- Historia y poder
Argentina se parece a Zacatecas.
Ambos son pueblos altivos y orgullosos, seguros de sí mismos.
Ambos son pueblos mineros, proveedores de todas las herramientas para hacerse de la manutención y el hartazgo en la alegría, el miedo o la violencia.
En Santiago del Estero, territorio argentino a escasos kilómetros de Bolivia, estaban las casas comerciales que le daban empuje a la gran marcha de las montañas triunfantes, es decir, proveer al mundo de los enseres que permitieron que carretas, azogue, mercurio, alimentos y las herramientas que explotasen las minas de las montañas del Potosí, que sacaran los metales preciosos como el oro, la plata y muchos metales que transformaron la economía del mundo.
Cerca de Zacatecas, San Luis Potosí, quien de manera continua también hizo lo propio, ayudar a los mineros zacatecanos con mano de obra-alimentos, herramientas, asesora- y al revés, Zacatecas instruyendo a los nuevos amos españoles y criollos, 50 años después de fundada, a que se explotasen dragas como las de Cerro de San Pedro o Real de 14.
En Bolivia no hubo pueblo en el continente entero que le diera al mundo la felicidad de ser tan ricos en tan breve lapso del tiempo como Potosí, el cerro que truena, al igual, en San Luis Potosí y que en su honor lleva ese apellido como señal de que su riqueza era inigualable en el mundo entero.
Zacatecas me recuerda mucho la altivez y orgullo del pueblo argentino de llevar su perfil a cuestas de lo que sea y donde sean: pueblos seguros y valientes o pagados de sí mismos para conducirse en las veredas o caminos de la vida. (También la similitud de ser muy orgullosos los músicos zacatecanos al igual que los argentinos, ¿déspotas? No lo sé, pero sí quítate que ahí te voy, desaparécete”!!!)
Mientras, los niños zacatecanos encontraban piedras en el río argento y al lanzarlas, crispaban ondas en lo esplendoroso de su destino. La similitud del buen aire y sus ríos de plata y oro. ■