Segundo revés político a la familia Monreal. Después de perder la dirección estatal de Morena, ahora pierden la posibilidad de hacer hegemonía en la franquicia del Partido del Trabajo en su conversión a Partido estatal. La contradicción con los petistas históricos trajo como consecuencia que estos últimos se salieran de la Asamblea definitoria y desactivaran el quórum. El motivo de su salida, según denunciaron, fue la intención de acaparar toda la dirección del partido y las múltiples irregularidades de los delegados de las fuerzas monrealistas. Exactamente es la misma queja de los militantes fundadores de Morena: este grupo ha generado una dinámica de doble militancia (en casos hasta triple), de tal manera que al mismo grupo de votantes los llevan a las asambleas de Morena y del PT, y en ambos pretenden hegemonizar. Por ejemplo, Viviana Lizardo es delegada del PT en esa asamblea, y pocos días después es electa como consejera estatal de Morena. Caso parecido a Carlos de Ávila, regidor de Movimiento Ciudadano y delegado del PT y activo en Morena. Ejemplos relevantes de decenas de casos. Por tanto, a la irregularidad formal de la Asamblea constitutiva del Partido del Trabajo como partido estatal, se suma la irregularidad política y ética. Esta resolución del IEEZ es una oportunidad para que en los tres partidos involucrados (MC, PT y Morena) pongan orden en esta anomalía y limpien sus padrones.
La resolución del IEEZ obliga a reponer el proceso, y si esto ocurre, se tienen que renovar los delegados, y a su vez si esto pasa, se necesita regularizar toda la estructura del PT zacatecano. En realidad, el dictamen del IEEZ termina dando la razón a los petistas históricos, porque si se repite el proceso, se tienen que atender sus quejas de origen. Pero de paso, es importante que en los otros dos partidos aludidos se coordinen sus dirigencias y militancias para regularizar su situación en las dobles militancias y representantes partidarios. Donde además, operan con prácticas ilegales e ilegítimas como la compra de afiliaciones, el acarreo por despensas y demás “lindezas democráticas”.
Lo que está claro es que al monrealismo se le hizo bolas el engrudo: pretender controlar simultáneamente tres partidos puede traer como consecuencia que no controle ninguno. En Morena ya perdió la dirigencia estatal, y en el PT ya perdió esta oportunidad del registro como partido estatal, y a Movimiento Ciudadano ya no lo controla. El exceso de ambición tiene consecuencias dantescas. Lo que sigue es apelar al Tribunal Electoral para rescatar el registro y eliminar el dictamen del IEEZ, pero es muy incierto el resultado, pues recordemos que el dictamen del Instituto fue avalado por unanimidad. De todos estos eventos torcidos puede ganar la democracia, si se logra que en la izquierda se limpien las cosas y, como quería El Quijote, se consiga enderezar entuertos.