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miércoles, 23 abril, 2025
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La aldeana feria de Guadalupe

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Por: ISRAEL GUERRERO DE LA ROSA • admin-zenda • Admin •

■ Palíndromo

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Poco tiempo necesitó el presidente municipal de Guadalupe, Enrique Flores Mendoza para mostrar con claridad la limitada visión y conocimiento que tiene sobre el municipio que “gobierna”. Si para organizar una festividad como la Feria a su administración se le nubla la vista, adopta decisiones poco funcionales, comodinas que no pragmática y sin el mínimo esfuerzo de mejora, qué podemos esperar en la atención de problemas de fondo como la inseguridad y la dotación con calidad de los servicios públicos.

Pese a anunciar que el próximo año la Feria de la Virgen de Guadalupe adquirirá un rango de feria nacional, Enrique Flores decidió hacerla en un espacio inadecuado y carente de los servicios y equipamiento mínimos para una festividad como ésta y sobre una vialidad –así, literal sobre los carriles de la avenida Vialidad Arroyo de la Plata- de importante flujo vehicular por las avenidas que conecta, no sólo generando la molestia de miles de conductores, pasajeros y peatones que a diario transitan por ahí, sino también generando disgusto e inconformidad entre los comerciantes de la zona, quienes han visto afectadas sus ventas.

Es en serio presidente ¿pretendes que gente venida de otros municipios de la entidad y de estados vecinos vengan a recorrer los pocos puestos comerciales instalados sobre la vialidad, como si estuvieran en el andador expoplaza en la Feria de San Marcos? ¿Ingenuidad o autoengaño?

Y es que pese a ser la máxima fiesta del municipio, incluso membretada con carácter estatal, permítame la risa estimado lector, el pánfilo presidente municipal y su patronato circunscribieron el área ferial a prácticamente un perímetro de una cuadra alrededor del jardín principal y del Convento Franciscano de Nuestra Señora de Guadalupe, lo que deja entrever la visión aldeana para contar con una feria acorde al potencial e importancia del municipio.

Algunos datos que pueden ilustrar al ínclito presidente Flores Mendoza el tamaño y la importancia de Guadalupe: segundo municipio en el estado tanto en población como en Índice de Desarrollo Humano; la población de 5 a 29 años en el municipio es de poco más de 88 mil 500 habitantes, rangos de edad de mayor asistencia a las ferias; ocupa la primera posición a nivel estatal en población ocupada y segundo con mayor porcentaje de su población que gana más de dos salarios mínimos; a nivel nacional ocupa la posición 72 de mejor índice de ingreso en el IDH de los municipios del país. De esa dimensión tendría que ser la verbena.

Lamentablemente lo que hoy se tiene es una feria inaccesible, sin espacios de estacionamiento, sin instalaciones sanitarias adecuadas, sin los mínimos de agua potable e iluminación, con pocos juegos y de mala calidad y dificultad para brindar la seguridad necesaria. Las condiciones son indignas no sólo para los asistentes, sino para los comerciantes que se instalan, los artistas que se presentan y para los que viven y transitan en ese parche.

La festividad requiere de espacios adecuados y no de remedos inerciales que muestran que la poca capacidad de solución del ayuntamiento. En la medida en que se pueda contar con instalaciones acordes a los requerimientos de los festejos cobrará mayor relevancia y asistencia, y podrá servir también como un producto económico para los comerciantes locales y de estados vecinos. Eso implica mudarla a otros espacios más cómodos, pero les tiembla la mano.

Los ciudadanos demanda que su Ayuntamiento brinde eventos y áreas de esparcimiento y entretenimiento de calidad, pero también que mejore la movilidad, reoriente la planeación del desarrollo urbano y el ordenamiento territorial, incluido el uso de suelo y la mejora en la comunicación vial y el tránsito vehicular. Aspiraciones ciudadanas que se ven burdamente obstaculizadas con la instalación de una feria callejera.

Los discursos Enrique Flores se vuelven retórica populista cuando se “estrellan” con las acciones que el propio Ayuntamiento lleva acabo al alentar áreas de esparcimiento que incumplen con los mínimos de seguridad y seguramente con la normatividad, además de que se vuelve promotor del bloqueo de vialidades nodales y el caos vehicular. Y apenas llevan 3 meses en el cargo.

Al despistado presidente municipal Enrique Flores –recordemos que “olvidó” dar a conocer en su 3 de 3 su mansión en Bernárdez, como lo publicó La Jornada Zacatecas, residencia que por cierto fue realizada por la empresa Taller Hábitat,  señalada dentro de las empresas fachada para el desvío de recursos durante la administración pasada- no le quedó claro o no instruyó bien al titular del Patronato, Antonio Romero que ante el poco tiempo del periodo de gobierno municipal, no basta sólo con administrar de manera inercial lo que se tiene, sino que es necesario impulsar cambios de fondo para darle un rostro nuevo a la feria,  más allá de un cartel bonito.

Lo más preocupante es que anticipamos que pese a los yerros la autocrítica no aparecerá dentro de la administración municipal, sino que en un sentido de autocomplacencia o autoengaño saldrán a decir del éxito de los festejos cuando la realidad es otra.

Mientras trascurren los últimos días de Feria, nos leemos en la próxima entrega de Palíndromo, de izquierda a derecha y viceversa. ■

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