueden darse cuenta de quiénes son sus hijos, sus hijas, en qué lugar estudian, cuáles son inclusive sus teléfonos celulares”, concluyó.
Hizo un llamado, por tanto, a los usuarios de estas redes sociales y a los padres de familia a que cuiden el tipo de información que publican en Internet porque, con la “democratización” de este servicio, cada vez más personas tienen acceso a estos perfiles; “los ven amigos pero también los pueden estar viendo otras personas”.
En relación a este problema de los delitos cibernéticos, Soto Acosta informó que en la última Conferencia Nacional de Procuración de Justicia se presentó un diagnóstico de la situación, en el que Zacatecas se encuentra en un “nivel medio”.
Aunque expuso que los policías cibernéticos en la entidad ya operan en un área propia y con equipo adecuado, precisó que para 2017 sí se requiere equipamiento y más personal calificado, lo cual ya se ha pedido al Sistema Nacional de Seguridad Pública. Entre las habilidades que deben tener estos agentes, aparte de técnicas policiales, están las de manejo de sistemas, programación y hackeo o intervención.
Estos agentes, apuntó, son los que “tienen que estar atentos las 24 horas al movimiento de las redes y, si bien es cierto que la Policía Federal sobre todo y la Policía Federal Ministerial tienen un nivel óptimo, también es cierto que cuanto más acceso a Internet tiene la ciudadanía en general en el caso de los estados se hace necesaria el fortalecimiento de la policía cibernética” en el ámbito local.
Aparte de la investigación de los delitos propiamente cibernéticos, los policías especializados en esta materia también trabajan en el análisis de información en otros casos y, posteriormente, existe un procedimiento definido para que estos datos se conviertan en información “judicialmente útil”.