■ Habrá varias sorpresas para los zacatecanos este año, referentes al pasado del estado, comenta
Además del centenario de la Batalla de Zacatecas, este 2014 “estamos conmemorando los 420 años de la llegada y aparición del diablo” en el estado, según informes de los primeros jesuitas llegados a estas tierras en el siglo 16, dice sonriendo, Manuel González Ramírez, cronista del estado.
Ser cronista es una vocación que no se elige pero sí requiere “una entrega absoluta sin esperar nada a cambio”. En Zacatecas hasta este 2014 “cada quien trabajaba como Dios le daba a entender” ejerciendo esta actividad como un oficio que encuentra su impulso más bien por el amor que quienes lo realizan le dedican a “su pueblo”, comenta a La Jornada Zacatecas.
Y pondera como trascendente para mejorar la calidad de este trabajo que finalmente se dirige a la sociedad, la apertura de la licenciatura en Historia que ofrece desde este año la Universidad Autónoma de Zacatecas, misma que ofrece sus últimas oportunidades de ingreso para el proceso de preinscripción este fin de semana y que surgió como otra forma más, de conmemorar este año, la Toma de Zacatecas.
En su caso personal, refiere González Ramírez, “desde que era niño ya me interesaba por el pasado y el patrimonio común”.
Entre sus recuerdos tiene aquel en que se mira construyendo un pequeño museo con los bustos de próceres de la patria que venían como premio en las bolsas de frituras, en una época anterior a la que “los tazos” invadieran el panorama de la mercadotecnia dirigida al público infantil.
Su exhibición histórica también incluía vestigios arqueológicos de fácil acceso en su natal Villanueva, encontrados “a flor de tierra en el campo”.
Su vocación se definió más tarde tras darse cuenta de que en su lugar de origen no existían archivos. Ni “un solo libro” que hablara de su pasado.
Se interesó en la historia con una única finalidad, “la idea romántica” de desentrañarlo para explicarlo y darlo a conocer a otros.
Entre las satisfacciones derivadas del ejercicio de su vocación que cataloga como “un viaje inimaginable y maravilloso”, y que casi “le causó un infarto”, fue justo el descubrimiento de documentos que desentrañan los orígenes de este asentamiento, antes atribuido a la aparición del santo, en los libros de Gobierno de la Antigua Real Audiencia de Guadalajara, resguardados en la capital de Jalisco.
“Eso fue para mí un gran y fabuloso hallazgo. Y que modificaba lo que toda la gente sabía. Le atribuían la fundación de Villanueva a San Judas Tadeo”.
En relatos de generación en generación, trascendidos de boca en boca. Y que eran la única forma de explicar el origen del pueblo se hablaba de apariciones del santo, quien habría solicitado la construcción de un templo del que derivaría después el asentamiento humano.
“Desde luego que no se desechan los mitos y leyendas porque son parte del patrimonio cultural inmaterial de Zacatecas” pero se obtuvo la explicación que justifica el proceso y razonamientos humanos del origen de esta población.
Otro hallazgo que también tiene que ver con mitos y leyendas fueron unos informes realizados por los primeros jesuitas que llegaron al estado y que hablan de apariciones diabólicas en Zacatecas.
“Al principio no tome mucho en serio esto. Después caí en la cuenta de que también este tipo de relatos escritos en su momento como informes, es decir como hechos que supuestamente ocurrieron, son parte de nuestro patrimonio cultural intangible”.
La sorpresa es que al hacer investigaciones en los sitios donde supuestamente ocurrieron los hechos, esto es, la falda poniente del Cerro de La Bufa, “descubrimos dos parajes donde “se perciben ciertos fenómenos que se pueden ver y oír” y que en otra época podían atribuirse a entes sobrenaturales.
Esto también tiene que ver con el mito de la aparición de la Virgen María el 8 de septiembre de 1546, hay un lugar “mágico donde ocurre un fenómeno natural durante las 24 horas del día”
Existe además otro lugar donde según informes del siglo 16, vivía el diablo. En el sitio son perceptibles a los sentidos ciertos fenómenos “que alguna explicación científica deben de tener”.
Los documentos son muy descriptivos. “Dicen cuántas veces se apareció, a quién, qué le dijo, qué se escuchaba, -los efectos especiales-, a qué olía…”
Esto probablemente aparecerá próximamente bajo el título de “Las más antiguas leyendas de la ciudad de Zacatecas” mismas que se vinculan con la fundación de la ciudad capital del estado.
Hablan de demoniacas que ocurrieron exactamente hace 420 años. Hemos estado haciendo un estudio de estos relatos y a través del tiempo han portado y traen al presente una pequeña dosis de realidades históricas, “no todo lo que ahí se dice es producto de la fantasía”, refiere.
De estos materiales se rescata la parte histórica. “Ahí se atribuyen al demonio que vivía en el Cerro de La Bufa los famosos asemes, enfrentamientos rituales realizados entonces entre los integrantes de dos de los barrios indígenas de Zacatecas: los tlaxcaltecas y los tarascos.
Estos encuentros violentos se llevaban a cabo los domingos, que eran días de descanso y tuvieron saldos de muertos, que se atribuían a la influencia del diablo.
La referencia histórica de la existencia de los asemes la encontró Manuel González en la consulta de materiales rescatados por especialistas en temas de Inquisición como Solange Alberro, quien escribió sobre ellos.
La realidad histórica muestra que no fue el diablo el culpable sino los comerciantes de la época a quienes les convenía que los indios subieran a “hacer su fiesta” porque ahí les vendían “bebidas espirituosas, tabaco y otros productos que se utilizaban”. No había autoridad que los detuviera. Un solo alguacil existía en la ciudad, “quien por precaución no se paraba ahí”.
Además de estos hallazgos se tienen en preparación para su aparición pública, otros de mucha mayor trascendencia y que tienen que ver con el patrimonio cultural de Zacatecas, por lo que adelanto habrá algunas sorpresas. “Cosas que nunca nos imaginamos que existieran pero ya los tenemos en nuestro poder y en breve los daremos a conocer”.
