En el marco de la séptima semana de las ciencias sociales, el doctor Pablo Moctezuma Barragán ofreció una conferencia magistral titulada «América frente al Imperio».
Con una sólida formación académica en estudios urbanos, economía e historia, abordó el impacto duradero de la doctrina Monroe en América Latina, señalando sus implicaciones neocoloniales y la necesidad urgente de descolonización mental para combatir estas estructuras opresivas.
El doctor Barragán comenzó su intervención remarcando que la doctrina Monroe, proclamada en 1823, fue inicialmente una defensa contra la intervención europea en América, pero que con el tiempo se ha transformado en un instrumento de neocolonialismo estadounidense.
Este cambio de significado ha permitido a Estados Unidos justificar su intervención y control sobre la región durante más de dos siglos. El discurso «América para los americanos» sirvió de bandera para imponer un nuevo imperialismo que continúa afectando la soberanía y la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos.
Una de las ideas centrales del ponente es que el neocolonialismo se alimenta de la narrativa que ha construido la historia oficial, que presenta a los pueblos de América como incapaces de gobernarse a sí mismos.
Este relato, que se remonta a la conquista española, perpetúa la imagen de pueblos «salvajes» que requieren intervención externa para lograr su progreso. A través de esta distorsión histórica, se ha justificado la intervención militar, la injerencia política y el control económico sobre naciones que, de otro modo, podrían desarrollar sus propias capacidades.
También examinó cómo las élites locales han colaborado con el imperialismo estadounidense, a menudo en detrimento de sus propios pueblos. Esta relación se manifiesta en la imposición de políticas que favorecen a las corporaciones extranjeras y perpetúan la dependencia económica.
De esta manera, la historia de resistencia y lucha por la soberanía se ha silenciado o distorsionado, y los líderes que se atreven a desafiar este orden establecido son demonizados y perseguidos.
Además, el orador subrayó que el neocolonialismo no solo se ejerce a través de métodos militares, sino que también utiliza estrategias más sutiles, como el control mediático y la manipulación de la opinión pública.
Las narrativas construidas por los medios de comunicación dominantes juegan un papel crucial en la perpetuación del status quo, presentando a los movimientos sociales y a los líderes populares como amenazas a la democracia. Esta táctica se observa en la actual retórica contra países como Cuba y Venezuela, donde se les acusa de dictaduras para justificar la intervención.
A 201 años de la doctrina Monroe, es imperativo que los pueblos de América trabajen en la construcción de un futuro soberano, donde la autodeterminación y el respeto a la diversidad cultural sean fundamentales.
Barragán también abordó intentos de golpe de Estado en Bolivia y Colombia, mencionando el apoyo popular a los gobiernos progresistas. En Honduras, la presidenta Xiomara Castro finalizó un tratado de extradición con Estados Unidos en respuesta a la injerencia estadounidense, lo que generó manifestaciones en su apoyo.
La situación en Perú fue descrita como crítica, con altos niveles de desaprobación hacia el gobierno actual, mientras que en Ecuador, se proponen reformas que permitirían bases militares extranjeras, lo que contradiría la constitución vigente. Además, subrayó el impacto del bloqueo económico de Estados Unidos sobre Cuba y la manipulación mediática que busca deslegitimar gobiernos soberanos en la región.
Barragán concluyó enfatizando la importancia de la soberanía en América Latina, rechazando la integración a un bloque dominado por EE.UU. y llamando a la resistencia frente al imperialismo. Su discurso abogó por la unidad y la autodeterminación de los pueblos de América.
“Son claras las intenciones de Estados Unidos de continuar su dominio en Centroamérica Latina, comenzando por México, como es claro el papel de la oposición periodista como punto de lanza para el sometimiento de nuestros países a los intereses de Washington. Estamos alertas para frustrar los planes del imperio en nuestras tierras, con el pretexto de ayudar a combatir el crimen organizado. Las y los mexicanos estamos decididos a defender nuestra soberanía contra los planes del agresivo vecino del norte y lo haremos” afirmó.