Anécdotas sobran. En varios lugares se ha repetido aquella anécdota de Xavier López – “Chabelo”- en que logró la clasificación para los Juegos Olímpicos de Finlandia en lucha grecorromana, pero ante el nulo apoyo de la Federación Mexicana de Lucha Grecorromana, no asistió. Por eso dejó el deporte y se dedicó a la farándula.
Esto es una prueba más de la deuda pendiente con el deporte mexicano. Este es un país que históricamente ha beneficiado a deportes como el fútbol, mientras que termina por dejar de lado a otras disciplinas menos mediáticas. Por ejemplo, en estos días nos hemos enterado de que las y los integrantes del equipo de nado sincronizado han tenido que empezar a vender trajes de baño para poder continuar buscando su calificación a las olimpiadas de París. En este caso, entre más sabemos, más dudas nos quedan sobre qué pasa en el deporte nacional.
La situación siempre es más grave para las mujeres en el deporte. Ponemos todas nuestras esperanzas en esas deportistas. Las utilizamos como ejemplos de mujeres que la rompen. Mujeres que muestran que las mujeres ponemos el nombre bien alto de México. Pero a la vez que ponemos estas expectativas, se les niegan apoyos. En estos meses nos hemos enterado de muchos casos. Están Daniela Gaxiola, Yuli Verdugado y Jessica Salazar, quienes triunfaron en el Campeonato Mundial de Ciclismo sin el apoyo de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE). A ellas la CONADE les dijo que no pagarían sus viáticos. Lo hicieron como lo realizan la mayoría de las familias mexicanas: con esfuerzo, con redes de apoyo, buscando por su lado. El más notorio ha sido el caso del equipo de nado sincronizado, quien acaba de ganar oro, participando con apoyos ajenos a la CONADE.
En parte, los problemas en el mundo del deporte nacional tienen que ver con rezagos históricos. El fútbol acapara todos los reflectores, y a las mujeres, por la histórica misoginia, no se nos considera campeonas mundiales. Es por esto por lo que el presidente empuja el Béisbol, para reflejar que en nuestro país sobra deporte, deportistas y talento. Es lamentable entonces que sigamos encontrando estos casos. Este año varios deportes, como lo son el nado sincronizado y el ciclismo, se han visto perjudicados por conflictos con federaciones internacionales.
La situación es delicada. En el caso de los deportes acuáticos es porque las Federaciones Internacionales desconocieron a Kiril Todorov, presidente de la Federación Mexicana de Natación, por acusarle de corrupción. Ana Guevara, titular de la CONADE, anunció que la manera en que la Federación Internacional ha abordado el caso es ilegal, y por lo tanto, es que se han congelado los apoyos federales a las disciplinas acuáticas. En el caso del Ciclismo el conflicto reside en que se acusó a la CONADE de querer imponer a un titular en la Federación Nacional.
Estos son conflictos importantes que deben de solucionarse de acuerdo con la Ley y Transparencia. Esto no tiene por qué estar peleado con el proveer por los y las deportistas mexicanas, quienes son las mayores afectadas. Esto hace que nuestro deporte, que ya traía un rezago histórico, siga siendo afectado y no pueda entrar al nivel que le corresponde al esfuerzo de las y los atletas mexicanos.