17.5 C
Zacatecas
martes, 25 junio, 2024
spot_img

Subjetivaciones rockeras / Difícil panorama

Más Leídas

- Publicidad -

Por: FEDERICO PRIAPO CHEW ARAIZA •

En estos últimos días me he preguntado: ¿Qué ha pasado con el rock mexicano? ¿Por qué no encontramos bandas mexicanas genuinamente rockeras llenando estadios en otros países del mundo, como sucede con muchas originarias de Estados Unidos, Reino Unido u otros países europeos? Nunca he dudado de que en México han existido desde hace décadas, agrupaciones que nada tienen que pedirle a ninguna otra extranjera, por buena que pueda ser, prefiero evitar nombres porque estoy seguro de que son muchísimas más de las que conozco, y en ese sentido mejor no evidencio mi ignorancia (aunque sí la acepto). Entonces ¿por qué no sabemos de un grupo mexicano, insisto, genuinamente rockero, que sea de culto a nivel mundial?

- Publicidad -

Pienso que son varios los factores que han contribuido a tal situación; me atrevo a decir que el problema es casi genético, primero, porque desde que tenemos memoria colectiva, todos hemos sabido que el malinchismo es un ejercicio que la inmensa mayoría de los mexicanos (por no decir todos) hemos practicado en diversas ocasiones. Recuerdo que durante el porfiriato, todo aquello que fuera francés o afrancesado era mucho mejor que cualquier similar mexicano; incluso en su origen, nuestra Constitución copió muchos rasgos de la estadunidense, y esto por poner un par de ejemplos; segundo, desde la llegada de los españoles a la Nueva España, se nos enseñó a aceptar y a concebir, al menos en sus ciudades y villas importantes, a todos los estereotipos occidentales como el ideal a seguir, cortando paulatinamente el encanto o la fascinación por nuestras expresiones estéticas originarias, mismas que pasaron a ser objetos de museo o temas de estudio antropológico. En pocas palabras, desde hace varios siglos, se nos fue enseñando a dejar de lado y a subestimar muchas de las creaciones hechas en México.

A eso también hay que sumar que, desde que el rocanrol comenzó a sonar en las rocolas y en las estaciones de radio, fue mal visto por las autoridades de nuestro país, al principio de manera discreta, y posteriormente de forma abierta y amenazante. Desde una postura chovinista, se tomaron medidas represoras y censurantes contra el entonces incipiente género musical, basando sus argumentos en una moralina por demás absurda, de hecho, pienso que dicha censura aún persiste en muchos casos, pero como a estas alturas del partido, hacerla abierta sería mínimamente anacrónico, ahora se formulan explicaciones que pretenden (según ellos) ser más convincentes. Pues bien, esa censura y represión, considero que frenó en buena medida el desarrollo del rock en México, a diferencia de otros países en los que se le vio como una expresión artística más, ciertamente rebelde, más no por ella subestimada. Incluso, me da la impresión de que la postura que adoptaron fue la de tomar al toro por los cuernos y fomentar su desarrollo.

Otro factor que ciertamente propició que el rock en México no haya contado con los reflectores que le caracterizan en otros países, y que hasta la fecha ha dificultado su progreso, es, en definitiva, el económico. Nadie niega que en nuestro país existen músicos de primerísimo nivel mundial, amantes del rock, pero lamentablemente no se puede vivir del amor al arte, y las instituciones no cuentan con los suficientes programas para fomentar su desarrollo (inclusive, ignoro si exista algún programa cultural enfocado de modo específico a este género musical); de esta manera, los músicos, por buenos que sean e independientemente de cuánto les guste el rock, tienen que buscar la forma de subsistir y lo hacen, como comúnmente se dice, “hueseando”, formando agrupaciones de música comercial, o en otros casos, emigrando allende nuestras fronteras en busca de un futuro más promisorio; afortunadamente, no son pocos los que logran consagrar sus sueños, y eso lo vemos en la gran cantidad de mexicanos que forman parte de agrupaciones de talla internacional, tocando, como muchos diríamos, en las grandes ligas.

Ese desdén, esa indiferencia del sistema, y su afán por sacar de la jugada al rock, ha fomentado en la juventud el gusto por otros géneros musicales, pero no vaya Usted a creer que más refinados, como la música orquestal de concierto, la música de cámara, la clásica, la contemporánea o el jazz, para nada; a mi parecer, el fomento es hacia otros géneros que me parecen menos afortunados, en los que se promueve el crimen y la violencia, o en donde se induce al sexo fácil y rápido, sólo para saciar los instintos humanos más primitivos, desprovisto de aquella magia que le llevó al ser humano siglos elaborar y que llamamos erotismo, o de plano aquellos ritmos tan básicos y elementales que no exigen ni el más mínimo esfuerzo creativo. La idea parece ser la de distraer, buscar rutas fáciles y ramplonas con las cuales enervar a una juventud aturdida por su realidad.

Los anteriores son tan sólo algunos factores que han impedido que el rock mexicano goce del prestigio que merece, y que el talento de sus hacedores no sea lo suficientemente reconocido. ¿Cuántos de nosotros hemos escuchado bandas con las que nos quedamos gratamente impresionados y al poco tiempo nos enteramos de que se han desintegrado? Es por ello que aquellas agrupaciones locales y nacionales que rebasan el lustro, la década o más, merecen mi más profundo respeto, ya que tras esos años se encuentra no sólo un considerable sacrificio digno de admiración, sino una gran convicción por lo que se hace y una fe inquebrantable en que esta situación puede llegar a cambiar. Lamentablemente, si se me permite ser honesto, creo que el panorama en México para el rock seguirá siendo difícil, los espacios para su difusión parecen ser cada vez menos, y el gran avance de los productos chabacanos es innegable. No obstante, creo que lo que menos se debe hacer es tirar la toalla, y en lugar de eso, cuidar todos los espacios y foros que ya existan se abran para difundir un género musical tan fascinante como el que me ocupa, eso sí, siempre con la frente en alto y la dignidad por delante.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -