Estupefactos cuando no pasmados. Así terminamos el año trágico del 2023 surcado por la inseguridad y la violencia con su cauda de vidas segadas. Esto, tanto en el mundo como en México. Nuestra bien querida y amada patria que sigue convertida en lo que el bardo jerezano la calificara en los tiempos de “la bola”, como la patria espeluznante. La guerra de Rusia contra Ucrania que comenzó el 22 de febrero de 2022 ya va para dos años sin que se defina un ganador. Sigue entrampada en lo que podría llamarse un empate táctico. La primera que invadió a su adversaria para aplicar un castigo a Zelenski, el otrora comediante convertido en presidente a quien acusa de neonazi y poner freno a sus aspiraciones de extender la línea de la OTAN hasta sus fronteras, sigue conservando los territorios todavía ucranios ocupados por mayoría de población rusa: las provincias de Donetsk y Zaporiyia, para anexárselas junto a Crimea. Por su parte Ucrania respondió a la invasión y entró a una guerra defensiva buscando retener los territorios prorusos y recuperar a Crimea. Todo esto con el apoyo económico y logístico de la Unión Europea y los USA quienes buscan debilitar a Rusia y en un remoto caso de que la derrotaran apoderase de sus cuantiosos recursos: el gas y el petróleo en primer término.
La otra conflagración internacional es la guerra entre Israel y Palestina escenificada en la franja de Gaza. La invasión del Grupo fanático y guerrero palestino conocido como Hamás al Kibutz (granja colectiva) judío de Beeri con saldo de alrededor de mil israelíes muertos, fue un magnifico pretexto para que Israel le declarara una guerra de exterminio con la finalidad de seguir extendiendo sus fronteras, anexándose más territorios de sus vecinos para poblarlos y colonizarlos. A la fecha, después del lanzamiento de cohetes por parte de Hamás el 7 de octubre, ya invadida la Franja de Gaza, se contabilizan resultado de los bombardeos judíos más de 20 mil víctimas de palestinos masacradas. Siendo la mayoría civiles; mujeres y niños. Todo esto ante una impotente ONU para frenar esta irracional guerra y el pasmo de la comunidad internacional incapaz de frenar a Israel que como en la guerra de Ucrania lo respalda Estados Unidos y sus intereses que utiliza al conflicto como una estratégica área de oportunidad con fines geopolíticos.
En nuestro país, la estúpida guerra que declaró el jelipillo Calderón a los narcos, que al darle de garrotazos al avispero provocó la proliferación de más bandas y carteles criminales, la seguimos perdiendo. La inseguridad a lo largo de todo de lo que va de este sexenio que ya está en su último año, se convierte en una de las asignaturas pendientes, materia en la que está reprobado el Lopezobradorismo. Aunque nuestro presidente se aferre a su estrategia, para fines prácticos esta ha resultado fallida. El enorme presupuesto gastado en el ejército y guardia nacional de nada ha servido. La población se entera horrorizada del número de masacres, asesinatos desaparecidos, secuestros y extorsiones y demás delitos ante la inutilidad de las fuerzas de seguridad incluidas las policías de los diversos niveles encargadas de mantener el orden. Cundo aparecen ya no sirven ni como espantapájaros, pues llegan ya cuando ocurrieron los delitos solo a dar testimonio de los delitos que en los ministerios públicos y fiscalías pasan a dormir el sueño de los justos.
Cuando estamos por despedir al año viejo y recibir al nuevo, con toda nuestra estupefacción y pasmo; no me resta sino desearles a mis cinco lectores y mis amigos que el próximo año nos depare mejores cosas que el que estamos despidiendo. Que nos brinde más satisfacciones que fracasos. Que sea mejor en todos los órdenes que el que se va. Que no nos falte por encima de todo la salud. Contando con esta el resto llega sólo.
Salud y buena suerte