México sufre – tenemos que aceptarlo – un TRASTORNO BIPOLAR, la opinión pública se ubica en dos polos cada día más distanciados entre sí; algunos culpan de este distanciamiento al mismísmo presidente, yo no estaría tan seguro, la bipolaridad que ahora sufrimos viene de tiempo atrás, la eterna lucha entre conservadores y liberales que claro se hizo más evidente después de la independencia y fue canalizada por guerras intestinas que dejaron a nuestra patria devastada durante un largo siglo XIX.
Con triunfos alternativos de una y otra corrientes del pensamiento, nuestra historia está plagada hasta la fecha de formas de pensar opuestas en cualquiera que sea el tema que ocupa la mente de los mexicanos, sea los números en que se ha incrementado la pobreza, o sean los proyectos para un futuro en el plazo corto o a mediano plazo, que si Texcoco o Santa Lucia, que si el apoyo a PEMEX o el dejarlo sucumbir sin ninguna ayuda posible, que una relación de mayor soberanía de frente a EU o una de acercamiento – por no decir sumisión – que si la cercanía con TRUMP o la lejanía con BIDEN, y así podríamos seguir hasta el infinito con temas controvertidos todos ellos – que confrontan las formas de pensar opuestas entre sí para nunca ponerse de acuerdo, ni mucho menos aceptar que existe algo de positivo en la forma de pensar del contrario.
Esta polarización que según muchos se ha intensificado con el decir del discurso mañanero ha llegado a los terrenos de la HISTORIA – si la historia, así con mayúsculas – sobre todo en que ahora conmemoramos LA CONQUISTA, cualquier cosa que ello signifique, que se dio hace 500 años en agosto de 13 de 1521 de las fuerzas de los españoles con sus aliados indígenas, sobre la gran urbe de entonces – “impresionante ciudad que dejaría embelesada y envidiosa a las grandes ciudades de su tiempo como SEVILLA según el decir de BERNAL DIAZ DEL CASTILLO cronista español de aquellos tiempos – nos referimos claro a TENOCHTITLAN, la capital del imperio MEXICA.
Lo que tiene que quedarnos claro – a ambas corrientes del pensamiento – que no estamos hablando de la conquista de MEXICO que para aquellos tiempos no existía como tal, fue la conquista del IMPERO AZTECA o MEXICA, después de que CORTEZ se reagrupara y se rodeara de miles de tropas de las tribus indígenas contrarias al imperio que las tenía subsumidas y controladas hasta entonces, después de la gran derrota de lo que hasta hace poco se conocía como LA NOCHE TRISTE donde CORTEZ llora una enorme derrota bajo las huestes Aztecas alrededor de un AHUEHUETE conocido como el ARBOL DE LA NOCHE TRISTE – que hasta la fecha existe – y cuyo nombre ha sido cambiado por el ARBOL DEL TRIUNFO DE LAS FUERZAS MEXICAS SOBRE EL INVASOR ESPAÑOL.
Según el decir de los expertos, las tropas dirigidas por HERNANDO DE CORTEZ estaban conformadas en un 99% por indígenas de diferentes etnias quienes tenían la intención de liberarse del control que hasta esos tiempos estaban obligados por sus contrapartes los AZTECAS como parte de la – segunda – TRIPLE ALIANZA y que les exigían tributos – algo así como elevados impuestos – que tenían que aportar constantemente así como algunos de sus jóvenes hombres o mujeres para ser sometidos a los sacrificios que los aztecas acostumbraban para que el SOL su deidad siguiera saliendo todos los días.
Es claro – como podría no serlo – que existe una enorme controversia en cuanto a las fechas de la conquista, desde quien afirma que no fue en el 1521 sino en 1519 y que no fue en agosto sino en noviembre del 1519, existe quien difiere de estas fechas, lo que considero que es lo que menos importa, lo realmente importante es que Cortez con un grupo no mayor de 500 españoles y los indígenas que es acompañaban en esa batalla, 6,000 soldados tlaxcaltecas, cholultecas, huexotzincas y totonacas, lograron no sin dificultades someter a los sorprendidos mexicas y con ello dar por terminada esa, la que debe ser considerada como una de las primeras etapas de la conquista.
Mucho se ha dicho sobre la traición – que claro no fue tal – de etnias como los Tlaxcaltecas, quienes tenían la intención de derrotar en esa alianza a quienes les habían subyugado por tanto tiempo, el problema no es que estuvieran traicionando a quienes les eran lejanos, el problema es que no supieron – se vieron demasiado inocentes – escribir las bases de lo que sucedería después del supuesto triunfo que finalmente se dio, es decir, el haber confiado en los Españoles quienes al termino de la conquista nunca les consideraron como aliados sino como esclavos y los repartieron como tales en todo el territorio de la Mesoamérica de entonces para que murieran como fuerza de trabajo forzado en sus minas que fueron de las que extrajeron los minerales, principalmente la plata que hizo realidad el IMPERIO ESPAÑOL, que finalmente resultó ser solo un espejismo cayendo frente a las fuerzas de imperios más poderosos y mejor organizados como el IMPERIO BRITANICO.
Uno de los puntos que quisiera comenzar a explorar en estas reflexiones sobre lo acontecido hace 500 años, y lo que vino después es sobre la enorme polarización de ideas creadas por aquellos que insisten que aquí no había una unidad en cuanto a los pobladores de lo que se conoce como Mesoamérica, y por lo tanto no hubo una conquista como tal de algo que aun no era ni siquiera un proyecto nos referimos claro a MEXICO, CORTEZ triunfa sobre los AZTECAS, pero a él y a sus tropas y a los españoles que le siguieron en su aventura les quedaba un largo trecho por recorrer, sobre todo en las llamadas tierras de frontera en el norte de frente a los aguerridos CHICHIMECAS precursores – no lo olvidemos – de LOS AZTECAS, y en el poniente con las aguerridas tribus de los TARASCOS asentados en lo que ahora conocemos como Michoacán y que les costaría sangre, sudor y lágrimas someter.
La pregunta de si había una unidad en estas tierras antes de la llegada de los españoles, muchos podemos contestar en forma afirmativa es cierto que habían múltiples tribus con orígenes tal vez distintos, pero después de la primera GRAN TRIPLE ALIANZA que dominaba el reino de AZCAPOTZALCO en el poniente del gran lago en cuya isla se les permitió vivir a los AZTECAS PRIMITIVOS, con el tiempo ellos pudieron derrotar a los que constituían la triple alianza inicial y constituir bajo su liderazgo una nueva TRIPLE ALIANZA que desde esos tiempos dominó no solo el valle de MEXICO sino un gran territorio que se extendía hasta las tierras de la frontera norte y por el sur hasta las tierras dominadas hasta entonces por los MAYAS.
La zona de influencia que desde mi particular punto de vista conformó una IDENTIDAD y argumentaré sobre ello en el futuro, se extendía desde CASAS GRANDES EN CHIHUAHUA, pasando por las tierras CHICHIMECAS desde NAYARIT, DURANGO Y ZACATECAS, la gran ZONA TARASCA EN EL PONIENTE, y no se diga los que quedaba de las culturas ancestrales LA TOLTECA Y LA OLMECA en el centro y sur de lo que ahora es nuestro país, llegando hasta las zonas de los MAYAS EN EL SURESTE y como prueba clara de ello es la gran pirámide de CHICHENITZA más cercana a las formas de construir de los mexicas que de los propios mayas.
Así como hay quien asegura que no había una historia común, existe quienes osamos contradecirlos por que LA CULTURA DE LAS TRIBUS DE MESOAMERICA es una cultura claramente compartida por unas tribus y otras, de la misma forma QUE ESPAÑA UNAS DECADAS ANTES DE LA CONQUISTA NO ERA MAS QUE VARIOS REINOS SEPARADOS Y CON MONARCAS DIFERENTES que solo después de la conquista sobre los MOROS del sur de la península iniciaron la posibilidad de una nueva nación que tiempo después se convirtió en la ESPAÑA como la conoció el siglo XVI y los siglos posteriores.
Seguiremos reflexionando sobre estas raíces que muchos aseguramos son nuestras raíces, las más profundas, el origen de nuestro pueblo, más que la influencia de la EUROPA, es decir, DE LA ESPAÑA que apenas nacía del otro lado del océano. ■
