Colectivos de buscadores y buscadoras de personas desaparecidas en Zacatecas, Fresnillo y Jerez se sumaron a la vigilia y luto nacional por el hallazgo del rancho Izaguirrre, en Teuchitlán, estado de Jalisco, en donde se encontraron restos humanos y las pertenencias de más de 200 personas y de acuerdo a algunas buscadoras, crematorios clandestinos.

Durante el acto celebrado en la Plaza Goitia del centro histórico de Zacatecas, colocaron zapatos y velas en el sueño, además de imágenes y fotografías de sus familiares desaparecidos, a la vez de exigir a los gobiernos federal y estatal que detengan las atrocidades cometidas en contra de los jóvenes y niños en todo el país.
“Que la luz de estas veladoras llegue a las almas de cada uno de los niños, niñas, jóvenes, madres, hijos, padres, que perdieron la vida en ese lugar tan atroz. La flores significan el dolor y la esperanza de que ellos estén en un mejor lugar que en el que estuvieron y los zapatos simbolizan el dolor que ellos sufrieron”, expresó una madre buscadora.
Guille Camacho, integrante del colectivo Siguiendo tu Rastro con Amor Zacatecas lamentó el discurso de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo porque minimiza el problema de las desapariciones y se muestra alejada de la realidad que enfrentan las madres buscadoras.

Por otro lado, en un pronunciamiento que leyeron en la vigilia y luto nacional que realizan en el Zócalo capitalino, donde brindaron un aplauso en reconocimiento a las integrantes del colectivo Guerreros Buscadores, que halló el centro clandestino en el rancho Izaguirre, las familias recordaron que la desaparición “es un horror que se remonta a la Guerra Sucia, que continuó en el largo periodo neoliberal y se agudizó en el momento en que Felipe Calderón declara la guerra contra las drogas”.

Destacaron que si bien esto no comenzó en la administración de Claudia Sheinbaum, “ni en la de su antecesor, pero tampoco se contuvo entonces ni se contiene ahora. Por el contrario, el fenómeno se generaliza y el dolor se multiplica en todos los estados de la república y alcanza a muchos sectores sociales”.

Mientras las madres y padres realizaban un acto ecuménico, guardando un minuto de silencio por las víctimas de la violencia y entre lágrimas clamaban por justicia, un grupo de jóvenes comenzó a lanzas consignas contra el gobierno y a quitar las vallas de metal que resguardan Palacio Nacional.
